The Legend Of Zelda: A Link between Worlds. Análisis 3DS

Desde Skyward Sword no tenemos un Zelda completamente nuevo y original. En esta ocasión, la aventura de nuestro héroe de orejas puntiagudas y ropajes verdes tiene lugar en Nintendo 3DS. Y es que, la portátil de la Gran N está más en forma que nunca, ofreciéndonos una nueva entrega de la saga The Legend of Zelda bajo el subtitulo: A Link between Worlds.

¡Despierta que ya es de día!

Como sucediese en su época con A Link to the past, esta aventura la comenzamos en el mismo Hyrule del mítico cartucho de Súper Nintendo con un Link al que se le han pegado las sábanas y llega tarde a cumplir sus labores en la herrería.

Debemos salir de nuestra casa y acompañar a Guri, hijo del herrero, para recibir una buena riña de su padre. Todo ello acompañado de la mítica melodía que todos conocemos en las largas travesías alrededor del mapa.

Una vez llegamos a la herrería, nos encomiendan la tarea de devolverle la espada a un Capitán que la olvidó, para ello debemos ir al Castillo.

Cuando ya nos encontramos en los muros de éste, vemos unas extrañas pinturas que los guardias están intentando borrar, y un amable soldado nos comunica que su Capitán ha ido al Santuario. Al llegar a este punto, las puertas se cierran de golpe dejando atrapada a Zeres, descendiente de uno de los siete Sabios.

Al conseguir entrar por fin al Santuario, escuchamos una malvada y característica sonrisa, se trata de Yuga, enemigo de esta aventura, que ha convertido al soldado y a Zeres en un cuadro para añadir a su colección. Link, debe informar de lo ocurrido a la princesa Zelda, que nos ayudará a intentar combatir a este enemigo.

Un ocupa en nuestra casa

La principal característica de A Link between Worlds, es que podemos realizar las mazmorras en el orden que nosotros elijamos, ya que casi desde el principio estarán todas disponibles al igual que los objetos necesarios para superarlas gracias a Rovio.

Rovio es un extraño vendedor, que ocupa la casa de Link, mientras éste se encuentra salvando el reino de Hyrule, a cambio en lugar de comprar todos los objetos a un precio desorbitado tendremos la opción de alquilarlos, este alquiler perdurará hasta que nuestro héroe caiga en combate. Como es característico en la franquicia, tendremos bombas, arco, boomeran, gancho… además de un cetro de fuego, otro de hielo y otro de arena, aunque el último no está disponible desde el principio.

Podremos alquilar todos estos ítems a la vez, lo que hace que en ocasiones y gracias al gran repertorio, nos confundamos a la hora de saber cual usar.

Un gran paseo por Hyrule

Gracias a nuestra espada podremos ir abriéndonos camino por las tierras de Hyrule, ya sea matando enemigos o cortando arbustos, que a su vez nos servirán para ganarnos una rupias.

El control de A Link Between Worlds es sencillo y efectivo a su vez. Espada y escudo serán nuestros compañeros de viaje como ocurre a lo largo de la saga.

Nuestro inventario puede estar casi completo a los quince minutos de juego, de ahí que nos podamos equipar dos objetos con los botones X e Y. Con la ayuda del panel táctil nos equiparemos un objeto u otro de manera rápida e intuitiva.

A lo largo y ancho de Hyrule, nos permiten guardar nuestra aventura, y a su vez podremos hacer un viaje rápido de una a otra para no tener que pegarnos largas caminatas a pie.

Una vez nos metamos en faena, apenas podremos tomar un respiro, y es que podremos enlazar una mazmorra con otra en apenas minutos.

Lo cierto, es que las mazmorras no suponen un gran desafío, pero son muy divertidas de realizar y muy variadas entre si.

Si nos quedamos atascados en una mazmorra, podremos usar unas monedas de Nintendo 3DS, que se consiguen andando, para recibir una pista que nos ayude a continuar nuestro camino.

