The Diary of a Teenage Girl. Crítica

Diary of a teenage girl

Tras su paso por Sundance y otros festivales internacionales donde ha ido recogiendo aclamaciones, premios y reconocimientos. Sony Pictures nos trae ahora a España, The Diary of a Teenage Gir, filme sorprendentemente fresco y honesto sobre la iniciación sexual de una chica en plena pubertad.

“¡Hoy he follado… Ha sido la hostia!”. Con esta contundente frase en off comienza a contarnos su historia Minnie Goetze, la pizpireta protagonista de solo 15 años interpretada por Bel Powley. Minnie tiene inquietudes artísticas y vive con su madre separada, y su hermana pequeña en el San Francisco de la mitad de los años 70. Utilizando su magnetófono y desde la intimidad de su cuarto nos narrará en primera persona cómo se va enfrentando emocionalmente a todo un mundo nuevo de ilusiones, dudas y decepciones en el ambiente liberal y contracultural en que desenvuelve, a partir de una noche en la que se quedará a solas con el novio de su madre e iniciará con él una relación secreta que le llevará a perder la virginidad y a enfrentarse sin tapujos a su floreciente sexualidad.

Se trata de una cinta escrita, producida y dirigida exclusivamente por mujeres, la primera película de Marielle Heller, autora también del guión, adaptación de la novela gráfica de la dibujante y escritora Phoebe Gloeckner. El punto de vista femenino, que se advierte desde el primer segundo del filme, es una de sus principales bazas y originalidades pues estamos ante una película esencialmente feminista en el mejor sentido de la palabra.

The Diary of a Teenage Girl pone en evidencia cómo la gran mayoría de películas norteamericanas sobre iniciación sexual han abordado este tema desde una perspectiva más o menos frívola, pero siempre masculina. Risky Business, Crueles Intenciones, Supersalidos, o Lío Embarazoso (por citar sólo algunas de las más conocidas de los 80 ó 90 sobre pérdida de la virginidad) son filmes en los que los chicos sienten como algo normal su deseo de exploración sexual y lo expresan con una naturalidad más o menos caricaturizada, pero con naturalidad al fin y al cabo. En cambio las chicas se suelen ver relegadas a ser objeto de deseo, tienen el deber de reprimirse y cuando no lo hacen son representadas como adolescentes con problemas emocionales o chicas de mala reputación.

En cambio, el gran valor de The Diary of a Teenage Girl es el de celebrar el despertar sexual de una precoz adolescente de una forma desprovista de prejuicios machistas, abiertamente sincera. En este sentido se trata de una película positivamente feminista, nada militante ni agresiva,  pues trata el tema de la pérdida de la virginidad y la experimentación sexual desde un punto de vista al que no estamos muy acostumbrados, con toques humorísticos y con una normalidad y valentía muy reconfortantes.

La película está ambientada en el San Francisco contracultural de la mitad de la década de los 70, aparece como trasfondo el famoso secuestro con síndrome de Estocolmo de Patty Hearst, el SIDA todavía no existe y las drogas y la psicodelia están a la orden del día en un momento en que se percibe el declive del mundo hippie y el comienzo del punk rock. El despunte del cómic adulto como medio de expresión cultural y artística está muy presente en la película como recurso emocional de la protagonista y es muy importante para el desarrollo del filme a través de la gran ídolo e inspiración de Minnie, Aline Kominsky, que es considerada hoy día la abuela de los cómics de liberación.

Curiosamente la distancia temporal permite que en la película se planteen con naturalidad temas que a día de hoy, 40 años después, son políticamente muy incorrectos  pues en definitiva se nos cuenta una historia de relaciones sexuales entre un hombre adulto con una menor de edad. Y aunque le pedofilia no es realmente el tema de la película, hay cierta semejanza con la obra de Nobokov pues es el adulto es el que involuntariamente terminará sucumbiendo a los encantos de esta Lolita.

En el plano interpretativo los más fascinante es sin duda la actuación de Bel Powley, actriz británica que con  con algo más de 20 años en la vida real encarna a una chica de 15 años de forma soberbia, en el que probablemente sea uno de los papeles de su vida. Powley no es guapa pero tiene una expresividad en la mirada que encandila desde el primer momento y logra que empaticemos con su personaje. Le hace de contrarréplica el sueco Alexander Skarsgard en el papel de Monroe “el hombre más guapo del mundo” a decir de la propia Minnie en una actuación también sobresaliente que va evolucionando desde conquistador involuntario, pareja infiel, y finalmente confundida víctima de la hechizante Minnie. A destacar también el papel de la estupenda Kristen Wiig como madre de la protagonista.

Y en fin, como película independiente americana The Diary of a Teenage Girl presenta los códigos o tics ya habituales en el cine indie made in USA que visita Sundance en los últimos tiempos: la utilización de la voz en off y el empleo de flash backs como recursos narrativos, la aplicación estilística de animaciones artísticas e imaginativas que sirvan de apoyo poético a la historia (en este caso inspirados en los dibujos y cómics que sirven de desahogo a la protagonista), cierta preferencia por ambientes marginales o contraculturales y por los conflictos emocionales del mundo adolescente, o el uso de una banda sonora muy potente. Todos estos elementos están presentes en este filme en lo que empieza a ser ya casi un tópico o cliché del cine indie.

https://www.youtube.com/watch?v=kYb0WRr1eww

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