Lo que ocurriría antaño tras el cambio de Xbox a Xbox 360 vuelve a ocurrir. Y es que aunque Xbox 360 haya sido todo un éxito en ventas y en acogida de mercado parece que los chicos de Microsoft quieren romper todo tipo de conexión con esta y desmarcarse con su nuevo sistema, como si lanzaran una consola al mercado directamente desde 0. Y es que recientemente Microsoft ha confirmado a los medios de prensa que Xbox One no será compatible con los periféricos y gadgets que se pueden usar a día de hoy en Xbox 360.
Es decir, si tienes un par de pads inalámbricos ya los puedes guardar junto tu Xbox 360 (bueno, realmente no guardes mucho tu Xbox 360 ya que la necesitarás para jugar a tus viejos juegos, ya que no tendremos retro-compatibilidad, pero ese es otro cantar) porque no serán funcionales con la nueva consola. Lo mismo ocurre con los volantes, joysticks y demás periféricos, aunque es algo muy comprensible y esto se debe básicamente a que con la nueva Xbox One el sistema de transferencia de datos consola-pad (u otro periférico) será por Wifi direct. Y es que es un cambio a mejor, ya que por ejemplo, con esta nueva tecnología conseguiremos una mayor calidad de audio en nuestros cascos inalámbricos en los chats de voz y mejora en la trasnferencia de datos.
Pero hay más, cuando mencionamos que no será compatible con otros periféricos queda evidente en el aire que nuestros discos duros de 360 tampoco lo serán, eso sí, siempre podremos conectar un HD vía USB por cualquiera de las 3 entradas de las que dispone la consola, y si os preguntáis porqué hablamos de esto, es por el siguiente motivo; el disco duro de Xbox One no será reemplazable. Es decir, solo tendremos ese disco duro de serie y para removerlo habría que abrir la consola, con lo que ello conlleva (perder la garantía).
Aun así 500 Gb se nos antoja suficiente espacio, pero claro, con la nueva necesidad de instalar los juegos en el HD y el futuro próximo de las descargas digitales por encima de los juegos en formato físico, por mucho cloud gamming que tengamos… puede resultar escaso.
Es pronto para comparar con PlayStation 4, pero todos estos inconvenientes puede que también se encuentren en la nueva consola de Sony (poco sabemos aún de la apuesta de Sony aunque se presentara mucho antes). Esperemos que el E3 arroje algo más de luz sobre nuestras continuas dudas.