La distribuidora de cine independiente “Good films” nos ofrece la posibilidad de visionar Ahora sí, antes no en las carteleras españolas, cinta surcoreana multipremiada donde se nos narra una misma historia pero contada dos veces con pequeñas variaciones que hacen que cada versión tenga un tono dramático distinto.
Galardonada a la Mejor Película en los Festivales Internacionales de Cine de Gijón y Locarno, la última obra del prolífico director y guionista Hong Sang-soo (autor de filmes como Noche y Día, The Day He Arrives o En otro país, y que últimamente se prodiga a prácticamente una película por año) pretende ser una inteligente pieza de orfebrería fílmica sobre el rol de la imaginación y el poder de la sinceridad en la vida cotidiana, a través de una posible historia de amor contada dos veces, interpretada soberbiamente por Jung Jae-young y Kim Min-hee. Podemos decir que “Ahora sí, antes no” es una doble película, un filme dual, o si se quiere dos películas por el precio de una. Con una duración de 120 minutos, cada versión se desarrolla en una hora en simetría. La primera parte se titula Wrong then, right now, mientras que la segunda lleva el nombre invertido: Right now, wrong then, que finalmente va a ser el título definitivo de la película.
El argumento no puede ser más sencillo: un director de cine independiente (interpretado por Jung Jae-yong) viaja a la pequeña localidad de Suwon para asistir a la proyección de su película y participar en el coloquio posterior, pero llega a su destino un día antes por error. Aprovechando el exceso de tiempo libre, entra en un palacio restaurado donde casualmente conoce a una joven pintora y exmodelo (interpretada por Kim Min-hee) con la que finalmente pasa el resto del día: visitando su estudio, conociendo su obra, cenando, tomando algo juntos y asistiendo a una pequeña fiesta con los amigos de la pintora. Al día siguiente tendrá lugar la proyección y coloquio sobre el filme, tras los cuales el cineasta regresará a la capital.
Pues bien, esta misma y sencilla historia se nos cuenta dos veces con muy ligeras variantes que dan lugar a desarrollos y conclusiones diferentes en cada una de las versiones. En forma similar a lo que ocurre con el conocido “efecto mariposa” veremos cómo una respuesta o una valoración más o menos honesta desemboca en reacciones y desarrollos diferentes, y por tanto a una evolución emocional distinta de los personajes y de la historia. Con ello entendemos que Hong Sang-soo busca hacer reflexionar al espectador sobre cómo un simple comportamiento, una ligera respuesta, puede cambiar de forma totalmente decisiva una relación. En tal sentido, la película es una invitación a meditar sobre los efectos de la sinceridad en las interacciones sociales y sentimentales.
A destacar la magnífica interpretación del protagonista masculino Jung Jae-young, auténtico alter-ego del director, que también fue premiado como mejor en Locarno y Gijón. No le va a la zaga la bella Kim Min-hee, quien hace la réplica en perfecta sintonía y química con su compañero en unos diálogos con planos largos y sostenidos –alterados en ocasiones con algún zoom hacia un personaje- y donde se percibe que se ha dado pie a la improvisación para transmitir autenticidad y cotidianidad.
Estamos por tanto ante un interesante experimento cinematográfico, un ejercicio fílmico sobre los leves y casi insondables vericuetos de la vida, que no pretende sentar tesis alguna sino hacer pensar sobre tales cuestiones al espectador interesado. Lo difícil creemos que puede ser despertar ese interés del espectador medio, pues el relato en sí llega a ser anodino por la simplicidad de lo que nos cuenta aunque en la segunda hora –la segunda versión-, llegue a resultar más atrayente por el simple hecho de verificar las diferencias. Quizás si la historia que se relata doblemente hubiera estado más condensada resultaría más digerible para el gran público. Desde luego la película no es apta para el espectador ávido de acción y emociones fuertes, pero sí para el que busque un cine original, pausado, diferente, de los que dejan poso después de su visionado e invitan a la reflexión.
