Hay veces en las que no esperas encontrarte nada del otro mundo cuando pruebas un juego, especialmente cuando estamos hablando de un indie del que seguramente no has oído hablar. Wandering Sword puede parecer un JRPG más que intenta aprovecharse del tirón de títulos como Octopath Traveler o Sea of Stars, pero tiene su propia personalidad en muchos aspectos.
Volviendo a los 80 y las películas de artes marciales chinas
En Wandering Sword no nos van a contar la historia del año, ni mucho menos, pero nos van a introducir en un mundo totalmente Murim. Aquí se rige la ley del más fuerte: el mejor luchador de artes marciales será el que manda y, si no sabes derrotarlo, solo puedes estar a sus órdenes.
Así da comienzo una historia en la que un simple acompañador de turistas en un carro es atacado y dado por muerto junto a todos sus amigos. Y es cierto que sus amigos mueren, pero a él lo salva un maestro luchador que le enseñará a sobrevivir a sus heridas, al mismo tiempo que varios clanes de guerreros luchan entre sí por la supremacía y secuestran a su hija.
Aquí las historias se van a suceder una tras otra. Wandering Sword tiene un mundo realmente rico y que merece la pena explotar, desde su misión principal hasta las secundarias que nos encontremos. Eso sí, si estos juegos suelen tener un inicio lento, especialmente por los tutoriales y presentación de personajes, aquí va a ser todavía más tedioso. Con la libertad de viajar y ver mundo esta lentitud irá desapareciendo, pero si no estás habituado a esta clase de juegos, puede ser algo que te saque totalmente de él.
Como en casi todos los juegos de este género, vamos a tener un gran número de horas a nuestra disposición, con un mínimo de unas 30 que van a darnos mucho que hacer.
Un JRPG clásico pero con mucho más que contar
Wandering Sword tiene mucho que ofrecer y no solamente por una historia Murim y un porronazo de personajes con personalidad propia. Es que jugablemente, también tiene mucho que aportar y no todo ha sido fijarse en Octopath Traveler y compañía.
Para empezar, su sistema de Qi y técnicas milenarias de artes marciales es bastante denso, por lo que vamos a tener que prestar bastante atención a las descripciones y todo lo que ello conlleva. Esto hace que que no esté traducido al español puede echar para atrás a mucha gente, y es una pena. Los combates en sí son otro tema que trataremos un poco más adelante.
El juego cuenta con un entramado de historias enorme, pero no estamos hablando de misiones secundarias, personajes que interaccionan entre sí y demás. Es que vamos a poder meter en nuestro grupo a casi cualquier habitante. Mediante la inspección de sus características, el regalo y agasajo y posterior oferta de duelo, apoyarán nuestra causa y viajarán con nosotros. Esto, como es lógico, abre un abanico de posibilidades inmenso, haciendo que se vuelva mucho más interesante al poco tiempo de encontrar la ansiada libertad en la exploración.
Los combates, sin embargo, sí que nos han dejado un poco menos satisfechos. No es que el sistema por turnos sea malo (que se puede eliminar), sino que las técnicas y la representación de los golpes nos han dejado un poco con ganas de ver mucho más. También hay algunas opciones de combate que no tienen demasiado sentido, como por ejemplo de los ataques posicionales. Se ganan bonos atacando por los lados o por detrás, pero es que un enemigo y uno de nuestros personajes pueden estar pegándose por el lado a la vez, y es algo que no tiene demasiado sentido.
La exploración está muy recompensada y es que el mundo está lleno de recovecos, secretos y cofres que harán que nuestro viaje nunca sea en vano.
Pixelart muy currado
El apartado técnico está bastante bien, al menos en cuanto a lo que es gráficamente. El sonoro no es muy extenso y hasta los FX son algo extraños algunas veces. Tampoco se ha doblado absolutamente nada, algo totalmente normal ya que estamos hablando de un proyecto indie y tiene una cantidad de diálogos ingente.
Para los amantes de los juegos traducidos, malas noticias y es que como ya dijimos, el juego se puede jugar en varios idiomas, pero ninguno es el español.
Conclusiones de Wandering Sword
El título indie que nos lleva de vuelto al cine de las artes marciales de los 80 nos ha dejado muy buen sabor de boca, especialmente si conseguimos atravesar el espesor que deja el inicio, realmente lento. Una vez la exploración y la historia se abren a la libertad de movimiento, vemos un mundo tremendamente vivo y rico a explorar.
No todo es perfecto y es que el combate es quizás lo que menos nos ha gustado, a pesar de ser grandes amantes de los combates por turnos. Sin embargo, es un sistema un poco más lento de lo que debería ser y se ha descuidado algo la espectacularidad de los golpes de artes marciales, que deberían ser los auténticos protagonistas del campo de batalla.
Wandering Sword es un juego que sin duda recomendamos no solamente para los amantes del pixelart y los JRPG más clásicos, sino también para los amantes del cine de artes marciales y del Murim en general.
Conclusiones
Wandering Sword
Wandering Sword es un nuevo JRPG que es posible que haya pasado desapercibido, pero que tiene personalidad propia en un año en el que grandes títulos se han lanzado para regocijo de los amantes del género. Con algunos problemas pero muchas buenas ideas propias, crea un mundo realmente vivo en honor al pixelart.
PROS
- Una historia muy Murim
- Una enorme variedad de técnica y de personalización
- La posibilidad de meter a prácticamente todo habitante del mundo en nuestro grupo
- Un pixelart muy bonito
CONTRAS
- Un inicio de la historia realmente lento y hasta un poco tedioso
- El combate es quizás la parte menos impresionante
Wandering Sword Precios
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