Thimbleweed Park. Análisis Nintendo Switch

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Thimbleweed Park es la última joya creada por Gary Winnick y Ron Gilbert. Nacido del mecenazgo de Kickstarter el juego aterrriza ahora en Nintendo Switch, y con esto ya podemos decir que si alguien no lo ha jugado es simplemente porque no quiere, ya que el título tiene la fortuna (ganada y merecida) de haber sido estrenado en prácticamente todas las plataformas actuales: Linux, Microsoft, OS X, iOS, Android, Xbox One y PS4.

¿Por qué atrevernos con Thimbleweed Park?

Existen motivos de sobra para darle una oportunidad a este Thimbleweed Park. En primer lugar, es un hecho que tanto Gary Winnick como Ron Gilbert son considerados semidioses por los amantes de las aventuras gráficas, una fama bien ganada ya que estos dos señores fueron en gran medida responsables de una de las etapas más brillantes del género en los tiempos de LucasArts, con juegos como: Maniac Mansion o The Secret of Monkey Island (y sucesores). Si sois fans de estos dos artistas Thimbleweed Park os viene como caído del cielo. Con una calidad más que a la altura llega también cargado de grandes dosis de nostalgia y guiños a aquellos juegos que seguro disfrutaréis de una manera muy especial.

En segundo lugar, los jugadores menos habituados al género que rehuyen de la complicación intrínseca del mismo pero que a la vez son atraídos por sus buenas historias, también estáis de enhorabuena. Ésta es la perfecta oportunidad para introduciros en el género y disfrutarlo como si lo hicieseis desde siempre.

Thimbleweed Park es un juego para todos y con una clara esencia de los 90, aunque esto no lo saca de ser un título perfectamente actualizado a los tiempos que corren. Da la posibilidad de jugar de dos maneras, una fácil con puzles menos largos y otra difícil para que el reto sea parecido al de las aventuras gráficas de por aquel entonces. En cualquier caso el juego no es excesivamente duro con el jugador y no tendremos que estar dando vueltas y vueltas si no queremos… ni tampoco tener que buscar en una guía. Tendremos en todo momento (y en cualquier modo) una lista de acciones que deberemos completar, además, si no sabemos muy bien por dónde tirar siempre podremos llamar a un número de teléfono (en el juego obviamente) donde el PistaTron 3000 nos ayudará a solventar ciertas dudas que se nos vayan surgiendo. ¿Ahora no da tanto miedo la cosa no?

Un «clásico» de los point & click

Como bien rezaba mi compañero David Losada Figueiras en su análisis para PC del título, Ron Gilbert nunca ha pasado desapercibido en el mundo de los videojuegos. Decir que este señor es una eminencia puede quedarse corto. En realidad podría considerarse como padre de este género ya que es responsable de bastantes títulos de gran éxito que elevaron hasta cotas de ventas imposibles a día de hoy para los point and click.

Obras como Maniac Mansion y Monkey Island llevan su firma, y también se ha atrevido a experimentar el terreno de los puzles y plataformas en su inesperado The Cave. Vamos, que es la persona adecuada para reflotar un género que en esta nueva era de los videojuegos esta pasando por sus horas más bajas desde los dorados 90.

Thimbleweed Park resucita aquellas formas que hicieron grandes a las aventuras gráficas. Para empezar volvemos al SCUMM, el sistema de juego basado en verbos que nos permitirán ir resolviendo las situaciones que se presenten. Podremos: dar, usar, coger, empujar, tirar, hablar, abrir, cerrar y mirar. Acciones de sobra para plantearnos cientos de rompecabezas diferentes en los que cada respuesta nos acercará un poco más a resolver los misterios ocultos en Thimbleweed Park.

Esta aventura transcurre en un extraño pueblo habitado por gente igual de extraña… Todo comienza cuando la agente Ray y el agente de categoría junior Reyes son enviados a la localidad para investigar un cadáver encontrado en un río cercano. En primera instancia nos chocará ver que esta vez tocará manejar a más de un personaje, y no sólo serán dos, sino que durante el juego tendremos la posibilidad de controlar hasta 5 personas diferentes con características y capacidades distintas.

