Diablo III. Análisis PS3

Un año después de su salida en Pc, Blizzard nos trae para Ps3 uno de los títulos que más fama le ha dado a la compañía estadounidense, Diablo, en su tercera entrega. Este RPG de acción, uno de los títulos más esperados del género en este año, está ambientado en un mundo de fantasía oscura y nos ofrece multitud de magia, mazmorras, y un sinfín de escenarios variados, desde el árido desierto, hasta inmundas cloacas, pasando por catedrales, prisiones, bodegas y ciudades. 

Historia.

20 años han pasado desde que Tyrael, el ángel de la justicia destruyera la Piedra del Mundo, un artefacto que protegía al Santuario del Mal. A partir de la caída de un meteoro, presagio del Juicio Final, los ejércitos del Infierno vuelven a invadir el mundo de los hombres y parece que esta vez es la definitiva. La historia gira en torno a Cain Deckard y su sobrina Leah, a la que se une nuestro personaje, un elegido del destino para derrotar a Diablo y los dos demonios menores Belial y Azmodán.

Personajes y modos de juego.

Esta entrega de Diablo nos ofrece la posibilidad de elegir entre cinco clases que tienen poderes, habilidades y recursos muy distintos. El Bárbaro es un corpulento guerrero que se vale de la furia para batirse contra sus contrincantes. Está orientado a ser usado por jugadores a los que les guste el  combate a cuerpo a cuerpo y es capaz de valerse incluso a dos manos de cualquier tipo de arma.

El Mago o Hechicero es un virtuoso de la magia, capaz de causar verdaderos estragos tanto en las distancias cortas como largas. Su recurso principal es el poder arcano que utiliza para desintegrar, conjurar escudos, explosiones de energía e incluso convocar poderes basados en elementos como el fuego o el hielo.

El Monje, un guerrero cuyos poderes proceden de fuentes divinas y que utiliza su propio cuerpo como el arma más mortífera. Son habilidosos tácticamente en el campo de batalla y utilizan el espíritu como recurso de combate.

Quizás estéticamente, la clase más variopinta puede ser el Médico Brujo, un invocador de zombis y otras alimañas que poseen gran cantidad de reservas de maná para atacar a sus enemigos con maldiciones, infecciones, cráneos explosivos y otros poderes destinados a reducir las habilidades de sus adversarios.

Por último, tenemos al Cazador de Demonios, un superviviente de ataques demoníacos que se ha dedicado toda su vida a librar al mundo de todos los lacayos del mal. Mediante el odio y la disciplina dan rienda suelta a sus habilidades defensivas y ofensivas, casi todas a distancia.

Entre los modos de juego, además de mencionar el modo on y off line, tenemos que destacar el modo Incondicional, que hará las delicias de los jugadores más arriesgados ya que se trata de un modo historia en el que cada muerte es definitiva. Un personaje que pierde todos sus puntos de vida es irrecuperable y pierde todos objetos para siempre.

 Jugabilidad.

 Blizzard nos ha preparado un sinfín de recursos al alcance de nuestras manos al mando de nuestro Dual Shock, la dinámica de juego es simple: podremos asignar una habilidad o ataque a cada botón de nuestro mando. Además, Diablo III permite hasta cuatro jugadores en la misma consola, en el modo online e incluso un mixto  (por ejemplo 3 jugadores en la misma consola al que podemos añadir otro más desde la red), por lo que podremos maximizar la diversión sin necesidad de limitarnos a una u otra manera.

Muertes y tesoros, una de las cosas que los chicos de Blizzard nos pueden asegurar en esta historia, es que nos podremos vanagloriar de causar más de 10.000 muertes en el modo historia, desde pequeños zombis y diminutas alimañas hasta campeones con sus propios esbirros y los jefes de cada etapa. Obviamente, toda esta cantidad de enemigos nos permitirá recolectar infinidad de tesoros, no sólo oro, sino todo tipo de armas y piezas de armadura, además de pociones, gemas y todo lo que nuestro héroe necesitará para enfrentarse a Diablo y sus terribles aliados.

Gráficos.

Desde una vista centrada en nuestro personaje principal, podemos disfrutar de unos gráficos excelentes por no decir espectaculares, que nada tienen que envidiar a su hermano de Pc, la iluminación y sobre todo la ambientación está muy conseguida, y esto ayuda y mucho a que nos metamos de lleno en el mundo de las tinieblas que nos ofrece Diablo, y las escenas cinemáticas son de una calidad tal, que las podremos confundir con películas. Quizá lo que más nos llama la atención con unos gráficos como éstos son los tiempos de carga, ya que estos son mínimos.

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Sonido.

En el apartado de sonido sólo podemos quitarnos el sombrero con Diablo III, si bien mantiene el sonido ambiental de la saga, su banda sonora acompaña a la perfección cada una de las fases del juego. Con respecto al doblaje, algo que muchos jugadores agradeceremos, está particularmente bien trabajado, se nota que aquí los chicos de Blizzard han puesto buena cantidad de énfasis.

Conclusión.

Diablo III es un título altamente recomendable por ofrecer modos de juego divertidísimos, una cantidad de horas considerable y unos gráficos fantásticos. Uno de los indispensables de este año para todo aquel que se considere jugón.

Lo mejor.

 

Lo peor

Artículo realizado por Daniel Rendón para Game It

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