Crítica: Corazones de acero (Fury)

Empezamos este año 2015 de críticas analizando una película que tenía todas las papeletas para triunfar este año en los premios Oscar pero que finalmente se ha quedado fuera de toda nominación, cosa que yo particularmente no creo que sea justa pero entiendo que si los especialistas de Hollywood esperaban un producto global completamente perfecto pues en Corazones de Acero no lo han encontrado.

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Pese a ser una cinta bélica no osaré compararla con Apocalypse Now o Platoon, pero sí con otras más recientes que, obviamente, le han servido a David Ayer para hacer su particular guerra a lomos de su tanque llamado Fury.

Creo que no me equivoco cuando digo que la dirección de David Ayer (y más después de la decepcionante Sin Tregua y la descafeinada Sabotaje) es impecable, pasando a ser su mejor película en el aspecto de dirección y más sabiendo lo difícil que es hacer una cinta bélica resultando creíble. Si bien es cierto que parte de su éxito es el reparto elegido, esta vez no hablo únicamente de Brad Pitt como actorazo, que lo hace realmente bien (como siempre), hablo en este caso de Jon Bernthal que es dueño y señor de la pantalla en gran parte de este film. Shia LaBeouf y Michael Peña no decepcionan tampoco en sus actuaciones pero sí es verdad que se ven un poco eclipsados por Brad y Jon en este sentido.

Pasando a hablar de efectos especiales comentar que no es una película que los necesite debido a que el éxito de estos efectos reside en que estos no desentonen, cosa que han conseguido sin lugar a dudas. Como punto característico gusta lo conseguido en el tema de las batallas entre tanques ya que, cuando disparan los aliados o los enemigos, estos disparos se ven en pantalla de un color característico,  acordándonos así de los tonos de color usados en la saga Star Wars para así diferenciar de que parte vienen esas balas y situarnos en el campo de batalla. Muchos, yo incluido, lo consideraran un acierto, mientras que muchos otros no entenderán este recurso cinematográfico. La música compuesta por Steven Price es impecable y nos transporta a la Alemania nazi de una manera más que correcta, toda una sorpresa.

No creo que sea una mala película bélica ya que es de las pocas que se ha atrevido a enseñarnos el funcionamiento de un tanque desde dentro y donde este (Fury) tiene más protagonismo de lo que a priori uno puede pensar. Todo lo malo que se le quiera sacar a esta buena película de David Ayer viene si la comparamos con Salvar al Soldado Ryan, Black Hawk Derribado o Enemigo a las puertas. Muchos dicen que le falta corazón o que su última mitad es muy poco emocionante en comparación con su primera mitad… yo no sé qué deciros, aun comparándolas con las ya citadas me ha parecido una muy buena película de este género, que se tenía un poco olvidado en Hollywood (si no contamos con “Resistencia” de Edward Zwick). Yo solo pondría un pero para acabar esta crítica y es el uso excesivo de la niebla en los escenarios, la cual no hace más que confundir al espectador pero que David cree necesaria para mostrar esa confusión en el campo de batalla.

Conclusión: Desde que David Ayer dirigió Training Day en 2001 no había conseguido hacer una una película tan «redonda» como Corazones de Acero. Si bien es cierto que a quien no le guste el género bélico, por mucho que lo intente esta cinta no le va a llenar. Un film realmente bueno pero que no llega a ser perfecto debido a que realmente no aporta nada nuevo en el género exceptuando el funcionamiento de los tanques, cosa que David Ayer quería plasmar con detalle y que ha conseguido con creces logrando que Fury sea un personaje más al que se le puede coger incluso cariño.

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