Mi Amigo El Gigante. Crítica

mi amigo el gigante

Siempre que Steven Spielberg realiza un nuevo proyecto o se rumorea que está trabajando en nuevos proyectos, levanta mucha expectación. Es cierto que para muchos el Spielberg de ahora está lejos del nivel que nos dio años atrás, pero aun así siempre esperamos con ganas nuevos trabajos del director estadounidense. En esta ocasión os vamos a dar nuestra opinión sobre la nueva adaptación de un cuento de Roald Dhal, Mi Amigo El Gigante, conocido autor de Charlie y la Fábrica de Chocolate. Este renombrado cuento tiene en el reparto al ganador del Oscar, Mark Rylance y la joven actriz  Ruby Barnhill. Esta adaptación del popular cuento nos traslada a Reino Unido, donde un pequeña huérfana, al ver a un auténtico gigante, es secuestrada por él mismo y llevada al país de los gigantes. Allí, niña y gigante, conocerán las costumbres de sus respectivas especies y estrecharán una grandísima amistad.

Esta nueva película de Spielberg tiene un apartado técnico impresionante, muy bonita visualmente y con una recreación de caras de los actores que interpretan a los gigantes muy conseguida. Pero le falta agilidad narrativa, puede llegar a hacer que esta adaptación se haga muy cuesta arriba, por el simple intento por parte de Spielberg de profundizar demasiado en los personajes protagonistas. Al igual que puede maravillar en algunas escenas, gracias a ese apartado técnico, que vuelvo a repetir, luce espectacular durante la duración de la cinta, el efecto que provoca la irregularidad de la historia, es el contrario. Aunque tiene momentos divertidos y que seguro que a los más pequeños les hará mucha gracia, a los más creciditos no les resultará tan divertido, pero sí llevadero.

La interpretación de la joven Rudy Barnhill resulta un poco irritante, su forma de hablar, su forma de actuar… puede que haga que más de uno coja manía a su personaje. Es la típica niña pequeña que por falta de una familia, ha tenido que valerse por sí misma, lo que hace que sea un poco prepotente y, como he dicho al principio, irritante. En cambio Mark Rylance, que ya nos sorprendió en El Puente de los Espías, hace un buen papel prestando sus movimientos faciales y voz al gigante. Un personaje al que se coge cariño a medida que va transcurriendo la historia y con facilidad para equivocarse de escoger la palabra correcta a la hora de hablar.

Aunque Mi Amigo el Gigante sea irregular en su historia, la magia que nos muestra en muchas ocasiones Spielberg, durante esta aventura sobre la amistad, es de elogiar. Pocas películas pueden presumir de unos diseños artísticos y unos efectos especiales tan espectaculares, orientado a todos los públicos. La recreación de las calles de Londres, el país de los gigantes y el lugar de los sueños, lucen de una forma mágica en la pantalla. Uno de mis momentos favoritos de Mi Amigo el Gigante, es la forma en que se mueve y se oculta el personaje de Mark Rylance por todo Londres, es sin duda uno de esos toques que Spielberg aporta como nadie.

Conclusiones de Mi Amigo el Gigante

Aunque Spielberg no es el mismo de antaño, nos deja una película para toda la familia visualmente espectacular y con una historia bastante irregular, por culpa de la falta de ritmo en más de una escena. La recreación de los escenarios y la creación de los gigantes es lo más destacable en mi Amigo el Gigante.

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