Fox McCloud vuelve a nuestras consolas para volver a salvar de la destrucción al sistema Lylat. StarFox 64 3DS se presenta como una de las principales apuestas de Nintendo para que su portátil levante cabeza. En no pocas ocasiones juegos clásicos renovados han sido de especial trascendencia para librar los números de más de una campaña navideña. En la propia 3DS a día de hoy el juego más vendido y también más importante es el Ocarina, en su renovada versión.
En el remake de Starfox además de disfrutar de gráficos en 3D veremos un apartado visual totalmente renovado, el juego perfectamente localizado al castellano y un modo multijugador que tomará especial protagonismo en el cartucho. Como principal novedad en este modo multiplayer podremos, gracias a la cámara de la 3DS, ver en tiempo real la reacción de nuestros compañeros de partida.
Además de estas novedades, el aspecto más controvertido del juego de naves será la implementación del control. El tema del segundo stick es de total actualidad en la consola de Nintendo tras los rumores al respecto despertados la semana pasada. En este remake se ofrecen dos posibilidades, un formato de control más clásico y uno más novedoso que hace uso del giroscopio para posibilitar un control más intuitivo. Seguramente en el juego de naves a falta de segundo stick sea más jugable y también más divertido el control con giroscopio pero para poder jugar así tendremos que sacrificar el efecto 3D, ya que este se pierde a poco que movamos la consola.
A parte de estas novedades el juego en esencia es el título que jugamos en N64 hace ya más de diez años. Quizá esta haya sido la última gran aventura del carismático zorro de Nintendo y siempre es gran noticia volver jugarla.
Por otro lado este título no viene sino cargado de polémica por la sencilla razón de ser un nuevo remake. Actualmente se está abusando de revisiones de juegos clásicos en todos los sistemas, especialmente 3DS ha dejado gran parte del protagonismo de su incursión en el mercado sobre varios remakes como este.
Estas revisiones siempre alegran al personal, prueba de ello son los números que acompañan, pero cuando las estanterías se saturan de clásicos revisados y de colecciones añejas la cosa empieza a cansar. Y si estas revisiones fueran un complemento a grandes y originales lanzamientos sería el primero en guardar silencio y celebrar que lleguen estos grandes juegos otra vez. Pero cuando Nintendo está en una época seca en lo que a originalidad se refiere que nos intenten vender de nuevo estos juegos como grandes lanzamientos, como novedades obligadas llega a ser molesto.
El mayor problema para el jugador y a su vez mayor beneficio para las compañías es que estas revisiones son realmente económicas en comparación con la manufactura de un juego desde cero. Por lo tanto, a menos coste mayor beneficio. Este es un caramelo muy dulce para las desarrolladoras, máxime en tiempos de crisis. Pero supone un palo para el jugador, pues el precio se ve muy poco rebajado, cuando es que se rebaja algo. Sinceramente Nintendo está en una situación que precisa de apuestas más arriesgadas en su portátil si quiere hacer frente a la tormenta PS Vita que se le avecina.