A todo gas 6. Crítica

Cuando hablamos de la sexta parte de una película, estamos obligados a exigir y comparar siempre. Una de las películas más comerciales que podemos encontrar en el panorama del cine actual vuelve con ganas de entretener y hacernos pasar un buen rato en nuestra butaca. Volvemos a encontrarnos al grupo de chicos malos que mejores coches calzan en un nueva historia que más que convencer por su guión, si presta emoción y diversión, y la inconfundible seña de identidad de Dominic Toretto, escaso de interpretación, pero con mucha presencia en pantalla. Aquí tenéis «A todo gas 6»

La historia continua con el grupo exiliado de Estados Unidos, antecedente de Tokyo Race, viviendo bajo la gran riqueza que consiguieron obtener en su último trabajo. Más allá del hilo argumental principal, que se basa en la localización de un artefacto que puede producir el caos y al terrorista que lo quiere robar, Toretto y toda “su familia” van en busca y rescate de Letty (Michelle Rodriguez), que había sido dada por muerta después de que su coche saltará por los aires.  El concepto de familia y de la unión de todo el grupo es el eje central del argumento, algo que se puede comprobar desde los primeros compases con la relación de Bryan O´Conner y Toretto.

[yframe url=’http://www.youtube.com/watch?v=IljTwp4C8Q4′]

En toda esta unión al más puro estilo “Il Padrino” salta a escena la figura de Dwayne Johnson, La Roca, que pretende hacernos olvidar cada vez más su pasado de luchar de la WWE, pero que con películas como la que nos acontece, donde solo imprime músculos y frases cortas o monosílabos en algunos momentos, hace que sea complicado esa tarea.

El resto de personajes cumplen en una película que no necesita grandes interpretaciones, y donde Paul Walker quizás pase a un papel más secundario que en otras películas. Un personaje que siempre ha tenido que vivir a la sombra de Toretto. Ya que hablamos del personaje encarnado por Vin Diesel, no podemos alabarlo como un personaje que muestre sentimiento o alguna ápice de sentimentalidad. Un ejemplo claro es cuando consigue encontrar a Letty, su única respuesta en mover una ceja. Pero dentro de ese personaje inoperante a veces, y casi cómico por su actitud otras, se encuentra un perfil bien definido y que el espectador sabe a que atenerse en cada momento. Siempre se espera la chuleria o el comentario que haga levantar al público para que comience a quemar ruedas.  Quizás un personaje insulso para algunos y para otros incomprendido.

 Un punto destacable de toda la saga ha sido siempre la espectacularidad de la saga. Pero en la sexta parte de “A todo Gas” hay momentos que rozan la imposibilidad física o casi situaciones que deberían ser increíbles, pero se convierten en cómicas porque traspasan el borde de la credibilidad. Más allá de estos incoherentes momentos, la película entretiene y para los amantes del motor, como siempre luce a las mil maravillas, en una conjugación de tuning, música, chicas ligeras de ropa y mucho músculo.

El espectador que va al cine a ver A todo Gas sabe lo que le espera y es de esas películas que al público no decepciona porque sabe a lo que va. Quizás esta parte desborde demasiada fantasía y de momentos épicos que podrían haberse suavizado. Aún así, un equipo de actores que quizás ya se les haya “pasado el arroz” y un producto algo quemado provoque las críticas de más de uno, pero sin duda es una película que entretiene, que divierte y luce como pocas del género.

En una época de exámenes y de de dejar la mente despejada,y con la séptima parte confirmada para el año que viene, es el mejor momento para decir “conduce o muere”. 

Salir de la versión móvil