Después de años de espera y muchos “ojalá lo rehicieran”, Final Fantasy Tactics – The Ivalice Chronicles finalmente aterriza en consolas modernas y tenemos listo nuestro análisis. Y vaya que se nota: este clásico de PSOne no solo revive la magia de su época, sino que nos permite reencontrarnos con Ivalice, un mundo lleno de intrigas, guerras y personajes que dejan huella.
No estamos solo ante un TRPG, sino ante una aventura donde cada decisión estratégica y cada movimiento en el tablero cuentan, y donde la historia consigue atraparte con sus conflictos, ambiciones y traiciones, todo envuelto en ese tono oscuro que siempre ha distinguido a la saga.
Lo más emocionante es cómo el combate combina la profundidad del rol táctico con el sistema de oficios que todos conocemos, ofreciendo infinitas posibilidades para experimentar y rejugar. Esta versión remasterizada pule lo suficiente para sentirse moderna sin perder la esencia que convirtió a este título en un referente. La narrativa sigue siendo contundente: personajes que crecen, alianzas que se rompen y la guerra mostrando su lado más crudo, todo mientras nos engancha a cada turno. Eso sí, no está libre de polémica, y más en la comunidad hispana, aunque de todo esto y mucho más hemos querido hablaros. Os lo contamos.

Cincuenta años después de una gran guerra: análisis Final Fantasy Tactics – The Ivalice Chronicles
Ivalice no es un lugar amable: los reinos vecinos están al borde del colapso y la vida cotidiana se ve devorada por la corrupción, el hambre y la delincuencia. Tras un breve respiro, la amenaza de una nueva guerra civil por un trono vacío se cierne sobre todos. En medio de este caos encontramos a Ramza Beoulve, hijo menor de una familia noble, que intenta mantenerse fiel a sus ideales de justicia mientras la historia lo arrastra hacia oscuros secretos. Pronto descubre una conspiración que involucra a la propia iglesia en su intento de resucitar a un demonio, y para colmo, la traición de su amigo Delita lo condena al olvido mientras este último es recordado como un héroe.
A diferencia de las aventuras más luminosas de la saga principal, The Ivalice Chronicles apuesta por una narrativa madura, cargada de intrigas políticas y decisiones difíciles. Aquí los personajes no son ni héroes perfectos ni villanos absolutos, sino piezas de un tablero donde la ambición y el poder dictan cada movimiento. Esa oscuridad y complejidad hicieron que esta entrega se convirtiera en una de las más memorables y atractivas para quienes buscan algo más allá de la típica fantasía épica.
De hecho, la historia de Ivalice comparte espíritu con la saga hermana Tactics Ogre, aunque en este caso se mantiene la esencia de su mundo original, con giros y conflictos que siguen sintiéndose actuales, incluso décadas después. La política, la traición y la lucha por el poder no solo definen la historia, sino que le dan una profundidad que rara vez se ve en otros títulos de la franquicia, reforzando su estatus como un clásico indispensable. Aunque cuenta con un gran inconveniente, el idioma.

50 horas de historia y mucho contenido secundario que te mantendrá engachado
La campaña principal de este título puede ocupar entre 40 y 50 horas, aunque todo depende de cómo te acerques al juego y cuánto quieras explorar. Lo más interesante no es solo avanzar en la historia, sino la posibilidad de repetir misiones, combinar oficios de formas distintas y probar estrategias que cambian por completo la manera de afrontar los combates. La rejugabilidad es uno de sus puntos fuertes, y cada partida puede sentirse fresca si decides experimentar.
Además, desbloquear todos los roles supone un extra de horas considerable, y quienes busquen completarlo al 100 % tendrán un desafío largo y satisfactorio por delante. Los tres niveles de dificultad permiten ajustar la experiencia: el más fácil facilita disfrutar de la historia, mientras que el más difícil se convierte en un verdadero reto para veteranos del género táctico.

