Los fans de Fifa Street llevamos ya muchos años esperando un digno sucesor de ese título que tanto gustó en la época PS3 y Xbox 360. Aunque EA introdujo Volta hace ya dos ediciones, nos supo a poco, ya que sigue carente de la magia de aquel título. Pues bien, hoy de la mano de los chicos de Maximum Games, y gracias a Avance Discos, nos llega Street Power Football, el que alguno ha calificado como el sucesor espiritual de la franquicia Street.
Imaginamos que esto ha sido antes de probar el juego, y es que a los pocos minutos nos damos cuenta de que poco hay aquí del título de Electronic Arts. La propuesta, aunque bien intencionada, ya que hay puntos en los que se nota trabajo e interés, hace demasiadas aguas en pilares básicos.
Poco a lo que jugar
Empezamos el análisis hablando del contenido, el cual deja bastante que desear, al igual que el resto del título. La parte más positiva en este caso es la de los jugadores disponibles, ya que contamos con una buena variedad. En este caso, aunque desconocidos para el gran público, hablamos de futbolistas licenciados del panorama freestyler mundial, tales como Sean Garnier, Liv Cooke, Melody Donchet, Andrew Henderson, Raquel Benetti, Daniel Got Hits o JaviFreestyle entre otros. Además, a través de la tienda, contamos con una buena cantidad de opciones de personalización, aunque sin marcas reales, que, según el estudio, serán añadidas más adelante.
Tampoco está nada mal la variedad de campos que nos podemos encontrar, ya que nos disfrutaremos de más de una docena de ciudades reales. Los partidos nos llevarán por grandes capitales como Roma, Copenhague, Londres o Seúl, alguna de ellas con un buen trabajo para recrear algún monumento emblemático.
A partir de aquí, empieza la decadencia. Una vez que nos adentramos en los modos de juego, vemos que hay poquísima variedad, y lo peor, es que ninguno es realmente bueno, y solo hay un par de ellos que pueden llegar a ser mínimamente divertidos.
El supuesto modo principal es Become King, que funciona como modo “historia”, aunque nada más lejos. Es una simple sucesión de desafíos, basados en el resto de los modos, que tendremos que ganar para avanzar y conseguir monedas para gastar en la tienda.
Es decir, el juego se compone fundamentalmente de cuatro disciplinas, que se combinan en Become King, a las que se puede jugar de forma individual o competitiva, y a las que se le pueden añadir desafíos para hacerlas ligeramente más interesante.
En primer lugar, tenemos Street Power, el clásico partido callejero. Podemos elegir entre 1vs1 2vs2 y 3vs3, sin portero y porterías pequeñas, el primero en llegar a 5 goles o 5 minutos, lo que antes ocurra, no hay más opción.
La segunda de ellas es Freestyle, que, sorprendentemente, se parece más a un juego de baile que a uno de fútbol. El sistema se basa simplemente en elegir el truco que queremos hacer, de mayor o menor dificultad, y pulsar los botones que nos mandan con el timing exacto.
Tenemos también Trick Shot, probablemente el más entretenido, pero que no deja de ser un juego básico de móvil. Consiste en apuntar para golpear objetos con la pelota. Los golpes con efecto o después de rebote son los mayores modificadores que nos ofrece.
Por último tenemos Panna, un juego de goles y caños. Cada gol es un punto, los caños dan dos. Para activar este minijuego, muy similar a Freestyle, tendremos que encarar a nuestro rival tras llenar nuestra barra de potencia. Después, se divide en mini enfrentamientos, si gana más el atacante, será caño, en caso de empate o victoria del defensa, será robo de balón y volver a empezar.
Descubriendo el confinestyle
A pesar de la pobreza del juego de palabras del título, este resume perfectamente la sensación de jugar a este Street Power Football. Lo que debería de ser una oda a la libertad futbolísitica, se ha quedado en una propuesta limitadísima. Como dato revelador de esto, aclarar que el joystick derecho no se utiliza para nada.
