[Análisis] Avatar: Frontiers of Pandora, la aventura llega a Pandora

Desde su estreno en 2009, cuando se volvió todo un fenómeno en el mundo del cine, hemos tenido que esperar hasta el 2022 para ver más sobre el mundo de Pandora. Con el estreno de Avatar: El sentido del agua, la saga de películas de James Cameron volvió para colocarse en el tercer puesto de película más taquilleras de la historia, solo por detrás de la propia Avatar y Vengadores: Endgame. Aun quedan mas cintas de la saga, perro antes de su estreno, el equipo de Ubisoft nos permite adentrarnos como nunca antes en este mundo con el lanzamiento de Avatar: Frontiers of Pandora. Esta nueva propuesta de mundo abierto, desarrollada por los creadores de The Division, nos permite ponernos en la piel de un Na’Vi y descubrir detalles de su universo y mitología mientras luchamos por la supervivencia de nuestra especie. Tras unos días probándolo, os dejamos nuestro análisis de la versión de PS5.

La lucha Na’Vi continua

En Avatar: Frontiers of Pandora nos ponemos en la piel de nuestro propio personaje personalizable. Este fue una vez un Na’Vi secuestrado y criado por la corporación militar humana conocida como RDA, para ayudar en la conquista del mundo por los humanos. Tras ser puesto en sueño inducido con el primer contrataque de su raza, despierta años más tarde tras ser liberado por los suyos, coincidiendo con los eventos de la segunda película. Pero, debido a su cautividad, no conoce muchas de las costumbres de su pueblo y tendremos que ir descubriendo a medida que intentamos combatir la amenaza del regreso de la RDA a Pandora.

A lo largo de las 20 o 25 horas de la historia principal, podemos descubrir una trama que encaja muy bien con lo visto en la segunda película. Aunque a nivel narrativo, el juego no ofrece ninguna revolución. Una historia bastante básica, con personajes sin demasiado carisma, que busca introducirnos en Pandora y hacernos descubrir mas sobre su mundo, y es aquí donde si brilla más. Y es que el equipo de Ubisoft ha trabajado con Lightstorm Entertainment para ofrecer mucha atención al detalle y cuidado por el lore de la saga. Es por eso que todo lo que encontramos en el juego es canon en el universo de Avatar.

La propuesta jugable se asemeja bastante a lo que nos ofrece la saga Far Cry. Una experiencia de acción en mundo abierto con mucha libertad de exploración y donde marcamos nosotros mismos el tempo a la hora de avanzar en la historia. Y es que, además de las misiones donde luchamos contra la malvada corporación RDA, Avatar: Frontiers of Pandora se centra mucho en la recolección y la caza, haciéndonos invertir horas solo en explorar los distintos biomas de Pandora.

Las misiones principales y el contenido secundario tienen requisitos de nivel. Sin embargo, nuestro personaje no sube de nivel de forma convencional, es decir no ganamos experiencia al acabar con enemigos ni realzando otro tipo de acciones. El nivel vendrá dictado por nuestro equipamiento, tanto armas y el equipo que llevamos equipado. Aunque iremos consiguiendo piezas a lo largo de la aventura, ya sea con misiones o regalos de los personajes no jugables, la forma principal de mejorar nuestro equipamiento dependerá de nosotros.

En este aspecto, Avatar: Frontiers of Pandora cuenta con un sistema de creación que, aunque es bastante simple, nos obliga a explorar muchos rincones de Pandora. Cada pieza de equipo, desde la armadura del pecho hasta los arcos pesados, requiere de dos ingredientes para su creación. Parece lo suficientemente simple; sin embargo, a medida que avanzas en el juego, la calidad de esos ingredientes se vuelve cada vez más importante. Aunque la guía de caza del juego nos permite descubrir el área general y las condiciones necesarias para encontrar los materiales más raros, tendremos que ponernos en la piel de los mejores cazadores para conseguir según que cosas. A esto hay que sumar, que en muchos casos, para poder conseguir materiales hay que hacer trabajos previos, como eliminar los campamentos de la RDA, que contaminan y eliminan toda clase de recursos a su alrededor. Una buena forma de incentivarnos el ir completando objetivos por todo el mapa.

