Sushi Striker: The Way of Sushido. Análisis Nintendo Switch

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Que a Nintendo se le da de maravilla sacar sonrisas a los jugadores no es nada nuevo. Desde el principio la compañía nipona ha  buscado transmitir esa cercanía y familiaridad que apela a nuestro kokoro, trabajando y puliendo cada detalle con el objetivo de ofrecer una experiencia lo más divertida posible.

La alegría, el buen humor y la diversión sin pretensiones son armas poderosas para conquistar al público, armas que Sushi Striker: The Way of Sushido explota de manera tan asombrosa como inesperada.

Una nueva sorpresa de la mano de Nintendo

Sushi Striker: The Way of Sushido es un juego de puzles que va a toda velocidad y que cuenta con cierto toque estratégico/RPG. No ha sido nada habitual presenciar lanzamientos simultáneos para 3DS y Switch, pero en este caso parece que Nintendo ha dado en el clavo con un juego que se adapta a la perfección a cualquiera de estas plataformas (en particular 3DS). El juego desarrollado por Indies Zero puede parecer a simple vista uno más de esos juegos Android en el que perdernos emparejando objetos del mismo color con el objetivo de hacer puntos y líneas, pero lo cierto es que Sushi Striker es mucho más que eso.

La idea principal es simple: engulle tantos platos de sushi de un mismo color como te sea posible y después lánzaselos a tu adversario para consumir su vida.

Rodeando a esta premisa tan simple tenemos un sinfín de bondades que elevan la categoría de Sushi Striker al nivel que se debe exigir a una compañía como Nintendo, siendo tremendamente impresionante la profundidad que se le ha dado tanto al trasfondo como al apartado jugable.

La historia del lanzaplatos elegido

La historia del título nos pone en la piel de un/una joven de nombre Musashi, el cual deberá viajar por todo un país para liberar a su pueblo de la opresión del Imperio, el cual ha secuestrado el sushi, impidiendo que el resto de personas degusten este exquisito alimento.

Una de las cosas que más pueden chocar (y alegrar) a los jugadores que le den un tiento es su marcadísima estructura de anime estilo Shonen. Musashi es un joven huérfano que perdió a sus dos padres durante la Guerra del Sushi, por lo que desde entonces ha desarrollado un profundo odio hacia estos deliciosos rollos. Harto de pasar hambre decide salir un día del orfanato en busca de comida, pero en vez de eso se encuentra con un particular (y muy kawai) genio del sushi llamado Jinrai, el cual le elige como su lanzaplatos y comienza a formarle como Sushi Striker.

El tono es la clave de esta aventura. Obviamente la trama es absurda y con un marcado sentido del humor, pero aun con estas, Sushi Striker consigue introducir más de una línea de diálogo memorable y personajes que generan el suficiente interés como para que queramos seguir descubriendo lo que les deparará esta aventura. Con unos diseños coloridos, un buen doblaje al inglés y algunas escenas anime de notable factura el juego llega a recrear esta gastronómica fantasía de una manera especial, ofreciendo un modo campaña que de seguro hará que disfrutemos de principio a fin.

Es innegable el trabajo que Indies Zero ha invertido en su juego, aún a sabiendas de que posiblemente no tenga gran recorrido en la nueva híbrida con los inminentes lanzamientos de juegos como Mario Tennis Aces o Captain Toad, pero aún así es de recibo comentar que posiblemente no exista rival alguno para un juego de estas características en la actualidad, mayormente porque nadie parece tomarse el género tan en serio.

Divertido y variado juego de puzles

Pero para conseguir que esto funcione no llega con unos gráficos bonitos o una historia llena de humor, es necesaria (obviamente) una jugabilidad a prueba de balas y de cañones, que funcione a las mil maravillas y que tenga cierto recorrido.

La idea principal del juego es la que es, pero en base a ella Indies Zero ha sabido construir un abanico de opciones tan amplio que incluso podríamos estar hablando de un título con cierta dosis de estrategia. Los puzles son fáciles de resolver, la cuestión es a qué velocidad lo hacemos y cómo no dejar hacer al rival. Hay que tener en cuenta que Sushi Striker esta concebido como un juego de partidas 1 vs 1, es decir, con ciertos mimbres de juego competitivo; por lo que de seguro tendréis que entrenar y experimentar hasta encontrar el estilo de juego que más se adecue a vuestras preferencias.

