The Legend of Zelda: Majora´s Mask 3D. Análisis 3DS

Hablar de la saga The Legend of Zelda es hablar de la historia viva de los videojuegos. Su primer episodio fue lanzado en el año 1986. 29 años han pasado desde entonces y hemos sido recompensados con varios capítulos de esta historia épica. El juego del que vamos a hablar fue lanzado en el año 2000. Muchos episodios han pasado desde su primer título, pero tras el enorme éxito, The Legend of Zelda: Ocarina of Time, un juego que vendió increíblemente bien y que es considerado como uno de los mejores juegos de la historia (Metacritic lo colocó en la primera posición con 99 puntos y en Gamerankings lo posicionaron como el segundo mejor de la historia), llegó The Legend of Zelda: Majora’s Mask y su particular visión de la realidad.

Gracias al lanzamiento de esta remasterización en Nintendo 3DS vamos a poder hablar de un título que fue “eclipsado” en su tiempo, pero que sin embargo, tiene la historia más oscura de toda la saga. Trasladémonos entonces a la tierra de Términa, un continente muy cercano a Hyrule, donde un niño travieso va a poner en jaque a toda la humanidad.

Un soplo de aire fresco

Primero nos situamos en el año 2000. Ya muchos juegos eran capaces de mover fondos en tres dimensiones sin problemas. Después de clásicos como Mario 64 o The Legend of Zelda: Ocarina of Time, estábamos ya acostumbrados a ver grandes entornos en Nintendo 64. Majora’s Mask ya era un juego increíble en su época, pero lo que nos encontramos en Nintendo 3DS es simplemente sublime. No vamos a decir que explota todo el poder de la consola, porque no es el caso y menos ahora con el lanzamiento de New Nintendo 3DS, pero la realidad es que tanto la re-definición de los entornos, los movimientos de Link y sus compañeros de viaje, están claramente a la altura de lo que esta consola puede ofrecer.

Link tiene el mismo aspecto que en la anterior entrega y Términa está tan bien detallada como Hyrule. Un montón de personajes diferentes, cada uno de ellos muy bien diferenciados y con una historia personal a la que en algunos casos tendremos que prestar atención por necesidades del guion y otras en las que si queremos, podremos decir -adiós muy buenas que tengo poco tiempo que perder-.

Los enemigos están muy bien diseñados y son muy variados, sobre todo los jefes finales de cada templo y si los comparamos con lo que nos encontramos en Nintendo 64, tienen diferencias notables. Por poner un ejemplo: la propia serpiente Twinmold ha cambiado radicalmente y ahora se hace más accesible y divertida de combatir.

Twinmold, el gusano gigante

Todos los elementos de la historia han sido tratados con esmero: los escenarios, los fondos, los templos… Todo en Términa es inspirador, pero hay una cosa que brilla por encima de todo: LOS SENTIMIENTOS. La tristeza, la resignación, la desesperación, la pérdida de fe… estas son algunas de las emociones con las que vamos a tener que lidiar. Sin duda fue uno de los mejores juegos de Nintendo 64 y aspira a convertirse en uno de los mejores títulos de la nueva portátil de Nintendo.

Melodías acordes con la ambientación

Este título cuenta con una banda sonora increíble. Todas las pistas están muy bien encajadas en la historia. El señor Koji Kondo elevó el listón con Ocarina of Time, pero en Majora’s Mask supo tratar los elementos musicales para que cada uno de los momentos de esta triste historia estuvieran siempre bien acompañados y sincronizados con las emociones que nos quieren hacer sentir. A modo de ejemplo de las sensaciones que percibimos gracias al sonido, solo con los ensordecedores gritos que exhortará Link al ponerse las distintas máscaras os puede dar una idea de hasta qué punto este juego es emocional e intenso.

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Gracias a Dios, durante la partida tendremos la misma Ocarina que utilizamos en el anterior episodio de la serie, pero con algunas melodías distintas a las encontradas en la historia para salvar Hyrule del cruel plan maquinado por Ganondorf. Las canciones en esta ocasión se centrarán más en el control del tiempo y su velocidad, mientras que en muchas de las melodías de Ocarina of Time, simplemente servían para viajar de un lugar a otro, o para comunicarnos con personajes. Como trataremos de explicar después, el paso del tiempo es algo fundamental en Majora’s Mask y la Ocarina y su uso serán vitales para lograr nuestros objetivos.

