SKYHILL. Análisis PC

El mundo ha llegado a su fin, zombies y mutantes campan a sus anchas por ciudades que sólo son sombras de lo que antes fueron, al igual que las personas. Obligados a sobrevivir de una forma cruel y visceral, la raza humana es fuerte, moldeable y resistente. Sin policía, servicios sanitarios o leyes que nos acorralen y protejan, estamos solos ante el peligro y lo que allí habita. Nosotros somos un tipo normal y corriente, un oficinista cualquiera, un mindundi que se ha quedado sin provisiones en el ático de un rascacielos de 100 pisos, y debe sobrevivir a toda costa, cueste lo que cueste.

Desarrollado por Mandragora y de la manita de Daedalic Entertainment, nos llega un “rogue like” original, fresco y divertido, lleno de buen hum… Espera, espera, espera. ¿De qué estamos hablando? Sí, es cierto que SKYHILL es un rogue like, y sí, es original y fresco, pero… ¿Divertido? Maticemos esto.

Hay muchos títulos en esta industria que tanto amamos que aunque sean entretenidos y os paséis las horas jugando NO SON divertidos. ¿Queréis ejemplos? This War Of Mine sería uno. Es uno de los juegos favoritos de un servidor, es entretenido, es opresivo, sucio, oscuro, cruel, gris… Pero no divertido. Tiene una “protoperfección” (por no decir perfección a secas) gracias a la tensión que envuelve todo el juego. SKYHILL sería otro ejemplo de cómo los juegos, sean buenos o sean malos, no tienen todos que ser divertidos. Pero, por supuesto, si no podemos decir que This War Of Mine es perfecto, tampoco lo podemos decir de SKYHILL. Pero, ¿entretenido? Lo es, y mucho.

Lo que hace original este rogue like es, cómo no, la supervivencia. Tendremos que bajar pisos y pisos (con habitaciones a ambos lados) donde saquear y recoger objetos de los enemigos antes de morirnos de hambre, enfermedades o heridas. Con esos objetos, que pueden ser herramientas, comida o útiles, podremos craftear o fabricar objetos más potentes para enfrentarnos a los múltiples enemigos, unas comidas más ricas en nutrientes o incluso mejorar nuestro ático al que podremos volver rápidamente (y sin gastar la barra de comida, que es lo importante) con los ascensores. Algunos estarán disponibles, otros rotos y otros tendremos que arreglarlos con items específicos. Algo a tener muy en cuenta es la opción de jugárnosla al arreglar ascensores sin tener la pieza necesaria, pudiendo salir bien con algún útil del inventario, o no arreglar nada y perder un objeto aleatorio. La decisión de jugárnoslo todo a la suerte y sobrevivir, o ahorrar en items y volver andando si tenemos comida de sobra es toda nuestra.

En SKYHILL tendremos un sistema de niveles por el cual conseguiremos un bonus en combate y desplazamiento dependiendo del atributo que subamos. Y un dato “curioso” es que hasta cierto número de pisos, subir los cuatro cada nivel para hacerlo equilibrado funciona pero, como decimos, hasta cierto punto. El juego nos obligará a decantarnos por un tipo de arma específica, un tipo de personaje, un tipo de partida. En el mundo de los rogue like, las cosas son duras, y más si hay un apocalipsis cerca.

Todo lo artístico que envuelve al título es un acierto. Un loop constante de música de misterio bastante pegadiza te acompañará en tu descenso. El tema visual del juego es simple. Un estilo muy cartoon nos permite distanciarnos de la crudeza de las opciones, imágenes y situaciones. Pero eso no quiere decir que SKYHILL tenga malos gráficos, al contrario. Llevamos unos años que el tema del cel shading está en auge, y aunque este no es el caso (visualmente parece más estilo flash) no es desagradable en absoluto. Es limpio, es muy visual y simplista, invitándonos una vez muertos en reintentar una y otra vez.

Como nota adicional decir que, en la partida y de forma aleatoria, nos encontraremos un móvil tirado en el suelo. Al recogerlo veremos un mensaje que cambiará cada vez. Al llegar al destino  no encontramos nada y otro mensaje nos confirmó que no llegamos a tiempo. No sabemos qué es lo que nos hubiéramos encontrado, pero conociendo el juego no hubiera sido muy divertido.

Conclusiones de SKYHILL

 Es, sin lugar a dudas, un buen juego. Un título muy entretenido que si os gusta el género os pasaréis horas jugando, y a un precio más que asequible. Si no sois muy amante del género, puedes planteároslo como una mezcla cómoda de jugar de DayZ singleplayer convertido en rogue like. Crossover a parte, SKYHILL es muy recomendable, cuenta con un apartado artístico muy en la línea del género, un sistema de juego intuitivo que engancha desde el principio y una historia que, aunque reducida, no necesita más para introducirte en situación.

 

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