Los jugadores responden mal, los pases son una auténtica lotería, los regates se hacen al botón “Y” y son aleatorios, el sprint solo se puede hacer en una dirección, y cuando la cambiamos, deja de sprintar. Aunque lo peor, sin duda, son los tiros. En ocasiones da auténtica vergüenza ver lo mal que tiramos y la pasividad del rival ante goles terribles que evitaría una estaca en el suelo.
El control no es satisfactorio en ningún momento ni en ningún modo. Únicamente se salva ligeramente en Trick Shot, pero al final, el modo requiere de mucha precisión y el movimiento del joystick es de todo menos preciso. Aún así, es lo mejor que tenemos y puede ser disfrutable.
Lo que más duele, es que el juego no tiene malas ideas, el concepto de los power-ups es resultón, los supertiros podrían estar bien… pero está todo tan mal implementado que no es disfrutable. Street Power Football podría ser el título para echar unas partidas rápidas, solos o con amigos, pero no da ni para eso… es desesperante y frustrante a partes iguales.
El problema, es que en ningún momento nos sentimos con el control real de nuestros jugadores ni del balón. Las animaciones son tan toscas y prefijadas, y el control tan brusco, que se cargan toda la esencia de un juego de fútbol callejero.
Un estilo demasiado libre
Llega el momento de hablar del apartado técnico y visual. Como era de esperar, tampoco se libra de los palos, y es que el resultado alcanza de forma muy justita el aprobado, y ni siquiera en todos sus aspectos.
Empezamos por el apartado sonoro, que quizás sea de lo mejorcito, ya que viene totalmente en español, y sobre todo tiene una BSO ridículamente breve, pero que cuenta con temas bastante conocidos de The Black Eyed Peas o DJ Snake. Al final de tanto como se repiten, uno se acaba cansando, pero al menos durante un rato es agradable escuchar alguna canción conocida.
El apartado técnico ya es otro cantar. La versión de Switch cumple bastante decentemente a nivel visual. No se ve especialmente bien ni en modo dock ni en modo portátil, pero bueno, es aceptable. Sin embargo, el juego se traba, tiene caídas de FPS y algún tiempo de carga bastante largo para el nivel de detalle que ofrece.
Ahora bien, lo peor, al menos en la versión de la híbrida de Nintendo, es que, si suspendes la consola, indica que te has desconectado de los servicios de la nube, y vuelves al menú principal. Parece una tontería, pero cuando pasa varias veces, resulta realmente incómodo.
Por último, a nivel gráfico, el cell-shading no le hace demasiada justicia. No se ve mal del todo, pero cuando la intención es representar jugadores reales, pues la verdad es que queda bastante pobre, sobre todo si el nivel de detalle no está muy cuidado. Por lo demás, resulta bastante plano, con algún campo un poco más logrado, pero ninguno que destaque ni lo más mínimo.
Conclusiones Street Power Football
Una lástima. Esa es la conclusión a grandes rasgos que podemos sacar del título de Maximum Games. Se trata de una propuesta que incluye buenas ideas, aunque pocas, pero que no se llegan a concretar en ningún momento.
Evidentemente, la diferencia de tamaño con estudios como EA, hacía prever que este Street Power Football se quedase por detrás de Fifa Street o del modo Volta actual. Sin embargo, sí que esperábamos al menos un producto resultón y divertido para echar unas cuantas partidas solos o en compañía.
Pues no ha sido así, nos ha llegado un juego mal hecho, con unos controles deficientes, pero sobre todo muy limitado. Toda esa libertad que promueve el fútbol callejero no aparece por ningún lado, y si te cargas la esencia, te lo cargas todo.
Si a esto, le sumamos que ahora mismo está a un precio de 49.99€ en la eShop de Nintendo, desde luego no es una compra recomendable. Ya solo nos queda esperar que algún parche futuro arregle este desaguisado y se convierta al menos en una propuesta interesante.
Nota: 3.5
Lo mejor
- El modo Trick Shot puede ser medio entretenido.
- Alguna canción de la BSO.
Lo peor
- Control horrible, libertad nula.
- La escasez de modos y de contenido.
- Su apartado gráfico.