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La banda sonora, como es evidente, va a cambiar a través de las diferentes zonas que visitemos. Contará con algunas melodías tristes (incluso tétricas) pero como el juego también lo es, no podemos pedir un compañero de viaje mejor. Mención especial merecen las notas musicales más espeluznantes que se han escuchado nunca en un videojuego de estas características (las del Valle Ikana por ejemplo): sonidos atroces y tristes, pero también aterradores e impresionantes y por supuesto, el escuchar la música de Kakariko hará que nuestro corazón se colme con un pequeño aire de esperanza y buenos sentimientos.

72 horas

¿Qué podemos decir acerca de un juego como Majora’s Mask? Es muy difícil crear un título con una ambientación tan oscura e interesante después de haber mostrado tanta luz durante anteriores entregas. Es innegable que Shigeru Miyamoto, en aquellos años, estaba especialmente inspirado. Super Mario 64 fue delicioso, Ocarina of Time nos dejó sin palabras y Majora’s Mask fue el final perfecto para una trilogía de grandes juegos para Nintendo 64. Para nuestra fortuna, encontrarnos en Nintendo 3DS con este juego y todas sus mejoras, aunque sin cambios significativos en la historia y jugabilidad, nos da las ganas necesarias de volver a ponernos en la piel de Link.

Cualquiera que haya jugado un juego de la saga Zelda sabe que el principal objetivo sería salvar Hyrule y también a la princesa Zelda. Pero en esta ocasión, la historia en Majora’s Mask es bien distinta. Ahora tenemos que salvar Términa y no hay «princesitas» en peligro. De hecho, Zelda no será más que un recuerdo en la mente de Link en todo el juego.

Un niño misterioso, triste y apocado llamado Skull Kid, ha robado una máscara maldita. Cuando se la puso por primera vez fue poseído por un extraño poder y ya no pudo quitársela. Toda la rabia, todo el odio que tenía en su interior, le ha convertido en un ser muy poderoso y malvado que solo tiene un deseo: Términa tiene que desaparecer y con ella todo el mundo. ¿Cómo iba a lograr eso? Respuesta sencilla: lanzando un hechizo que hará que la luna se estrelle contra la tierra destruyendo todo lo que la habita. Y lo que es peor, nos da sólo 72 horas para evitar que esto ocurra.

Conociendo toda esta información diréis, ¿terminar un juego como Majora’s Mask en tan solo tres días? Eso es muy difícil (sobre todo si tenemos vida social, trabajo o vicisitudes que atender). Para empeorar las cosas el tiempo pasa más rápido en Términa que en nuestro mundo (obviamente) y en cualquier momento durante nuestra aventura, si no terminamos todas nuestras obligaciones en esos tres días, aparecerán las dos palabras que cualquier jugador detesta leer: Game Over.

¿Qué podemos hacer? ¿Está todo perdido? En absoluto, todavía tenemos con nosotros la Ocarina del tiempo y muchísimas máscaras que nos complicaran y facilitaran la aventura del mismo modo. Nada más empezar nos convertirán en un Dekú, un ser voluble, liviano y con una mirada tan triste como intensa. Vamos a aprender qué se siente al ser el enemigo, el ser otra persona.

Link transformado en Dekú

Este es sin duda uno de los puntos más fuertes de este juego: ponernos en la piel de los demás de la manera más real y salvaje que podamos. Seguro que mil veces habréis escuchado la expresión: “ponerte en la piel de tu enemigo”. En esta aventura se lo toman al pie de la letra y no solo de nuestros enemigos, sino también de nuestros amigos.

Comprender lo que sienten, sus habilidades, sus peculiaridades… hará que el paso del tiempo en Términa no sea un repetir continuo de búsquedas sin sentido, sino un tratar de comprender a los demás y solucionar todos los problemas en esa pequeña gran sociedad que es la Ciudad reloj.

Con la máscara de conejo correremos como el viento

¿Quién de vosotros no firmaría ahora mismo por volver atrás en el tiempo y actuar de otra manera para que algo sucediera de otro modo? Es bueno tener confianza en uno mismo y decir, “no me arrepiento de nada”, pero es mucho más valiente tener la oportunidad de actuar de otra manera y cambiar nuestro mundo para hacerlo un lugar mejor y esta opción se nos presenta en esta remasterización.

