Crítica: Sweet Home

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El género de terror ha sido a nivel histórico uno de los que mejor se vende a nivel internacional. El hecho de ser muy visuales, y de no sucumbir a características locales y de una cultura en particular ha servido para que desde cualquier país se pueda disfrutar de terror estadounidense, alemán y español entre otros. Una muestra de esta universalidad del género es el éxito de la saga [Rec] cuyo único impedimiento es el idioma. Filmax Entertainment productora y distribuidora de la saga dirigida por Paco Plaza y Jaume Balagueró ha encontrado en el género de terror su gallina de los huevos de oro, y con Sweet Home ópera prima de Rafa Martínez.

Sweet Home sitúa la acción en uno de esos edificios de la Eixample de la Ciudad Condal. Allí viven Alicia que trabaja en el peritaje de edificios y su pareja extranjera Simon, un estudiante de medicina frustrado y actual enfermero. Para celebrar el cumpleaños de éste, ella decide colarse en el piso que ha ido a visitar esa mañana, que está abandonado a excepción de una persona mayor, y montarle una cena romántica low-cost, ante la negativa de Simon de ir a cenar en algún restaurante. Durante la noche descubrirán que en ese edificio no están solos.

El film vuelve a usar uno de esos señoriales, y antiguamente elegantes, edificios de la ciudad de Barcelona como escenario cerrado, oscuro y claustrofóbico donde desarrollar la acción. Y es que después de Mientras Duermes y la mencionada saga de zombies, Filmax demuestra en Sweet Home, una vez más su dominio al explotar y sacar lo mejor de las pocas localizaciones que necesitan para crear tensión. La película también se apoya en todos y cada uno de los clichés del terror para contar su historia. En ningún momento pretende sorprender con sus giros de guion, pero en cambio sí que en los escasos 90 minutos de duración consigue mantener la tensión con un ritmo trepidante. De alguna manera Sweet Home no reinventa nada, sino que abraza los tópicos y los explota de la manera más sangrienta.

Este dominio de las claves del terror ya lo demostró Rafa Martínez en sus cortos anteriores, que con muy poco presupuesto ya se intuía la atracción por el género, algo que en Sweet Home también es visible con guiños y homenajes. Aun así, también se le podría achacar la falta de riesgo en un producto más que correcto, pero con poca personalidad. A nivel técnico destacar también la omnipresente banda sonora de Ginés Carrión Espí.

Ingrid García Jonsson y Bruno Sevilla son los encargados de poner cara a la pareja protagonista. La primera interpreta a Alicia y cambia totalmente de registro, tras desnudarse física y psicológicamente en la última película del siempre polémico Jaime Rosales, Hermosa Juventud, decide apostar por una interpretación mucho más física que resuelve con buen porte y presencia. Por su parte Bruno Sevilla (Mindscape) es el encargado de interpretar a Simon, un personaje algo más débil, tanto a nivel interpretativo como a nivel de guión, que sin embargo funciona como complemento a una chica de armas tomar.

Conclusión

Sweet Home es un producto de la factoría Filmax, y tiene el potencial para tener el mismo éxito que Mientras Duermes o la saga [Rec]. Se echa de menos una vuelta de tuerca y un poco de más personalidad al debutante Rafa Martínez, pero la tensión de la película funciona y es un placer ver a Ingrid García Jonsson pasarlo tan mal.

NOTA 5’5

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