Space Hulk Deathwing. Análisis PC

Space Hulk Deathwing

Desarrollado por el estudio francés Streum on Studio y distribuido por Focus Home Interactive, Space Hulk Deathwing acerca el mundo de Warhammer 40.000 a nuestras pantallas con una adaptación FPS del juego de mesa que muchos de nosotros conocimos de pequeños gracias al Cruzada Estelar. Sobre el papel, la idea suena fantástica, pero ¿el resultado vale la pena? Analicemos los puntos fuertes y débiles del título para dar respuesta a esa duda.

Naves a la deriva

Asumiendo el papel de un Marine Espacial de la temida compañía Ala de Muerte, el jugador se verá inmerso en el saqueo y exploración de diferentes pecios espaciales (space hulks, en inglés). En ellos, rescataremos poderosas reliquias o ayudaremos a compañeros en apuros a través de las 9 misiones que conforman la campaña principal (coescrita por el aclamado Gavin Thorpe), enfrentándonos a hordas de Genestealers de todo tipo. Sin duda, serán los fans del universo Warhammer 40.000 los que más disfrutarán el relato, con numerosos easter eggs escondidos aquí y allá, mientras que el resto de jugadores se encontrarán con una historia que cumple, pero poco más.

Sin embargo, tanto unos como otros quedarán satisfechos con el punto fuerte del juego: la ambientación. En este aspecto, Streum on Studio han conseguido una experiencia sobresaliente, pues mientras nuestros Marines recorren lugares supuestamente abandonados, oiremos pisadas lejanas, escapes de aire, el crujido del metal expuesto al espacio… La sensación es deliciosamente claustrofóbica y oscura, de soledad ilusoria e inminente peligro. El apartado sonoro está bien orientado en este sentido, al igual que el aspecto gráfico está dirigido a mostrarnos la desolación y el abandono.

Sin embargo, si bien gráfica y sonoramente el juego sabe lo que quiere, y lo hace bien, no todo funciona igual de bien. De alguna manera, Space Hulk Deathwing es uno de esos títulos que nacen de una buena idea pero que no terminan de tener una buena ejecución. La idea de batallar en estrechos pasillos y enormes salas de máquinas contra el Enjambre de Genestealers junto a compañeros manejados por la IA o, sobre todo, codo a codo con otros jugadores en el modo online, suena bien y, sinceramente, lo es… las primeras veces. Pues uno de los principales problemas del juego que es ir avanzando en la aventura acaba volviéndose algo tedioso, casi mecánico. La repetición del avanzar-horda-avanzar-horda necesita algún elemento que la rompa, con nuevas mecánicas con las que, por desgracia, este juego no cuenta. Ciertamente, hay algún intento al respecto (como el sistema de hackeo de torretas y puertas), y sí, la experiencia es épica cuando atrancas una puerta en la cara de una horda de peligrosas criaturas… pero estos momentos son tan escasos, que es una pena no tenerlos más presentes en la aventura.

No vayas solo

Frente a este aspecto negativo, uno de los puntos más interesantes del título es, sin duda, la posibilidad de formar un grupo de hasta 4 personas para enfrentarse a los peligros de los space hulks en buena compañía. Realmente, las diferencias entre jugar acompañado por una IA nefasta o unirse a otros jugadores son abismales: Space Hulk Deathwing muestra todo el potencial que tiene en el multijugador, donde incluso nos encontraremos con mayores posibilidades de personalización para nuestro personaje. Así, si se quiere percibir a qué aspiraba a ser el juego, hay que probar su modo multijugador, incluso aunque la sensación del “pudo ser y no fue” sea más intensa.

Pero (y el análisis de Space Hulk Deathwing tiene, por desgracias, muchos “peros”) el multijugador tampoco se libra de otro de los defectos del juego, uno de los más comentados por la comunidad: su mala optimización. Apenas unos días tras el lanzamiento, el título ya grita la necesidad de algún parche que resuelva varios de los problemas técnicos que lo lastran: numerosos bugs y glitches, tiempos de carga excesivos incluso en equipos potentes… El multijugador es, a veces, una sucesión de caídas al escritorio y de congelamiento de pantalla, o de enemigos que, una vez abatidos, siguen en pie como elementos estáticos e incoherentes en el escenario. Ciertamente, la última actualización del juego ha estabilizado algo el multijugador, resolviendo varios de sus problemas, pero aún queda mucho trabajo por delante.

No podemos acabar este análisis sin hacer mención al sistema de personalización de los Marines que, aunque sencillo, funciona bien. Cada jugador podrá equipar a su personaje con un arma principal (rifle de asalto, ametralladora pesada…) y una secundaria (armas cuerpo a cuerpo como espadas y puños de poder), además de contar con la posibilidad de usar habilidades psíquicas que, en combate, son tan espectaculares como efectivas. Según vayamos avanzando en la trama y explorando nuestro entorno, podremos ir desbloqueando distintas armas y, mediante puntos, ir mejorando las habilidades de nuestros Marines a través de tres ramas distintas: Comando, Devoción y Psíquico. No estamos ante un sistema complejo al estilo de un juego de rol, pero el sistema es lo suficientemente atractivo para un shooter de estilo tan directo.

Conclusiones Space Hulk Deathwing

Oportunidad perdida. No hay manera mejor de definir un juego basado en un concepto genial y en una de las franquicias más populares, y tras el cual es innegable que hay un gran mimo, pero que ha acabado convirtiéndose en un cóctel de bugs y repetición. El título tiene un envoltorio perfecto, con una ambientación sublime, pero más allá se siente falto de alma, un juego más que no hace justicia a una buena idea. Esperemos que las actualizaciones ayuden a reorientar la dirección del título, pues los mimbres son increíbles.

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