Wonder Boy: The Dragon’s Trap. Análisis PS4

El clásico Wonder Boy III: The Dragon’s Trap desarrollado por Westone allá por el año 1989 para Sega Master System, regresa de la mano del estudio Lizardcube y DotEmu bajo el título Wonder Boy: The Dragon’s Trap con un aspecto mejorado y rediseñado sin perder ni pizca de su personalidad.

La maldición de Wonder Boy

Wonder Boy: The Dragon’s Trap es un título de plataformas y aventura donde encarnamos a Wonder Boy, o a Wonder Girl por primera vez en su historia la coprotagonista chica, el cual ha sido afectado por una maldición y deberá investigar una gran cantidad de lugares hasta encontrar la forma de deshacerse del encantamiento. La trama, para aquellos que tuvieron el placer de disfrutar del original, respeta gran parte de su desarrollo así como lugares y acontecimientos a lo largo de esta.

Según avanzamos en las horas de nuestra sesión de juego vemos que la historia no es su principal fuerte, simplemente nos sirve como excusa para adentrarnos en este colorido mundo y darle sentido a todo lo que nos rodea. No obstante, sí encontramos alicientes muy interesantes e importantes como los cambios de personaje, es decir, el chico/chica al derrotar al Meka Dragón, principal causante de la maldición, le convierte en un lagarto. Desde este punto tenemos como objetivo derrotar a los diferentes dragones para ir avanzando en la maldición, pasando por un total de seis aspectos: lagarto, ratón, piraña, león y pájaro. Cada uno de ellos con una limitación y especialidad diferente que nos ayudarán para seguir desbloqueando zonas y avanzar en ellas.

Nuestro protagonista se moverá a través de escenarios en dos dimensiones repletos de enemigos únicos, a veces los mismos con modificaciones, y realmente molestos. Wonder Boy: The Dragon’s Trap es un título exigente en cuanto a habilidad debido a varios aspectos, ya sea por sus enemigos u obstáculos que nos van apareciendo. Sinceramente, nosotros hemos muerto en numerables ocasiones e incluso llegando a desesperarnos en algunos puntos, no obstante esto es lo que hace que Wonder Boy: The Dragon’s Trap sea divertido y adictivo.

Este sistema se ve muy influido por el equipamiento, que a través de un vendedor -con aspecto de cerdo- podemos comprar espadas, escudos y armaduras con las que aumentar nuestras estadísticas en combate como ataque y defensa. A veces, podremos comprar equipo especial con habilidades como ser invulnerables ante el daño de la lava.

Durante los primeros compases del juego -tras la derrota del Meka Dragón- habrán zonas que nos cuesten más que otras, e incluso enemigos que nos dañen y/o aguanten más nuestros ataques. A medida que vamos construyendo nuestro personaje vemos como duramos más en combate así como potenciado nuestro poder. En casi todas las zonas habrá un armero con armas y armaduras que vender, y posiblemente muchas de ellas nos servirán de gran ayuda.

Wonder Boy: The Dragon's Trap

Por otro lado, Wonder Boy: The Dragon’s Trap también cuenta con habilidades especiales que se consiguen en forma de ítem caídos al derrotar enemigos. Gracias a ellos podemos conseguir una bola de fuego, un mini tornado, un boomerang o incluso una flecha para dañar a nuestros adversarios desde la distancia. Todos estos se lanzan hacia la dirección donde esté mirando el personaje, a excepción de las flechas que son lanzadas hacia arriba, perfectas para dañar enemigos voladores o dañar dragones.

En cuanto a la dificultad se refiere estamos ante un título que posee tres dificultades diferentes para adaptarse al jugador. Aunque ya avisamos que en una dificultad media en varias ocasiones se nos hará bastante complicado avanzar e incluso derrotar un par de dragones nos llevará un tiempo. Esto se debe a la gran cantidad de enemigos y obstáculos bien situados que, según avanzamos en las zonas, estos se van haciendo cada vez más fuertes siendo totalmente obligatorio farmear monedas para comprar nuevo equipamiento.

Pero esto desespera un poco más al tener en cuenta que cada vez que la cantidad de corazones se vacíe por completo tendremos que empezar de nuevo desde el principio, desde la Aldea inicial teniendo que repetir todos los pasos anteriores hasta llegar al mismo lugar. Además de perder todos los objetos de habilidades conseguidos y almacenados, pero como punto positivo decir que la cantidad de monedas conseguidas no se pierde tras cada muerte.

Entre lo moderno y lo retro

Wonder Boy: The Dragon’s Trap cuenta con un apartado visual atractivo y muy bonito ante la vista, compuesto por una gran variedad de entornos que juegan de manera fantástica con los fondos y planos de profundidad. Nada que envidiar a entregas actuales como Rayman. Las zonas disponibles van desde desiertos y volcanes hasta junglas, playas y localizaciones acuáticas. Lo mejor de todos estos escenarios es que son bastante grandes y cada uno cuenta con obstáculos únicos, como un suelo lleno de saltadores o plataformas por las que saltar evitando lava. A parte de ser un poco ‘trolls’ gracias a puertas que no conducen a ningún lugar o pasillos que, por arte de magia, hacen que aparezcamos al principio de la mazmorra.

Esta edición del clásico de 1989 cuenta con un renovado lavado de cara que gustará tanto a nuevos como antiguos jugadores. El apartado gráfico cuenta con animaciones y diseños hechos a mano en alta definición, de hecho en estas podemos ver en ocasiones los trazados así como una paleta de colores muy viva y adecuada en cada lugar, incluso en las partes más oscuras. Prácticamente, todas las tonalidades escogidas para la obra lucen impecablemente y funcionan armónicamente entre ellas. Pero esto no se queda ahí, ya que el alma de la fiesta recae en el diseño de escenarios y personajes, como los distintos aspectos de nuestro protagonista.

Asimismo, esta versión mejorada y actual de Wonder Boy: The Dragon’s Trap también dispone de un paisaje sonoro reorquestado para la ocasión, es decir, la banda sonora que nos acompañará en todo momento ha vuelto a ser grabada así como todo su repertorio de sonidos y efectos.

Pero si sois jugadores que ya conocéis este título, el estudio Lizardcube ha pensado en vosotros y para jugar un poco con vuestra nostalgia, han puesto al alcance una opción para cambiar tanto los gráficos como la música y sonidos al estilo retro para vivir la aventura de Wonder Boy tal como en su versión original. Y lo mejor de todo, que este cambio entre estilos los podemos hacer desde la propia partida, de forma dinámica sin perder ni pizca de jugabilidad ni tener que pulsar el botón de pausado.

Conclusión Wonder Boy: The Dragon’s Trap

Lizardcube ha hecho un gran trabajo con esta reedición del clásico Wonder Boy III: The Dragon’s Trap de Westone. El lavado de cara en gráficos y sonido le sienta perfectamente, sumado a la opción de poder cambiar al estilo retro de la versión original le convierte en un gran título de plataforma y acción que no defrauda en absoluto. Cierto es que un jugador experimentado y con cierta habilidad podrá completar el juego en pocas horas, aun así nos es casi imposible ponerle pegas a Wonder Boy: The Dragon’s Trap porque cumple muy bien con su cometido y nos lo hace pasar francamente en grande.

Salir de la versión móvil