Para dar complejidad a la dinámica de juego se han introducido todo tipo de elementos como los genios (que nos darán habilidades que podremos activar), los objetos (consumibles para utilizar en batalla) y piñones (que determinarán la velocidad de nuestras cintas). Poco a poco, según avancemos en la historia, se nos introducirán con muy buena mano cada uno de los conceptos que hacen mas complejo y completo al juego en nuestro camino de convertirnos en el mejor lanzaplatos. También existen otro tipo de bonificaciones o habilidades pasivas que determinarán nuestro poder al recoger ciertos platos de Sushi, por lo que la habilidad y el pensar rápido serán casi tan importantes como la planificación antes de la batalla.

Al igual que en cualquier juego con cierto toque rolero también podremos subir de nivel a nuestro protagonista y genios, lo que nos permitirá incrementar nuestros PV (puntos de vida) y mejorar el menú de nuestros genios, lo cual nos permitirá incrementar nuestras posibilidades de encontrar platos de  diferentes colores con los que conseguiremos hacer más daño.

En cuanto a duración el título no va nada mal, ya que aparte de su campaña  tenemos un férreo modo multijugador en el que nos lanzaremos platos con amigos o desconocidos. El modo online permite que usemos nuestras mejoras adquiridas en solitario, aunque para equilibrar las batallas todos los objetos y personajes serán  fijados al mismo nivel (30). La mayor pega a todo esto es la inexplicable decisión por parte de los creadores de fijar un mismo sistema de batalla para los jugadores contrincantes, es decir, cada jugador debe contar con los mismos genios para combatir; algo que limita (muchísimo) las posibilidades estratégicas del título.

Un estilo delicioso

Artísticamente el juego es una maravilla, tanto en los visual como en lo sonoro. La cantidad y calidad de modelados diferentes dan para una serie que se prestaría tremendamente fresca, y las hilarantes conversaciones que acompañan a la trama hacen del modo historia una de las experiencias mas divertidas que personalmente he podido disfrutar en Nintendo Switch.

La BSO llega con una buena cantidad de temas pegadizos y adecuados para las diferentes situaciones y combates, lo que hace de este Sushi Striker un juego de muy buena factura y realmente a la altura.

Quizás los problemas más graves de esta versión de Switch vienen relacionados con el control, el cual sin ser malo parece no tan adecuado como podría ser el 3DS. Jugar al título con mando es de por sí bastante más complicado que hacerlo en modo táctil, más aún si pretendemos hacerlo con los pequeños Joycon con los que será bastante difícil ser preciso en algunos movimientos. Desde aquí recomendamos fuertemente hacer uso del control táctil si pretendéis disfrutar al máximo de esta experiencia, sobre todo a la hora de lanzaros platos con otro Sushi Striker en el modo online.

Otra pega que, si bien no es nada grave, es la no presencia de doblaje en japonés, algo que los más fans del anime recibiríamos con los brazos abiertos y que de seguro aportaría mucho a la parodia Shonen que se nos presenta en la campaña. Para terminar solo resta aclarar que el título llega íntegramente traducido al castellano y a un buen nivel.

Conclusiones de Sushi Striker: The Way of Sushido

Sushi Striker: The Way of Sushido es toda una sorpresa y uno de los grandes títulos de puzles de esta generación. Se trata de una oda a la diversión más pura y básica, que añade cierta complejidad a su fórmula con algunos elementos (genios, objetos) pero que tampoco deja de ser accesible para cualquier tipo de usuario. Tanto a nivel gráfico como argumental el título tira de frescura y buen rollo, intentando a cada momento arrancarnos una sonrisilla e invitándonos a echar otra partidita más. Se trata de un juego entretenido y adictivo que puede pecar de simple o monótono por su apuesta, algo de lo que parece consciente pero que tampoco ha servido como excusa para estancarse. Cabe señalar que el control en Nintendo Switch no es tan idóneo como se podría pensar en un primer momento, dejando en mejor lugar la versión para 3DS.

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