A medida que superamos misiones o encontramos una serie de plantas especiales, podremos desbloquear talentos de una serie de árboles de habilidades. Estos son bastante básicos, permitiéndonos desbloquear habilidades para el combate o la artesanía. Cualquiera que haya jugado a la saga Far Cry le sonarán bastante.

La batalla continúa

Las distintas misiones, tanto de la historia principal como de las secundarias RDA, no son unos de los puntos fuertes del juego. Y es que hay mucha similitud entre ellas, haciéndose algo monótono muy rápidamente. Aunque el desarrollo de las misiones es muy similar las batallas en sí son divertidas gracias a los tipos de enemigos, las armas, los tipos de munición y otras opciones como el pirateo. Las múltiples opciones hacen que las batallas sean muy dinámicas. Podemos usar desde el sigilo, para eliminar a los soldados con potentes disparos de arco, o acabar con los robots con bombas y sin disimulo. Además, gracias a los sentidos de los Na´Vi podremos descubrir los puntos débiles enemigos para acabar con ellos fácilmente. También podemos usar una herramienta de hackeo, que nos permitirá acabar con los mechas enemigos o para desactivar algunos dispositivos de la RDA. Para ello, tendremos que completar un sencillo minijuego de pirateo.

El arsenal de armas es bastante limitado. A pesar de que estos Na´Vi pueden usar armas tanto de su raza como humanas, al final no hay tanta variedad como en otros juegos similares. Sólo podemos elegir entre tres tipos de arcos, una honda y una lanza, así como escopetas, rifles de asalto, lanzacohetes y granadas aturdidoras.

Como no podía ser de otra forma, para recorrer el mundo de Pandora podremos conseguir nuestro propio Ikran, estas criaturas voladoras con las que los Na´Vi forman un vínculo especial. También podemos personalizarlos aún más ciertas habilidades o equipamiento. Además, este compañero no será únicamente para viajar, también podremos librar batallas aéreas junto a ellos, una experiencia bastante divertida. Para viajar por tierra también podremos aprender la habilidad de usar como montura a caballos salvajes. En este caso simplemente tendremos que saltar sobre uno para ponemos en marcha.

Pandora en todo su esplendor

A nivel gráfico, con Avatar: Frontiers of Pandora tenemos un buen trabajo. En cuanto a la dirección artística se aprecia la búsqueda de imitar lo visto en las cintas, con un mundo repleto de color y naturaleza. Esta gran representación se ve especialmente bien por la noche, cuando encontramos organismos brillan en tonos azules y verdes, o con algunos efectos meteorológicos, como la lluvia, que también son impresionantes. La selva no sólo está densamente poblada, sino que también parece viva. Algunas plantas se cierran al contacto, los insectos vuelan alrededor y apartamos suavemente las hojas con la mano. La representación de los personajes está bastante lograda, sobre todo los Na’Vi y su sorprendente tamaño. Aunque los personajes tienen un diseño bastante bien elaborado, las animaciones faciales son bastante pobres.

Como ya es habitual en muchos juegos de consola, podemos elegir entre dos modos: Gráfico y Rendimiento. Esto nos permite decidir si mejorar detalles gráficos más bonitos o obtener una mayor tasa de frames por segundo. Y, aunque en el modo gráfico funciona bien sin demasiados problemas, seguimos prefiriendo los 60 FPS del modo rendimiento.

En cuanto a la a banda sonora, el juego recuerda mucho a la partitura original de James Horner. Hay una buena variedad de temas bastante buenos, que acompañan muy bien desde la emoción de la batalla a la magia del descubrimiento de Pandora. Aunque hay alguno que suena como una versión alternativa de las pistas de la película. El juego llega totalmente traducido al castellano, incluido un doblaje.