Completar todo el juego, sin encontrar todos los secretos, podrá llevarnos entra 16 y 20 horas. Aunque algunas de estas side-quest nos ayudarán a conseguir corazones para Link, o mejorar nuestros ítems buscando a las crías de MaiaMai por todo el mapa, y un montón de minijuegos que pueden ayudar a mejorar a nuestro héroe.

Bienvenido a El Reino de Lorule

Cuando llevamos apenas un par de horas de juego, podremos acceder a Lorule, un mundo completamente contrario al reino de la princesa Zelda, Donde en Hyrule es bondad, en Lorule es malvad. Este mundo está lleno de ladrones, pícaros, monstruos y sobretodo por unos tonos grises y decadentes.

Hilda es la princesa de Lorule, que como ocurría con Zelda, ésta nos pedirá que la ayudemos a reconstruir su mundo.

Mediante unas misteriosas grietas podemos alternar entre Hyrule y Lorule, para acceder a ellas tenemos que convertirnos en pintura y desplazarnos por las paredes pulsando A cuando estemos cerca de una. Esta es la principal novedad del juego respecto a entregas anteriores. Aunque movernos por las paredes no es ilimitado, ya que tenemos una barra de que se irá agotando cuanto más tiempo pasemos fusionados con los muros. La barra también se gasta cuando usemos los ítems que alquilamos a Rovio.

En Lorule tendremos 7 mazmorras que podremos resolver en el orden que queramos, aunque algunas son claramente más difíciles que otras, pero ninguna supone un verdadero reto a los fans de la saga.

Pintando una obra de arte

Siguiendo el estilo gráfico de A Link to the Past, este The Legend of Zelda nos ofrece una perspectiva cenital en un entorno 3D dejándonos ver gran parte del mapeado. En Hyrule prima la viveza gracias al colorido de todo el entorno y que no encontramos escenarios vacíos, cada lugar que visitamos está hecho a conciencia para transmitirnos que es un entorno vivo.

En Lorule, sin embargo, priman los tonos grises, los monstruos más grandes y escenarios desolados, para dar la sensación de un mundo que está en decadencia y penumbra.

Las cinemáticas del juego recuerdan mucho a las de Ocarina of Time, perfectamente cuidadas y generadas por el motor del juego, una maravilla para la portátil de Nintendo.

Todo el juego se desarrolla de forma totalmente fluida a unos constantes 60 frames por segundo, sin bajones ni activando el 3D de la consola.

Decir que el efecto 3D de A Link Between Worlds es el mejor de la consola, es quedarnos cortos, ya que el tipo de vista cenital encaja a la perfección para el 3D, y es quizá en uno de los juegos desarrollados por la propia Nintendo en los que más se ha cuidado este efecto para crear muchas situaciones en las que lo podamos notar.

Escúchalo con orejas puntiagudas

Es maravilloso escuchar las clásicas melodías de la saga a modo homenaje y remasterizadas, la banda sonora es quizás el mejor punto del juego, ya que a mi particularmente la melodía de Lorule me parece maravillosa. Cada tema se adapta a la situación que nos encontramos y nos hace relajarnos o ponernos en tensión si el momento lo requiere, una auténtica delicia para nuestros oídos.

La banda sonora recuerda mucho a los de juegos anteriores creadas por Koji Kondo, del que ya hablamos aquí.

Los efectos de sonido, sin grandes alardes, cumplen con su cometido, particularmente se nos quedará metido en el tímpano la malévola sonrisa de Yuga.

Conclusión

The Legend of Zelda: A Link Between Worlds consigue transmitirnos la sensación de los Zelda de antaño pero con grandes novedades y características que le sientan genial a la saga.

La historia quizá es el punto flojo de este título, y es que es demasiado intuitiva y sencilla, pero lo compensa con su gran cantidad de mazmorras y secretos por descubrir.

A Link Between Worlds sin ninguna duda uno de los mejores títulos de Nintendo 3DS y un imprescindible para cualquier amante de la saga. Una maravilla técnicamente y tanto en el apartado visual como auditivo.

Lo mejor:

Lo peor:

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