Tempest. Análisis PC

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En ocasiones, podemos encontrar obras desde las que sumergirnos en vidas ajenas, algunas de otros tiempos que narran aventuras y peligros, tesoros que esperan ser encontrados, historias que esperan ser vividas… Si bien es magnífico observar una de esas historias o leer las propias palabras de quienes las vivieron, el mundo del videojuego permite hacer partícipe al usuario de la misma, haciendo de las grandes hazañas de los hombres, suyas.

Tempest es una de esas obras, desarrollado por Lion’s Shade y editado por HeroCraft, logra trasladarnos al siglo XVII, a un mundo que no corresponde al nuestro, pero a una serie de aventuras que, por el contrario, sí lo son.

Échemonos a la mar

Es su filosofía de juego la que consigue que esto ocurra, Tempest es un Action RPG de mundo abierto que invita al roleo desde el minuto uno, donde incluso la bandera que ondea en nuestro barco nos señala como objetivo o como aliado de las distintas facciones que hay en el videojuego. Tendremos que tenerla en cuenta y cambiarla si no queremos vernos involucrados en una lucha naval que te imposibilite alcanzar nuestro destino, aunque por el contrario, podemos alzar la bandera pirata y salir con nuestra tripulación como corsarios en busca de navíos mercantiles.

Por el oro y el ron

En cualquiera de los casos, uno de los pilares principales de este videojuego es el comercio de bienes con las distintas islas. Sorprende lo simple que puede llegar a ser el sistema de comercio en esta obra, lo que por un lado podría tomarse como una decisión inteligente con la que no abrumar al jugador con información y un sistema de comercio abierto. Pero por otro podría ser una de las principales críticas del juego, sobre todo por aquellos jugadores experimentados que buscan una experiencia mucho más realista y con mayor opción a la interpretación. Pero este no es un juego que busque la profundidad en sus mecánicas, se asegura de ser lo más intuitivo posible y nos bastará con un paseo por el tutorial para comprender perfectamente cada una de ellas.

La disposición de los menús es simple y sigue la misma filosofía que la economía dentro del juego, opta por un diseño minimalista y muy gráfico para hacer que el jugador no se sienta perdido entre ellos, eso a pesar de que no son pocas las opciones que encontramos en pantalla, que pasan desde el equipamiento del barco, hasta las habilidades de nuestro jugador y capitán, pasando por incluso la disposición de tus marineros dentro del barco para intentar aumentar su eficiencia lo máximo posible.

Las mareas traerán peligros

Intentemos vivir como un pacífico comerciante o como el terror de los mares, llegará un momento en el que tendremos que luchar, llegado ese momento deberemos preparar a nuestra tripulación y tener nuestro banco a punto para resistir los ataques enemigos.

Las batallas en este juego no se separan demasiado de otras obras vistas con anterioridad en cuanto al manejo de nuestro barco y de las armas que este incluye, es cómodo y podremos manejar toda la acción con las teclas, sin necesidad de pelear con ningún menú durante nuestras batallas navales. Tempest nos invita a entrar en lid con otras facciones e incluso ayudar durante las contiendas de otros, de la cual podremos sacar nuestro propio beneficio.

Otro de los motivos por los cuales el juego invita a no eludir las batallas es el poco peso que pone sobre el jugador cuando muere. Si esto ocurre, el jugador pierde parte de la tripulación y de los bienes que lleve en el barco, además de una cantidad de dinero. Hablamos de poco peso porque a pesar de que nuestro barco sea destruido y la tripulación aniquilada, no veremos eso reflejado cuando volvamos a empezar la partida, todo ello con una rapidez que invita a echarnos a la mar de nuevo y volver a intentarlo.

Navega junto a Davy Jones

Como hemos dicho anteriormente, el universo del juego no es un reflejo real del siglo XVII que conocemos, lo que no hace más que aumentar la épica dentro de la obra, no son pocos los elementos fantásticos que encontramos en el juego, desde bosses como el kraken, piedras rúnicas que nos otorgan habilidades especiales y la enorme capacidad de personalización de nuestros barcos, consiguiendo diseños realmente increíbles que hará que nuestra simple presencia sea motivo de miedo y respeto.

No son solo esos los elementos fantásticos que encontramos, y es que Tempest es un enorme reflejo de la literatura propia de la época. En las propias quests que tendremos que cumplir encontramos grandes historias de magia, fantasmas, tesoros y pillaje.

Conclusión de Tempest

Este es uno de esos juegos que pide que nos sumerjamos en su universo  y nos plantemos cómo queremos jugar, la filosofía a la hora de dar libertad al jugador recuerda a Mount & Blade Warband, tiene un progreso muy lento que puede hacer que durante las primeras horas de juego el jugador sienta que no está avanzando, pero al tener menos peso la muerte que en la obra de TaleWords Entertainment, consigue que el jugador no se estanque.

Es una buena recomendación para todos los amantes de las aventuras de piratas, para las que el juego puede ofrecer muchas horas de entretenimiento y aventuras.

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