Trials of Mana. Análisis del remake del jrpg

Si de algo podemos estar seguros es que la Super Nintendo fue una de esas consolas que dejó huella en la historia, y que solamente los que vivimos esa época podemos darnos cuenta de lo importante que fue. Durante esa época era de lo más común que juegos de otras regiones, como los japoneses, jamás salieran del mercado nipón, y Seiken Densetsu 3 fue uno de los ejemplos más doloroso. Tras Collection of Mana, que corrigió esta injusticia, ahora Square Enix ha decidido dar un paso más adelante y lanzar Trials of Mana, un remake en toda regla para poder disfrutarlo con mecánicas más actuales.

Koch Media nos trae para PlayStation 4 y Nintendo Switch la versión física (también está disponible para PC mediante Steam) que nos trae algunas novedades, manteniendo el espíritu original del juego.

Seis personajes, tres destinos

Uno de los aspectos más interesantes que tuvo en su momento Trials of Mana fue el aspecto en el que nos contaban la historia, y es que antes de nada ya nos dejaban escoger tres personajes entre seis posibles. El primero que seleccionábamos sería el protagonista, y los otros dos los acompañantes, lo que tendría repercusiones en la historia que se nos contara.

En total tenemos tres formas distintas de vivir Trials of Mana, visto de una manera u otra dependiendo de la combinación de personajes que escojamos, y cada una nos llevará unas 20 horas en completarlas, por lo que si queremos conocer todos los entresijos deberemos jugar unas 60 horas. A esto debemos añadirle un epílogo tras la escena final de créditos que es uno de los nuevos añadidos, dándonos un poco más de conclusión para la historia y otorgándonos nuevas categorías definitivas a nuestros personajes.

La historia en sí está llena de lo que hoy conocemos como tópicos y clichés de la época, pero que por aquel entonces no estaba tan manido como ahora, por lo que debemos tener en cuenta esto. No veremos un guion que sea impresionante ni nada por el estilo, pero será más que suficiente para poder disfrutar de un juego bastante divertido en general.

Jugabilidad clásica con algunas novedades

Trials of Mana nos ofrece algunas nuevas inclusiones en las mecánicas de combate, que sigue siendo fiel a la experiencia original pero menos frustrante y repetitivo. Estamos ante un jrpg con un combate en tiempo real donde deberemos atacar a nuestros enemigos para cargar una barra y así poder utilizar nuestras habilidades especiales. En esta edición tenemos un ataque normal y otro fuerte, que podremos combinar para hacer combos (incluyendo aéreos), un botón de salto y uno de esquiva, lo que nos ofrece más posibilidades durante los combates.

También podremos escoger atajos para utilizar las habilidades y objetos más comunes, así de esta manera no tener que estar constantemente navegando entre un mar de menús durante los combates, que era uno de los problemas del original y que nos hacía perder un poco el hilo del combate con interrupciones constantes.

En cuanto a lo que respecta a la cámara, cambiamos de una visión cenital a una en tercera persona, aunque hemos de decir que la experiencia en este sentido es bastante mala y es que, aun cuando hemos fijado un objetivo, por momentos hace lo que le sale de las narices y mira a donde quiere, convirtiéndose en un problema más de una vez. Durante los combates deberemos interrumpir las habilidades de nuestros enemigos así como esquivar sus ataques de área, por lo que ver bien es fundamental para sobrevivir.

Otro de los aspectos que han mejorado algo, pero no lo suficiente, es la IA de nuestros aliados, y es que muchas veces acabaremos muy frustrados con ellos. Obviamente no nos vamos a tirar de los pelos durante nuestras partidas, ya que la experiencia en general es de lo más satisfactoria, pero no hubiera sido malo haberle dado un par de toques de atención a esto, ya que afean un poco la experiencia.

En general, tenemos a nuestra disposición lo habitual en el género, con exploración y búsqueda de objetos ocultos (que por cierto, se han mantenido en el mismo lugar que en el original en muchos casos), combates por todos lados, jefes un poco más duros y armas y habilidades. De hecho, en cuanto a esto último también tenemos novedades y es que cada personaje cuenta con hasta seis posibles cambios de categoría. No hay combinación mala gracias a que podremos conseguir pasivas y habilidades que cambien su rol, por lo que si los orientamos no habrá malas combinaciones.

Un apartado técnico menos cuidado

A pesar de que se han encontrado bastantes mejoras en este apartado, con nuevas texturas, gráficos, iluminación… vemos que sigue siendo un título que nos va a parecer bastante desfasado para la actualidad. Está claro que no estamos ante un reboot o un gran trabajo como los que hemos recibido últimamente, pero un poco más de mimo no hubiera estado mal.

De hecho, uno de los aspectos más negativos las encontramos en las cinemáticas y las animaciones, con personajes muy poco expresivos y grandes problemas de movilidad. Se nota que ha sido el apartado más descuidado, aunque es cierto que tampoco nos va a importar demasiado para los que disfrutamos con los JRPG.

En cuanto al aspecto sonoro, estamos ante un buen trabajo, con voces en inglés y japonés, así como con textos en castellano. En cuanto a la banda sonora nos encontramos con la posibilidad de disfrutar de la versión original de hace algo más de 20 años, así como una nueva versión que, si bien no es un mal trabajo, no está a la altura del trabajo original.

Conclusiones de Trials of Mana

Square Enix y Koch Media nos traen un interesante remake de uno de los JRPG de Super Nintendo más interesantes, el cual no hemos podido ver en tierras Occidentales hasta hace poco más de un año. Trials of Mana nos da un título que nos va a durar hasta 20 horas, aunque si queremos conocer toda la historia, necesitaremos completarla desde los tres puntos de vista, lo que nos va a dar un total de 60 horas a lo que debemos añadirle unas 3-5 gracias a su epílogo. Además tendremos un modo de juego+ donde conservaremos algunas cosas de nuestra anterior partida para que la segunda y tercera vez sea más llevadera.

Nota: 7,5