[Análisis] Horror Tales The Wine. Una pandemia y una misión desesperada

Carlos Coronado, orgulloso desarrollador de Horror Tales The Wine, ha lanzado recientemente la que será la primera entrega de una trilogía que tendrá como objetivo hacérselo pasar mal al jugador. Nosotros ya hemos podido comprobar cómo es el juego y ver, de primera mano, que tiene buenas ideas aunque el terror no está dentro de sus puntos fuertes.

Antes de comenzar con el análisis, os dejamos con nuestro primer directo donde podéis ver los primeros 90 minutos. Obviamente está lleno de spoilers y su visionado está totalmente desaconsejado si tenéis pensado jugar.

Pandemia en estado puro

La desesperación es a veces muy mala consejera, y Horror Tales The Wine es casi una oda a esto. Aquí nos meteremos en la piel de un Martí Vermelló desesperado que ve como La fiebre de los diablos ha afectado a su familia y su única solución es encontrar una cura. Esta reside en el vino tinto de la familia Banydebosc, el cual se dice que puede curar por completo la enfermedad.

Según llegamos a la ciudad mal empezamos, y es que veremos que todo ha sido afectado por dicha enfermedad y el gobierno ha impuesto un confinamiento total. Eso se traduce en una ciudad turística totalmente vacía en la que prácticamente no nos vamos a encontrar a nadie. Sin embargo sí hay alguien deambulando por las calles, un hombre con un sombrero y una gabardina que parece que quiere darnos caza por alguna razón. Durante la aventura nos iremos encontrando notas, periódicos y cartas por todos lados, los cuales nos explican la historia de la ciudad y qué es lo que ha pasado antes de nuestra llegada. Eso sí, no sola las encontraremos repetidas, sino que también con mucha frecuencia por lo que en muchas ocasiones tendremos grandes parones para leer.

Esta es la base en la que se asienta Horror Tales The Wine y, por motivos evidentes, no vamos a desvelaros nada más ya que disfrutar de la historia es parte de la experiencia del juego. A nosotros nos llevó sobre dos horas terminar el juego, pero una vez lo logramos todavía hay secretos que descubrir y se activa un modo foto que nos permitirá apreciar, todavía más, el buen motor gráfico del juego.

Puzles, algo de exploración y tensión sobre el jugador

Una de las sensaciones que más trasmite Horror Tales The Wine es la indefensión, y es que en ningún momento vamos a poder defendernos de los peligros que nos aguardan. Huir será la mecánica más común ante el avistamiento de los enemigos, que en realidad se traduce en dos: el anteriormente mencionado hombre de la gabardina y una especie de caballero sin cabeza al más puro estilo Sleepy Hollow.

La tensión también será palpable en ciertos momentos, especialmente cuando el caballero sin cabeza nos persiga por el escenario. Esto se aumenta todavía más cuando tenemos que resolver puzles al mismo tiempo que nos persigue, lo que siempre ayuda a incrementar esta sensación. Sin embargo es prácticamente lo único que vamos a ver del género del terror. No hay demasiadas situaciones o sustos propiamente dicho, centrándose más en la tensión sin lugar a dudas.

Según recorremos las calles, iremos encontrando zonas cerradas, bien por llave o por el otro lado, debiendo explorar algo más para poder seguir avanzando. Mediante manivelas podremos abrir zonas, así como resolviendo puzles cuya solución muchas veces encontraremos pintadas en las paredes. El movimiento está bastante limitado, bien porque tenemos una resistencia muy baja al esprintar o porque nuestro personaje no sabe agarrarse a los salientes. De esta manera los escenarios se vuelven bastante limitados y prácticamente nos conducen por una zona sin ofrecernos más que una o dos soluciones. Hay que tener en cuenta que la inmensa mayoría del desarrollo del juego está realizado por una sola persona, por lo que las limitaciones son más que entendibles.

Los puzles van a repetirse bastante durante la aventura, debiendo escoger entre una combinación de símbolos para abrir puertas, encontrando llaves por cajones, consiguiendo subirnos a un carromato a tiempo… La gran mayoría están bien implementados, pero es una lástima que no se contara con algo más de variedad.

A medida que vamos avanzando en Horror Tales The Wine vemos como el ritmo va a ir aumentando, siendo la última parte la más divertida. Además también tendremos acceso a extrañas zonas oníricas donde la gravedad será extraña con objetos flotando al más puro estilo Origen. Estas zonas están implementadas durante la partida y romperán bastante lo que es el ritmo, pero en el buen sentido y es que en más de una ocasión nos quedaremos mirando el lugar boquiabiertos.

Amor por el detalle

Uno de los aspectos más cuidados de Horror Tales The Wine es el apartado técnico y es que visualmente luce impecable. La recreación de la ciudad está muy conseguida, por no hablar de las casas, la vegetación… Tenemos un par de zonas con un acabado precioso, lugares en los que no nos importaría para nada vivir. Todo esto se ve potencia por el modo foto, con el que podremos tomar algunas instantáneas de lo más bonitas.

En cuanto al apartado sonoro sí que es cierto que ha tenido menos mimo, teniendo una música con muy poco protagonismo durante el juego y estando prácticamente relegada al menú principal. Los efectos sonoros tampoco son nada del otro mundo, e incluso el ruido de los disparos puede estar demasiado exagerado para buscar el susto fácil. El juego llega totalmente traducido al castellano.

Conclusiones de Horror Tales The Wine

Uno de los aspectos que pueden inducir un poco a error y defraudarnos es el nombre de Horror Tales, y es que el terror no está tan presente en The Wine. La tensión, la indefensión del jugador e incluso la curiosidad son aspectos mucho más explotados en el juego, con escenarios con algunos secretos por descubrir donde seremos perseguidos e incluso cazados. Sin embargo el terror pocas veces lo vamos a experimentar más allá de algún susto sonoro.

El juego nos va a contar una historia bastante sencilla pero con un buen final, siendo uno de sus puntos fuertes y es que a medida que avancemos la cosa va a ir mejorando hasta su culmen final. En definitiva, una historia corta que nos mantendrá bastante entretenidos y con tensión, siendo la primera entrega de la trilogía Horror Tales, todo ello a un precio de lo más competitivo.