Análisis World of Warcraft: Mist of Pandaria

Los pandas, Pandaren, son los protagonistas de esta nueva expansión. Con ellos nos llega una nueva clase, monje; un nuevo continente, Pandaria; y cinco niveles más entre otras novedades.

World of Warcraft: Mist of Pandaria fue puesto a la venta el pasado 25 de septiembre, con un multitudinario evento de presentación que tuvo lugar en varias ciudades europeas, entre ellas Madrid.

En Game It analizamos esta expansión. ¿Superará el nivel mostrado en Cataclismo? ¿Tendrá nivel suficiente para competir con Guild Wars 2? ¿Será la expansión suficiente para recuperar todos los jugadores perdidos durante el cataclismo? Si quieres saber esto, y más, no dudes en seguir leyendo.

Antes que nada, me gustaría introducir un poco la expansión. La niebla que mantenía oculta Pandaria ha ido desapareciendo por los movimientos ocurridos durante el cataclismo. Ahora, la Horda y la Alianza descubrirán el continente por un error. Tras esto ambas facciones lucharán por hacerse con el control del mismo además de por convecer a la nueva raza, los pacíficos Pandaren, para que se unan a nuestra facción.

Pero Pandaria es un lugar donde las emociones negativas toman forma física, a estas «manifestaciones» las conoceremos como El Sha. Como es normal, el conflicto Alianza-Horda hará que tengamos que enfrentarnos a estas manifestaciones al mismo tiempo que descubrimos el continente. Tras una breve introducción comenzamos con el análisis:

Gráficos, de izquierda a derecha: más bajo, medio y más alto

Gráficos

World of Warcraft es un videojuego que lleva con nosotros desde el año 2004 y – aunque han ido mejorandose poco a poco – sus gráficos no están a la altura de juegos más recientes, como por ejemplo Guild Wars 2. Sin embargo, WoW sigue «defendiéndose» y tiene un apartado gráfico más que aceptable. Y es que Mist of Pandaria ofrece un acabado artístico impresionante que no dejará de sorprendernos a medida que descubramos el nuevo continente.

El estilo oriental de la expansión, que a veces nos recordará al antiguo Imperio Chino, nos llevará a querer explorar y descubrir cada detalle del nuevo continente. Si a eso le sumamos que en Pandaria no podremos usar nuestra montura voladora hasta llegados al nivel 90 hace que, en este aspecto, disfrutemos al máximo esta nueva expansión.

Jugabilidad

World of Warcraft siempre se ha caracterizado por contar con miles de botones (bueno, tantos no) con habilidadades específicas para cada jugador. Cada una de ellas pensadas para un momento específico de la batalla. Con esta nueva expansión Blizzard ha querido simplificar un poco el juego. Gran parte de las habilidades que se consiguen mediante el árbol de talentos y desbloqueándolas a ciertos niveles han pasado a ser pasivas siendo innecesarios los botones de estas. Así, hemos pasado de tener una pantalla repleta de botones a tener una pantalla algo más liberada.

También cabe mencionar que el árbol de talentos ha pasado a un papel secundario. Antes tenías que elegir bien cada competencia ya que eso condicionaría bastante el nivel de tu personaje. Ahora, aunque siga teniendo un papel fundamental en este aspecto, no es tan determinante como antes. Lo mismo sucede con los glifos, pasan a un papel secundario.

Sonido

Sencillamente espectacular. De lo mejor de la expansión. La música, que nos acompañará en todo momento de nuestra aventura, será la apropiada para cada momento fusionándose con la imagen siendo sólo uno.

Además de esto, y como viene siendo normal en World of Warcraft, tendremos todas las voces perfectamente traducidas al español; desde misiones hasta escenas de vídeo pasando por las típicas frases que nos dirán los PNJ al interactuar con ellos. No han dejado pasar ni una.

