Semispheres. Análisis Nintendo Switch

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Han pasado ya casi siete meses desde que nuestro compañero Daniel Frases trajera a la web el análisis de la versión para PS4 de este mismo título, que también fue publicado en Steam. El estudio independiente Vivid Helix ha decidido que ha llegado el momento de dar el paso y estrenar su juego en la tienda virtual de la consola híbrida de Nintendo, algo que se agradece, pero que nos deja con un sabor agridulce después de ver las poquísimas novedades que ha traído consigo esta nueva versión del título.

Puzles en dos dimensiones

Semispheres es un título indie de puzles muy sencillo que asienta su jugabilidad en la propuesta de controlar dos “avatares” a la vez (cada uno con un Joycon) los cuáles moveremos independientemente en su parte de la pantalla que representa una dimensión diferente de la misma. Nuestro objetivo principal en cada nivel será juntar ambos avatares (con aspecto de medusas) en puntos concretos de la pantalla, coordinando nuestros movimientos de forma lógica y sorteando los distintos obstáculos que nos iremos encontrando, y así unificar ambas “dimensiones». 

Esta forma de jugar no es tan innovadora si recordamos que en el año 2013 Brothers: A Tale of Two Sons hacía lo mismo en un juego cargado de sentimientos, con unos personajes formados y con un apartado artístico precioso. La diferencia entre este Semispheres y ese gran juego que fue Brothers radica principalmente en el planteamiento y el desarrollo.

Semispheres es simple y entretenido. No cuenta nada ni tampoco lo necesita. Se trata de un título estructurado en niveles cortos que deberemos superar uno a uno. Nos presenta progresivamente nuevas mecánicas que se irán añadiendo en los diferentes capítulos con el objetivo de complicar poco a poco la cosa: sortearemos guardianes, abriremos agujeros entre dimensiones, viajaremos entre vectores, etc. En ese aspecto el juego nos ofrece algunos puzles ingeniosos y se preocupa por ofrecer cierta variedad en su desarrollo, aunque el principal problema es que para hacerlo sacrifica algunos de sus niveles haciendo de ellos un tutorial, algo negativo teniendo en cuenta la baja dificultad y la corta duración del título.

Cada nivel consiste en una misma pantalla por duplicado pero con distinto contenido para cada una de ellas (azul y naranja). Como dato curioso, cabe destacar que los colores se han invertido en esta versión para Nintendo Switch, siendo ahora la pantalla izquierda la azul y la derecha la naranja (cambio que se ha realizado para relacionar los colores fácilmente con el de los Joycons de Switch).

Es un juego realmente corto (2-3 horas). Tendremos algo más de 55 niveles, que se dividen en 13 capítulos que contienen entre tres y cinco niveles cada uno. Al acabar cada capítulo, el juego nos muestra una serie de viñetas no demasiado llamativas que nos narran una pequeña historia (muy básica) que no parece guardar ningún tipo de relación con el juego ni con los puzles que estamos resolviendo.

Medusas y luces de colores

A nivel artístico no hay demasiado que criticarle, es un juego bonito dentro de lo sencillo que es. En cuanto a gráficos presenta una gama de colores definida y poco variada en donde el azul y el naranja brillan como luces de neón dentro de la pantalla. El diseño de nuestros avatares es llamativo y cumple bastante bien con las pocas animaciones que tienen. El desarrollo se hace llevadero y el título transmite cierta calma gracias a la banda sonora de Sid Barnhoorn ( que también a participado en la de juegos como Antichamber o el clásico The Stanley Parable) y que esta vez ha hecho un buen trabajo aunque sin demasiadas florituras. El diseño artístico de los niveles es algo que sí percibimos como mejorable, es decir, al menos se podrían haber cambiado un poco (el color del fondo o añadir algo en el decorado) entre los diferentes capítulos… pero no, todos y cada uno de los niveles son presentados exactamente de la misma manera.

El juego rinde perfectamente en Nintendo Switch, tanto en modo portátil como en el Dock, pero sinceramente se echan en falta algunas mejoras (o añadidos) teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado desde que salió al mercado y el precio al que llega (9,99€).

Conclusión de Semispheres

Semispheres es un juego sencillo en todos sus aspectos. No es demasiado difícil, ni demasiado largo, ni demasiado bonito… pero sí un poco de todo, además de entretenido. Su mayor pecado es sin duda su reducida duración y su escasísima rejugabilidad, algo en lo que Vivid Helix podía haber pensado a la hora de relanzar su juego para la consola de Nintendo. Quizás con una mayor cantidad de niveles o con algún nuevo modo de juego recibiríamos de una manera mucho más positiva este título en Switch, pero tal y como hemos podido comprobar, poco o nada ha cambiado esta versión con respecto a lo que ya hemos visto.

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