Tales of Arise. Primeras impresiones. Xbox Series X

Se pueden contar con los dedos de una mano las sagas que han alcanzado el hito de lanzar 17 entregas. Todavía más complicado es lo que promete Tales of Arise en su demo, que parece un soplo de aire fresco para un JRPG de los más tradicionales.

Un mundo sin contexto

Con un cuarto de siglo de historia es difícil no haber probado algún Tales of si somos amantes del género. Pero por si no lo hemos hecho hasta ahora, esta demo nos da unas pinceladas muy escuetas de la historia y nos sitúa en un punto indeterminado dentro del juego. Rápidamente entendemos que los protagonistas pertenecen a dos naciones enfrentadas, pero es algo que no tendrá ningún peso en esta breve experiencia.

Desde el primer momento contamos con un equipo de 6 personajes y podremos elegir controlar a cualquiera de ellos. De hecho, la primera elección que hagamos cada vez que iniciemos la demo de Tales of Arise, nos mostrará una escena final diferente al superarla.

El mapa que nos encontramos, aunque no es un mundo abierto como tal, destaca por sus escenarios muy extensos y repletos de enemigos. Esto junto a la posibilidad de interactuar de nuevas formas con el entorno hace que este Tales of Arise haya dado un salto hacia delante con respecto a sus predecesores.

Infinitas posibilidades

A nivel jugable es imposible no comenzar diciendo que Tales of Arise no es la mejor puerta de entrada al género JRPG. Como ya hemos comentado, desde el primer momento de la demo controlamos a un grupo de 6 personajes, pues bien, cada uno tiene unas habilidades diferentes. Mientras que uno es especialista en el combate cuerpo a cuerpo, otro ataca desde la distancia, otro necesita tiempo para cargar sus conjuros y no falta el especialista en revitalizar a sus compañeros.

Durante el combate cada personaje tiene un ataque básico que se puede emplear en ráfagas de 3, algo que irá aumentando, ataques especiales y una especie de definitiva que se va rellenando con el transcurso del combate.

Todo esto hace que la jugabilidad, sobre todo en el combate, sea bastante compleja si no estás acostumbrado a tener toda la información que aparece en pantalla durante toda la refriega. En cuanto aprendemos a manejarnos con todo esto comenzamos a disfrutar de la multitud de opciones que nos ofrece el combate, lo que nos permite hacer combos muy llamativos. El problema es que la corta extensión de la demo hace que nos quedemos con ganas de más cuando empezamos a coger el ritmo, bendito problema.

Fuera del combate también hay cosas que hacer, podemos descansar en unos campamentos que nos regresan la totalidad de los puntos de vitalidad y los puntos mágicos. En estos campamentos podremos cocinar con los ingredientes que vamos encontrando a lo largo del mapa, lo que nos dará ventajas en los próximos enfrentamientos.

El espectáculo visual de Tales of Arise

La experiencia es un grado, y Tales of Arise demuestra que ya tiene una fórmula muy bien estudiada y se dedica a perfeccionarla. Lo cierto es que a ningún fan va a sorprender este título en su parte jugable. Todo lo contrario sucede con el apartado visual, los escenarios son espectaculares, con una distancia de dibujado, en la versión de Xbox Series X, que nos ha dejado alucinados.

Pero quizá lo que más nos ha parecido de next-gen de este Tales of Arise en el apartado visual es la cantidad de partículas que se dejan ver en las animaciones que aparecen cuando se realizan los ataques definitivos.

Tras todo esto lo único que podemos deciros es que tenemos muchas ganas de que llegue el 10 de septiembre para ver el desembarco de Tales of Arise en las nuevas consolas y poder disfrutar del sinfín de horas que seguro nos ofrecerá el nuevo trabajo de Bandai Namco y lanzarnos de lleno a su historia.

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