Modos de juego

En Mist of Pandaria nuestro nivel máximo aumentará. Pasaremos del 85 a poder subir a nuestro personaje hasta el 90. Nos «dan» cinco niveles más. Cinco niveles que, dependiendo de la forma en la que decidamos subirlos, se nos harán eternos con misiones de matar bichos o recolectar plantas…

Hemos luchado contra los demonios en Terrallende, hemos hecho frente al Rey Exánime e incluso hemos evitado el fin del mundo en Cataclismo. Aún así, nos siguen pidiendo ocho pétalos recién caidos o 40 aguijones del típico bicho volador de World of Warcraft. A todo eso hay que sumarle un bajo porcentaje de caída llegando a tener que matar más de 20 enemigos para conseguir sólo 5 objetos. En resúmen, algunas misiones pueden llegar a hacerse un poco pesadas y algunas nos parecerán bastante ridículas.

Cuatro nuevas mazmorras y dos heroicas se nos añaden a World of Warcraft de la mano de Pandaria. Además de cuatro nuevas bandas. No muchos contenidos, aunque tendremos ver cómo evoluciona el juego a lo largo de las actualizaciones que vayan sacando. Hay que recordar que ya sabemos quién será el enemigo final de esta expansión: [SPOILER (selecciona el texto para poder verlo)] Garrosh Hellscream, actual líder de la Horda [FIN DEL SPOILER].

Continuando con el PVE, con Pandaria volverán los jefes de mundo abierto. Tendremos que juntar un grupo para poder vencerlo. Al peligro del jefe se le unirá la posibilidad de encontrar un grupo de la otra facción esperando para lo mismo que nosotros, desencadenando eso una improvisada batalla campal.

En cuanto al PVP contaremos con dos nuevos campos de batalla: Minas Lonjaplata y Templo de Kotmogu, ambas dos con una mecánica de juego muy distinta a la vista hasta ahora.

En Minas Lonjaplata los jugadores tendrán que escoltar a varias carretas mineras hasta un depósito para conseguir, con ello, los puntos necesarios para ganar a nuestros rivales. Los lugares estratégicos contarán con palancas que nos permitirán cambiar de vía. También tendremos que impedir que el equipo contrario lleve carretas hasta su depósito. En el Templo de Kotmogu tendremos que hacernos con el poder de los antiguos artefactos mogu con el fin de puntuar y vencer a nuestros enemigos.

Como podéis ver dos campos de batalla totalmente distintos a lo visto hasta ahora, ¡olvidaos de las banderitas! Sin duda alguna algo que nos aportará horas de diversión a la vez que intentamos conseguir nuestro equipo de honor. Además, desde Blizzard también han anunciado la incorporación de una nueva arena, que no veremos hasta el inicio de la temporada.

A todo esto hay que sumar una nueva raza: los Pandaren, cuya historia es más que interesante siendo al principio imparciales y teniendo que escoger entre un bando u otro llegados a un punto de nuestra historia. Con los pandas llega una nueva clase, creada específicamente para ellos pero igual de útil en otras razas: el monje. El monje podrá hacer de healer, tanque o dps en una mazmorra, dependiendo de la rama de talentos que elijamos.

También hay que destacar la inclusión de las peleas de mascotas. Por fin podremos darle un uso a nuestros «animalitos de compañía» (que, algunas, tanto nos cuesta conseguir) y no como antes, que sólo servían para fardar delante de los demás jugadores.

A partir de ahora nuestras mascotas serán como los pokémon, podremos luchar con ellos, teniendo una gran variedad de ataques dependiendo de la mascota que tengamos. Esto es algo que nos entretendrá mientras esperamos las interminables colas para entrar en un campo de batalla o mazmorra.

Conclusión

Mist of Pandaria es, sin duda, la mejor y más completa expansión de las cuatro que ha tenido World of Warcraft. Con Mist of Pandaria todo es más fácil. La nueva raza, los Pandaren, y la nueva clase, los monjes, encajan a la perfección en el mundo de World of Warcraft.

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