Stick it to the Man. Análisis PS4

Stick it to the Man

Tras su lanzamiento para PC hace ya un par de años, ahora Stick it to the Man desembarca en PlayStation 4 en formato físico de la mano de Ripstone y los suecos de Zoink! Un juego aclamado por la crítica gracias a su desternillante humor y sus extravagantes personajes y que llega a la sobremesa de Sony sin demasiadas novedades pero con la esencia de siempre.

Una historia sin pies pero con cabeza

Stick it to the Man nos pone en la piel de Ray, un extraño personaje quien, al poco de comenzar nuestra aventura, recibe un golpe de un extraño objeto caído desde el cielo, más concretamente de un avión militar que ha sufrido un accidente. Desde este momento, un alienígena se aloja en su cerebro, y un extraño y alargado brazo rosa sale de su cabeza, lo que le permitirá leer la mente de otras personas además de coger y pegar pegatinas que representan desde objetos físicos hasta pensamientos.

Ya de por sí parece un argumento bastante original, sin embargo su gran encanto radica en el humor que desborda de principio a fin, y es que a lo largo de nuestro camino se crearán situaciones la mar de divertidas y otras que ya rozan lo esperpéntico, aunque siempre sin perder ese toque desenfadado que ya se percibe solo mirando a los personajes.

Una mano todopoderosa

A pesar de su disparatada historia, la jugabilidad es mucho más simple aunque resultona y suficientemente entretenida. Únicamente debemos de usar los dos joysticks para controlar el juego, ya que manejaremos a Ray con el stick izquierdo del mando, y con el derecho su brazo rosa. Con él interactuamos con el entorno y los personajes arrancando pegatinas, que pueden ser los clásicos objetos, o bien pensamientos de la mente del resto de personas. Estas los guardaremos en un pequeño inventario para posteriormente utilizarlas en otros lugares para resolver puzles y seguir avanzando.

Además de esto, nuestra mano tendrá dos importantes funciones: desplazarnos por el escenario y leer el pensamiento del resto de personajes. En el primer caso nos iremos agarrando a ciertas chinchetas que están colocadas de forma estratégica y que dan ese toque plataformero al título. Esto se combina con alguna que otra escena de acción y sigilo en las que tendremos que dar esquinazo a policías y matones que querrán atrapar al bueno de Ray.

Por otro lado tenemos que hablar de la posibilidad de leer el pensamiento, probablemente la base jugable del título, ya que será importantísimo hacerlo para conseguir las pegatinas que nos permitan resolver los rompecabezas que nos plantea el juego. Es aquí donde percibimos la diversión que comentábamos antes, y es que todas las ideas de los personajes desbordan un humor desenfadado que aporta un gran toque de frescura.

Uno de los grandes problemas de este Stick it to the Man es su corta duración, y es que consta de diez capítulos que apenas superan las 4-5 horas de juego. No se puede negar que son intensos y desternillantes, pero aun así es indefendible una longitud tan escasa por muy indie que sea.

Diseñado para reír

No cabe duda que el título de Zoink! está hecho para hacernos reír y eso se hace palpable en todos los apartados, incluso en el gráfico, que aunque no es demasiado novedoso, es más que resultón, y es que todos los personajes tienen ese aspecto extravagante que añadido a sus diálogos y pensamientos lo convierten en una experiencia graciosa.

El apartado sonoro cumple correctamente incluyendo temas de jazz y rock psicodélico de los 60. El doblaje es realmente bueno, y es que la elección de voces en inglés es acertadísima y realmente cómica. Además, para hacernos la vida más fácil, contamos con voces en español con una muy buena localización detrás.

Conclusiones Stick it to the Man

Aunque se trate de un juego de plataformas, hay que reconocer que Stick it to the Man se aleja bastante de lo visto hasta ahora y nos deja una propuesta cercana a aventuras gráficas como Grim Fandango, pero con una jugabilidad mucho más marcada.

No estamos ante el título más largo ni el más complejo, pero sí ante uno de los más divertidos a los que hemos jugado en mucho tiempo, y eso se nota en todo el trabajo que hay detrás, tanto en el guión como en el notable apartado visual.

Stick it to the Man es un juego muy recomendable siempre que nos quitemos los prejuicios iniciales. Es indudable que el hecho de que no llegue a las cinco horas es un gran lastre, pero al menos ese tiempo es de diversión pura y dura.

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