A nivel jugable, no tiene rival como JRPG táctico
El sistema de oficios sigue siendo uno de los pilares más atractivos de la entrega. Desde guerreros y magos hasta arqueros, ninjas e invocadores, la variedad de clases es impresionante, muchas de ellas desbloqueables tras cumplir ciertos requisitos. Esta progresión genera un ciclo adictivo: entrenar a un personaje en un oficio para abrir nuevos caminos es tan gratificante hoy como lo era en su estreno.
La personalización del escuadrón ofrece un abanico enorme de combinaciones, transformando cada batalla en un verdadero rompecabezas táctico. No basta con llevar al grupo más poderoso: es necesario adaptarlo al terreno, a los enemigos y a los objetivos de la misión. Cada victoria se siente merecida, fruto de estrategia y planificación.
Eso sí, el ritmo del rol táctico por turnos puede resultar lento frente a sistemas más modernos. Aun así, las mejoras implementadas en esta edición facilitan agilizar los combates sin sacrificar profundidad, logrando enfrentamientos más dinámicos y manteniendo la exigencia estratégica. Un solo movimiento en falso puede comprometer todo el turno, recordando que la paciencia y la previsión son tan importantes como la fuerza bruta.

Calidad de vida alargada y con grandes añadidos en sus modos de juego
Una de las grandes novedades de esta edición es la posibilidad de elegir entre dos modos de juego. El modo Clásico reproduce fielmente la experiencia original de PlayStation, conservando sprites y animaciones casi idénticas, aunque con leves mejoras de traducción y ajustes técnicos. Por su parte, el modo Mejorado muestra cambios más evidentes: texturas más nítidas, colores más vivos, efectos actualizados en magias e invocaciones, sombras más realistas y una interfaz más clara y accesible.
Las mejoras de calidad de vida son otro punto fuerte. Ahora se puede acelerar la velocidad de los combates, reduciendo la espera entre animaciones, y se incorpora autoguardado y la posibilidad de seleccionar distintos niveles de dificultad, algo impensable en la época original.
La interfaz también se ha modernizado: ahora es más sencillo visualizar el orden de turnos, los efectos de habilidades y la influencia del terreno, mientras que la cámara más flexible facilita la planificación en mapas con desniveles y estructuras complejas.
Un detalle especialmente útil es que junto a cada unidad aparece el número de turnos que le restan antes de actuar. Esta función permite un control mucho más preciso del flujo de batalla, favoreciendo estrategias más elaboradas y evitando sorpresas desagradables durante los enfrentamientos. Con estos cambios, la edición consigue mantener la esencia táctica de la saga mientras la hace más cómoda y accesible para jugadores modernos.

Visualmente es aún más precioso, pero sin pasarse
El apartado sonoro de esta edición recibe un tratamiento muy cuidado, con la música de Hitoshi Sakimoto y Masaharu Iwata reinterpretada para la ocasión. Los temas de batalla mantienen toda su solemnidad y fuerza épica, complementando con precisión cada enfrentamiento. A esto se suman las voces incorporadas, que aportan un mayor impacto a las escenas clave sin alterar la identidad original, contando con un elenco de gran nivel donde destaca el reconocido Ben Starr.
Visualmente, no nos encontramos con un remake radical, pero sí con un trabajo de limpieza y mejora que respeta la esencia retro del título. Los sprites se muestran más definidos, los efectos mágicos son más vistosos y las animaciones de invocación ganan espectacularidad. Los escenarios mantienen ese aire de diorama táctico que siempre ha caracterizado la saga, logrando un equilibrio entre lo nostálgico y lo actual.
El lavado de cara se aprecia también en el brillo y la nitidez general, suficiente para que la experiencia no se sienta anticuada en pantallas modernas. Se ha cuidado que cada elemento conserve su identidad original, pero con la suficiente modernización para resultar agradable a la vista sin traicionar su espíritu clásico.
En conjunto, estas mejoras hacen que la revisión de Final Fantasy Tactics – The Ivalice Chronicles no solo sea una versión más cómoda de jugar, sino también una experiencia audiovisual más envolvente. La combinación de gráficos ligeramente actualizados y un sonido cuidadosamente reinterpretado logra que tanto nuevos jugadores como veteranos puedan disfrutar de Ivalice con un encanto renovado, respetando al mismo tiempo el legado de uno de los títulos más icónicos de la franquicia.