Podremos explorar todo el pueblo a nuestro antojo y al ritmo que queramos. Poco a poco nos daremos cuenta que cada personaje cuenta con sus motivaciones personales, algo realmente interesante ya que será fácil encariñarse con cualquiera de ellos y querer saber cuál es su verdadera historia y los secretos que guarda.

La colaboración entre personajes será crucial. Muchas veces tendremos que analizar cuál será el más capacitado para según qué acciones, además de que muchas otras necesitaremos que se ayuden entre ellos para poder seguir avanzando. Es curioso lo bien implementandos que están y los útiles que pueden llegar a ser todos en algún momento de la historia. Una pena que no sean demasiado abundantes esos momentos de colaboración in situ.

Aún así tenemos puzles bien elaborados, con montones de objetos que deberemos utilizar y combinar para poder salir de según qué aprieto, aunque también existen motones de ellos que solo estarán ahí para marearnos más la cabeza y llenar nuestro inventario de biiip-erda (como diría Ransome «El payaso»).

Por supuesto tendremos que rompernos la cabeza y estrujarnos el cerebro en muchos momentos, pero estamos ante una aventura gráfica donde prima una lógica más «realista» que en aquellas aventuras de LucasArts. Además en caso de pérdida el juego siempre estará dispuesto a ayudarnos… aunque tampoco lo hará si no queremos.

Un gran misterio y mucha gente peculiar

Thimbleweed Park es un juego cargado de humor y muy buen rollo. Aparte de los incontables guiños a anteriores trabajos de los desarrolladores (como la compañía de videojuegos MucasFlemm la cual se nombra en más de una ocasión) tenemos un montón de referencias geek, cine clásico y música..

Es toda una oda a aquellos maravillosos 90. A nivel visual tenemos un pixel art muy actual y moderno, que caricaturiza un pueblo extraño habitado por toda clase de frikis. Lugares como el videoclub y la cantina de Sandy y Dave (¿ a alguien le suenan de algo?) son claras referencias a establecimientos típicos de América en aquellos tiempos y que se ven perfectamente recreados en el juego.

El buen humor esta presente hasta en los personajes más misteriosos y “peligrosos”. Tanto el sheriff del pueblito, como la bruja gitana o las extrañas gemelas Pidgeon (y sus señales)… todos tienen un lado oscuro pero a la vez gracioso y desternillante. La BSO tiene varios temas que acompañan a la perfección y que sin duda son muy buenas piezas, aunque con el transcurso de las horas se irán repitiendo irremediablemente ya que haremos mucho back-tracking a las mismas zonas.

De esta versión para Nintendo Switch tenemos que decir que se trata de un port muy completo y que nos permite disfrutar de esta aventura como nos venga en gana. El apartado gráfico y sonoro es el que tiene que ser y la tasa de framerate se mantiene estable como en la versión de PC, aunque en ciertas ocasiones notaremos una ligerisima caída al cambiar de pantalla. Nintendo Switch nos da la posibilidad de disfrutar el juego de tres maneras: en nuestra TV con el mando, en modo portátil con los Joycons como mando o en modo táctil utilizando la consola como si fuese una tablet ( ésta última sin duda la manera más ágil y cómoda).

Existen un montón de historias, conversaciones y documentos que nos revelarán cosas sobre este peculiar lugar y sus gentes, pero sólo nosotros seremos responsables de juntar toda esa información para llegar a la verdad absoluta… Sin caer en el spoilers solo podemos decir una cosa: en Thimbleweed Park nada es lo que parece.

Conclusiones de Thimbleweed Park

En conclusión, es un auténtico placer ver que títulos como Thimbleweed Park hayan triunfado tanto y que se estrene en tantas plataformas para que cualquiera lo pueda jugar. Después de su exitosa campaña de Kickstarter, que haya salido un juego de tanta calidad supone un respiro para la plataforma que le aporta algo de credibilidad después de una larga lista de decepciones. El juego de Gary Winnick y Ron Gilbert es un insta-clásico del género de las aventuras gráficas. Un juego cargado de nostalgia, guiños y sobre todo muchísimo buen humor. Una pena que se acabe y que para los más hardcoretas del género haya resultado un tanto sencillo… Aunque a la vez esto también resulta positivo de cara a nuevos jugadores, ya que volver a meterse en los point and click con Thimbleweed Park puede ser la mejor manera posible en este 2017.

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