The Swindle. Análisis PS4

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Size Five Games ha dado la campanada con un título en el que encarnamos a un ladrón que deberá robar un artefacto en un Londres con estética steampunk que supondría el fin de su gremio en tan solo 100 días. Para ello, debemos ir superando cada uno de los escenarios que se nos presenta cada día, todos creados de forma aleatoria, por lo que ninguno será igual. Esto produce ciertas incoherencias en ocasiones, como puertas que no conducen a ningún lado, zonas que son imposibles de robar porque el guardia de turno no se mueve, etc.

La premisa de los 100 días es la mejor excusa para mantenernos en tensión durante toda la partida. Si morimos, nos restan un día. Si completamos el nivel, también se reduce el número de días, por lo que la presión de no fallar es una constante. A veces si no somos lo suficiente hábiles, sonará la campana de alerta, y es cuando el título se vuelve frenético, teniendo que elegir si huir antes de que llegue la policía o seguir robando para hacer más grande nuestro botín.

The Swindle permite mejorar nuestras habilidades, como la velocidad a la que nos movemos, hackear de una manera más sencilla o ir desbloqueando distritos. Esto último es lo más importante, pues para terminar el juego tenemos que llegar al último. Aquí, junto a los 100 días, se introduce una nueva premisa. ¿Debemos gastar nuestro preciado dinero en mejorar a nuestro ladrón, o en cambio es mejor desbloquear distritos del tirón?

Los escenarios se generan de forma aleatoria en cada partida, algo parecido ocurre con nuestro  personaje. Si muere, otro ladrón con su propio aspecto y nombre ocupará su lugar, pero no esperéis que se comporte de manera diferente como en el genial Rogue Legacy, aquí es meramente estético y representativo de que The Swindle no ofrece segundas oportunidades. En esto reside la gracia del juego, el qué hacer y cómo llevarlo a cabo.

Aun así, el título goza de ciertos errores y decisiones que se podían haber tomado con mejor medida. Uno de ellos es el sistema de salto, un poco tosco, y ya sabemos que en este tipo de juego el control y su respuesta es lo más importante. Otra cosa que no nos ha gustado, aunque en realidad forma parte de la idea del juego, es que los escenarios se basen en una sola zona de robo. Es decir, una especie de cápsula nos llevará de nuestro refugio al distrito elegido, con solo un establecimiento que robar. No podemos delinquir y seguir adelante en busca de nuevas víctimas, si no que una vez saqueemos todo, nos tocará volver a la cápsula y abandonar el escenario.

Apartado técnico

Gráficamente, The Swindle es un juego muy sencillo. Un  servidor es fan de la estética steampunk, y aunque el juego la utiliza en unos bonitos fondos de la capital británica, estos son muy estáticos. Tenemos uno diferente por cada distrito, en total seis, y se acabó. El diseño de los ladrones es lo que más nos ha gustado, mientras que los escenarios son todos muy parecidos entre sí. Una cosa que nos ha gustado mucho, es el zoom que se le aplica al personaje en ciertas situaciones, como cuando hackeamos, por ejemplo. Esto sirve para darle un punto más tenso a nuestro hurto.

Es de agradecer que The Swindle venga totalmente en castellano, algo que muchos títulos, incluso nacionales, han obviado en los últimos meses. En cuanto a su apartado sonoro, destacan su melodías, sobrias cuando estamos ocultos en las sombras, pero muy cañeras cuando nos han visto y dan la voz de alarma. En definitiva, un apartado técnico en la media de estos títulos de bajo presupuesto.

Conclusión de The Swindle

Una vez más, tiene que venir un juego indie para aportar un soplo de aire fresco a un catálogo inundado por clones. The Swindle te enganchará por el simple hecho de querer saber si somos lo suficientemente hábiles de pasarnos el juego en 100 días (virtuales). Si no se da el caso, volveremos a intentarlo. Los jugones somos así de cabezones.

Lo mejor

Lo peor:

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