Volviendo al poder de nuestra Ocarina, pronto aprenderemos una melodía que nos hará retroceder en el tiempo al comienzo de nuestro periplo. Sí, habéis oído bien. Vamos a volver al día uno, con todas sus consecuencias. Esta era la única manera que teníamos en Nintendo 64 de salvar la partida de manera permanente, situación que se ha solventado en esta edición agregando otros muchos lugares donde salvar de manera fija y segura. ¿Esto significa que cuando terminemos un templo, si queremos, podremos jugarlo de nuevo? Sí. De hecho, este es uno de los puntos por los que este título es considerado por algunos jugadores como demasiado difícil o repetitivo. Tener que jugar y re-visitar un templo para poder alcanzar alguna zona es una idea brillante y muy original, pero a la vez muy arriesgada.

Tick, tock, tick, tock. Siempre a contrarreloj

 

Vamos a tener que solucionar en menos de 72 horas los problemas para poder llegar a la última jornada con la posibilidad de derrotar a Skull Kid y evitar que la luna acabe con el mundo entero. El juego nos recordará tras doce horas cuánto falta para que la luna aplaste nuestras cabezas poniendo fin a todo.

Con todos estos elementos en juego: la falta de tiempo, la tristeza y todas las máscaras con las que disimularemos nuestros problemas, la pregunta es: ¿Es este juego demasiado complicado y complejo? No, en absoluto, porque cada vez que terminemos un templo o una búsqueda importante, tendremos la oportunidad de, al salvar, que nuestros objetos clave sigan con nosotros. Si tenemos una espada, no la vamos a perder. Ni tampoco las armas encontradas como el tirachinas, el arco o las bombas, eso sí, no esperéis a que nos dejen munición. Lo único de lo que tendremos que preocuparnos es de jugar de una manera más intensa de lo habitual.

No hay tiempo que perder

De todas las historias de The Legend of Zelda, Majora’s Mask es la más triste, la más oscura y la más rara de todas, pero no en un sentido negativo. Para aquellos que crean que los juegos de Nintendo son todo sol, corazones y piruletas, tratad de pasaros esta aventura, poneos en la piel de los personajes y sus situaciones personales y juzgad por vosotros mismos.

La rejugabilidad es obvia. Aunque en algún momento vamos a querer dejar de dar marcha atrás en el tiempo, también nos va a fascinar terminar todas las misiones secundarias que podremos encontrarnos durante nuestra aventura, que son muchas, muy variadas, divertidas y gratificantes. Personajes que solo aparecerán a determinadas horas, situaciones que solo se podrán solventar en días concretos y con máscaras por doquier para coleccionar y utilizar. Destripar todos estos secretos y cumplir nuestro diario de ruta va a ser una tarea ardua pero provechosa.

Conclusión

Gracias al equipo Grezzo tenemos una gran oportunidad para disfrutar de un gran juego. The Legend of Zelda: Majora’s Mask 3D es divertido, adictivo, difícil y gratificante. Por una vez, el héroe de esta aventura tendrá que actuar de una manera que nunca habíamos visto antes en la serie. Imaginaos la película Atrapado en el tiempo o Memento, luego lo mezclamos con un capítulo de esta serie de videojuegos y nos encontraremos con esta joya: uno de los mejores juegos de Nintendo 64 y, sin duda, la historia más triste que querremos jugar una y otra vez ahora en nuestras Nintendo 3DS.

La secuela de Ocarina of Time fue la razón por la que muchos de nosotros nos compramos una Nintendo 64 y ya que la compañía de Kyoto nos ha dado la oportunidad de jugar este título en 3DS, gracias a esta solicitadísima remasterización, tratad de jugarlo lo antes posible. Fuera estereotipos, clichés o malos pensamientos acerca de este juego.

Majora’s Mask es un lugar donde comprenderemos el valor de la amistad, el apreciar el día a día, el reconocimiento de la verdad ante la mentira y la promesa de una vida mejor. Este juego es una maravilla, tan bueno como su hermano mayor Ocarina of Time 3D y un título que os mantendrá atados a vuestras consolas portátiles dispuestos a evitar que la mentira, el odio y el mal pesen sobre vuestras cabezas.

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