Sniper Elite III. Análisis Xbox One

Corría el año 2012 cuando Rebellión y 505 Games nos traían uno de esos títulos que crean escuela y que desde entonces nos han dejado con ganas de ver más. Sniper Elite V2 mejoraba la fórmula de la saga y ponía el listón un poco más alto con la famosa Kill Cam y matar nazis, algo que siempre es del agrado de muchos aficionados a los shooters.

En nuestras manos hemos tenido la posibilidad de jugar a Sniper Elite III, la nueva entrega que le da una vuelta de tuerca a la famosa cámara de la muerte y nos da más libertad de acción y movimiento, ambientándolo todo en la campaña nazi en el norte de África, un lugar plagado de zonas abiertas y de trampas mortales.

El desierto será nuestro mejor aliado

A pesar de lo que podáis pensar, no ha sido la mejora en la kill-cam lo que más nos ha llamado la atención de Sniper Elite III y es que la nueva ambientación ha jugado muy a favor de este shooter en tercera persona mezcla infiltración y acción. Aquellos que jugasteis a Sniper Elite V2 recordaréis que los escenarios por los que nos movíamos eran bastante lineales, donde la mayor parte de las veces teníamos que seguir por un camino fijado para llegar a nuestro objetivo.

En esta nueva entrega ambientada en el Norte de África la libertad será toda una bendición, ya que podremos afrontar cada una de las ocho misiones que tendremos que realizar en ocho localizaciones distintas, pudiendo escoger entre atacar por la espalda, ir de frente, flanquear a nuestros enemigos… unos escenarios mucho más abiertos y grandes que, a pesar de no ser una experiencia sandbox completa, da la suficiente libertad para sentir que somos dueños de nuestras propias decisiones.

A pesar de los esfuerzos puestos por el estudio en los escenarios, lo que sí que no nos encontraremos será una buena historia detrás de Sniper Elite III y es que nuestro objetivo no será otro que ir diezmando a las unidades alemanas y sabotear cuanto puesto encontremos, dejando algunas escenas cinemáticas por el camino con diálogos un tanto ñoños, aunque alguno nos hará sonreír.

Donde pongo el ojo…

Llegamos a una de las partes más importantes de esta clase de juego ya que sin una buena jugabilidad, un simulador de francotirador hace aguas por todos lados. Las mecánicas siguen siendo las mismas de siempre, buscar una buena posición de disparo, eliminar el aire de nuestros pulmones para bajar el pulso y utilizar el rombo rojo que aparecerá en nuestra mirilla y que nos dirá donde impactará la bala para causar el mayor daño posible.

Como todos sabemos, Rebellion hizo gran hincapié en crear la experiencia de la Kill Cam como nunca antes, mostrándonos con todo lujo de detalle los daños que puede causar el impacto de una bala en el cuerpo de un ser humano, desde el cráneo explotando, pasando por los ojos, la tráquea, órganos internos… hasta los testículos. Pero el estudio no se quedó ahí y también utilizó esta cámara para recrear la destrucción de vehículos y ver el impacto del proyectil en los motores y los depósitos de gasolina.

A pesar de que esta opción podemos usarla a nuestro antojo, quitándola, poniéndola cada cierto tiempo o siempre, en algunas ocasiones vemos que exagera demasiado y que, simplemente rozando la cabeza de un soldado, vemos como parece que explota en mil pedazos. La escena se puede ver con todo lujo de detalles y para los más morbosos será una excusa perfecta para aprender algo de anatomía.

Otro de los aspectos negativos, aunque en este punto es algo común en los títulos de este género, es que vemos un sistema de alerta y escondite, al más puro estilo el gato y el ratón. Podremos utilizar el ruido de maquinaria pesada como campanadas, altavoces, motores, cañonazos… para enmascarar nuestros disparos, pero si por algún motivo lo hacemos cuando no hay nada de esto, no tendremos más que retirarnos de nuestra última posición conocida por los soldados y esperar tranquilamente a que vuelvan a sus posiciones, momento en el que podremos seguir sin demasiados problemas.

Por otro lado en algunas situaciones nos  será de utilidad usar nuestro entrenamiento en cuerpo a cuerpo o con armas sigilosas como es la pistola con silenciador para poder ir avanzando entre las líneas enemigas, unas mecánicas que por momento romperán bastante la acción y nos aletargarán. Estamos jugando a un simulador de francotiradores, centrémonos en ello.

No obstante encontraremos que la exploración es muy útil, ya que podremos encontrar distintos extras de inteligencia vitales para los aliados así como podremos llevar a cabo misiones secundarias y pericias de disparo, cada escenario contando con el suyo propio.

Mucha distancia a recorrer

Sniper Elite III se lanzó tanto para la generación anterior de consolas como para la actual, por lo que los usuarios de PS4 y Xbox One estaban deseando ver cómo se comportaría el juego a 1080p, algo realmente necesario si queríamos asegurarnos de poder acertar a un objetivo en movimiento a más de 300 metros de distancia. Los escenarios han sido retratados con mucho cuidado y la verdad es que ofrecen una buena variedad de situaciones para que no nos cansemos durante la exploración, algo necesario en algunos momentos ya que no siempre estará claro cómo afrontar un obstáculo en concreto.

Gráficamente no estamos hablando de un título puntero ni mucho menos, pero es perfectamente correcto y no desentona en absoluto. Lo que sí que podemos poner un poco más en evidencia será la física de los soldados, donde se nota que el tiempo se ha invertido en recrear a la perfección las explosiones de órganos y cráneos, mientras que en algunas situaciones nos encontramos con cadáveres que se quedan suspendidos extrañamente en el aire o que realizan movimientos realmente extraños.

Para los que siempre ponen el inglés como excusa para no disfrutar de un título no habrá problema ya que el juego ha sido doblado íntegramente al castellano.

Conclusiones Sniper Elite III

Desde Rebellión y 505 Games nos llega un simulador de francotiradores que ha sabido mejorar con respecto a su anterior entrega, fortaleciendo sus puntos fuertes y otorgándonos más libertad de movimiento y exploración, algo que siempre es de agradecer. Como la mayor parte de los títulos que requieren sigilo y ocultación se ve aquejado de un problema de IA a la que hay que añadir algunas respuestas físicas extrañas, aunque nada de ello entorpece la experiencia que es sentirse el mejor francotirador de la historia. Además, con las opciones para multijugador, incluyendo un modo cooperativo survival o de la campaña, la diversión está asegurada con un amigo.

Lo mejor

Lo peor

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