Divinity Original Sin – Enhanced Edition. Análisis PS4

La revisión de Divinity Original Sin, el RPG que ya triunfó hace poco más de un año con su llegada a los ordenadores, aterriza ahora en las consolas de nueva generación españolas, gracias a Badland Games que nos trae su versión física, sin perder su encanto e incluso con unas mejoras muy acertadas que da un empujón a la popularidad de los juegos de rol más clásicos.

Una historia para varios jugadores

Nada más arrancar la historia y como es habitual en los juegos de este tipo, se nos ofrece la posibilidad de personalizar a los que serán los protagonistas de la historia, en este caso dos, aunque más tarde llegarán a ser cuatros los personajes que podremos manejar. Este hecho nos permite compartir la experiencia con un amigo y disfrutar de la gran cantidad de horas que nos ofrece Divinity Original Sin en su modo cooperativo. Este solo es uno de los muchos puntos a favor del juego.

Tras caracterizar a los personajes y cumplir las primeras misiones que funcionan a modo de tutorial, comenzamos una historia que aunque está bien construida y nos ofrece muchísimas misiones que nos llevarán a estar horas y horas delante de la pantalla para superarlas todas, pero que peca de ser un poco básica.

Lo que más llama la atención de Divinity Original Sin es la increíble libertad que ofrece a los jugadores. Si estáis un poco cansados de avanzar en la historia y de completar las misiones principales no os preocupéis, hay un sinfín de posibilidades: recolectar materiales dispersos por los escenarios para después crear nuevas armas y armaduras, recolectar recetas de cocina o incluso robar o atosigar a otros personajes para que nos revelen cierta información. Todo esto además de la gran cantidad de misiones secundarias que nos ofrece el juego.

Otro aspecto importante es la gran variedad de opciones que tenemos para el desarrollo de nuestro personaje, doce especialidades diferentes como el mago, el arquero y el guerrero entre otros que podrán evolucionar y coquetear con habilidades más habituales de otras clases, convirtiendo a un mago puro en un auténtico guerrero gracias a horas y horas de acumular experiencia.

Por último para cerrar este apartado, que podríamos alargar casi eternamente, queremos comentar la posibilidad de solucionar las disputas de formas diferentes; si preferimos las batallas más clásicas nada nos lo impedirá, pero también podremos hacer uso de la dialéctica y evitar así las batallas o incluso atacar desde las sombras y alcanzar por sorpresa a nuestros enemigos.

En definitiva Divinity Original Sin nos permite hacer casi cualquier cosa que se nos ocurra aunque echamos en falta algo de profundidad y originalidad a su historia.

Un apartado técnico a la altura

Con una vista isométrica que nos sitúa encima de nuestros héroes, aunque podremos ajustar la cámara dentro de unos límites, observamos unos escenarios muy cuidados que se mueven de manera fluida, 30 fotogramas por segundo, y que solo en ocasiones contadas sufre bajones de framerate.

La estabilidad de las imágenes junto al gran trabajo de arte y el colorido de algunos de los escenarios nos muestran un apartado gráfico sobresaliente, pero que acompañado de la buena jugabilidad y la amplitud de posibilidades de Divinity Original Sin no termina de destacar sobre el resto de aspectos.

En el apartado sonoro destaca la inclusión de voces en las conversaciones con los personajes secundarios, todas las voces están inglés, que son horas y horas de doblaje. Por su parte la banda sonora acompaña bien a la ambientación pero no termina de ser destacable sobre todo viendo la calidad general del juego.

La vuelta de los combates por turnos

Como decíamos antes Divinity Original Sin es rol de la vieja escuela y aprovechando el resurgir de estos juegos ha vuelto a llevar a lo más alto el sistema de batallas por turnos. A pesar de que este tipo de combates habitualmente se vuelven algo tediosos no podemos negar que en esta ocasión las batallas se desarrollan con un dinamismo envidiable a pesar de su complejidad.

Durante las batallas no solo tendremos que estar pendientes de nuestros enemigos sino que también deberemos prestar mucha atención a aspectos como el terreno en el que tiene lugar el combate o las condiciones climatológicas reinantes.

Todo esto, como hemos dicho antes, si decidimos combatir ya que hay ocasiones en las que podremos evitar una batalla simplemente con mantener una conversación.

Esto solo es durante las batallas ya que fuera de ellas podremos interactuar prácticamente con todos los objetos que pueblan los escenarios de manera sencilla, si somos incapaces de encontrar la llave que necesitamos para abrir una puerta podemos optar por golpear la puerta hasta echarla abajo o rebuscar tras cuadros o bajo alfombras.

Conclusiones de Divinity Original Sin Enhanced Edition

Como hemos a lo largo del análisis estamos ante un juego que podríamos pasar horas y horas analizando por su profundidad y la gran cantidad de opciones que nos ofrece. Lo único que podemos deciros es que si sois jugadores habituales de RPGs, Divinity Original Sin no puede faltar en vuestra biblioteca particular.

En definitiva estamos ante un juego que sin duda se convertirá con el paso de los años en un referente del género tanto por su amplio mundo, como por su sencilla y compleja jugabilidad al mismo tiempo y por su trabajado aspecto gráfico.

No perdáis la oportunidad de descubrir por vosotros mismos la grandeza de Divinity Original Sin escondida en todos los detalles que nosotros no hemos podido contaros en este análisis.

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