La falta de textos en español, un gran hándicap
La revisión de Final Fantasy Tactics – The Ivalice Chronicles incluye una traducción al inglés más pulida y voces en japonés e inglés que aportan dramatismo a las escenas, pero la ausencia de textos en español se siente como un gran obstáculo para quienes no dominan otros idiomas. El juego no es un título de acción donde la narrativa pueda pasarse por alto: la trama está repleta de intriga política, documentos que explican el trasfondo de Ivalice y un estilo literario complejo, casi arcaico, que exige un nivel sólido de inglés. Esto ha generado cierto malestar entre la comunidad hispanohablante, especialmente considerando que hablamos de una entrega icónica de la saga y que llega en 2025 con un precio elevado.
El impacto de esta ausencia lingüística es notable, pues gran parte del encanto y la comprensión del juego depende de la lectura y el análisis de diálogos y textos. Sin embargo, hay indicios de esperanza: Square Enix ha asegurado que está trabajando en la localización al español, con Yasumi Matsuno, director del proyecto, comprometido en hacerla realidad. La misma práctica se ha visto recientemente en la industria, donde grandes lanzamientos incorporan traducciones importantes de forma posterior al estreno, siendo Capcom un referente en este sentido.
A pesar de esta limitación, la experiencia general del juego sigue siendo sobresaliente. La historia sigue siendo absorbente, con personajes complejos y situaciones moralmente ambiguas que destacan frente a otras entregas de rol táctico. Los jugadores que dominen el inglés podrán disfrutar plenamente del rico entramado político y de la profunda narrativa, sin perder la esencia que hizo de Ivalice un escenario tan memorable.
Comprar en: PlayStation | Xbox Series | Nintendo Switch | Steam
Conclusiones finales | Análisis Final Fantasy Tactics – The Ivalice Chronicles
Final Fantasy Tactics: The Ivalice Chronicles trasciende la nostalgia y se confirma como un referente atemporal del rol táctico. Su planteamiento estratégico profundo, la complejidad de sus personajes y la intensidad de su trama política mantienen su vigencia casi treinta años después de su estreno original.
No se trata de un juego perfecto: la localización sigue limitada, algunos extras no se incluyen y su apartado técnico podría haber recibido un lavado de cara más ambicioso. Sin embargo, estas carencias quedan eclipsadas por la riqueza de la experiencia que ofrece. La rejugabilidad, la personalización de oficios y la planificación táctica hacen que cada partida sea un reto distinto y gratificante.
El juego también destaca por su narrativa oscura y madura, alejada del tono más luminoso de otras entregas de la saga. Aquí los conflictos políticos, la ambición y la traición definen a los personajes y marcan el desarrollo de la historia, ofreciendo un trasfondo sólido que solo refuerza la inmersión. Incluso frente a títulos más recientes, mantiene un encanto y una profundidad que pocos pueden igualar.
En definitiva, The Ivalice Chronicles es un imprescindible para cualquier fan del género o de Square Enix. Es una obra que respeta sus raíces, actualiza lo necesario para los jugadores modernos y sigue demostrando que el rol táctico bien ejecutado puede seguir emocionando y desafiando como hace décadas. Una adición obligatoria a cualquier biblioteca que valore la estrategia, la narrativa y la excelencia clásica.
Lo que más nos ha gustado:
- Mejora jugable adecuadas para su vida útil.
- Sigue siendo uno de los mejores TRPG que existen.
- La trama llena de matices oscuros.
Lo que menos nos ha gustado:
- Vuelve a llegarnos en inglés.
- Más mejoras visuales se echan de menos.
- Haber perdido los extras de la versión de PSP.