Dragon’s Crown Pro. Análisis PS4

Hoy en Game IT, y gracias a Koch Media, os traemos el análisis de un juego que se lanzó allá por 2013 para PS3 y PS Vita y que consiguió atraer la atención de los fanáticos del rol clásico y los beat ‘m up. Estamos hablando, como no, de Dragon’s Crown, que ahora a mediados de 2018 llega a PS4 ofreciéndonos esa gran mezcla que lo llevó al éxito.

El título de Vanillaware y Atlus llega a la consola de Sony como Dragon’s Crown Pro, y se trata de una remasterización del original, que, aunque no cuenta con innovaciones, sí que trae un renovado apartado gráfico listo para que los usuarios de PlayStation 4 puedan disfrutar de una de las joyas de la pasada generación.

Una historia mágica

Aunque la base de esta versión Pro es similar a la del título de 2013, nunca está de más volvernos a situar para aquellos que no la hayan jugado en su día y tengan interés en hacerlo ahora.

La historia de Dragon’s Crown no es especialmente profunda ni épica, pero sirve para darle contexto a una aventura cuyo principal encanto reside en la jugabilidad y no en la narrativa. El juego nos lleva a Hydeland una lejana tierra antaño grandiosa pero que ahora se ha visto sumida en un caos, y es que a las disputas y las traiciones se le ha sumado la temible presencia de un dragón que se convertirá en el principal némesis.

Nuestro papel en el conflicto, como no, será el de ser el héroe y salvar a Hydeland de la total destrucción. Es a partir de aquí en donde empieza la salsa real del juego al escoger una de las clases disponibles que condicionarán nuestro camino y nos harán luchar por la paz con un estilo u otro.

Lucha como quien eres

Es evidente que este Dragon’s Crown nos sitúa en un entorno mágico y fantástico, por lo que el elenco de protagonistas es realmente importante a la hora de vivir la historia de una manera similar.

Por esto, tendremos a nuestra disposición seis clases, características del rol clásico, con sus peculiaridades y estilo de combate únicos. Podremos elegir entre los poderosos mago, y hechicera si nos decidimos por el camino de la magia y del ataque a distancia. Si lo nuestro va más por la resistencia, la fuerza bruta, y el ataque cuerpo a cuerpo tendremos a nuestra disposición al enano, al caballero y a la amazona. Por último, si nos gusta más el estilo pícaro, podremos ponernos en la piel de una ágil y letal elfa.

Como veis la variedad es notable, cada personaje nos permitirá enfocar la lucha de formas muy distintas, además de tener su equipo personal y la posibilidad de mejorarlo, animándonos a farmear más de una vez en busca de objetos mejores. Esto no hace más que incrementar la rejugabilidad. Sin embargo, esto es solo la punta del iceberg en lo que a esto se refiere, porque si de algo va servido este Dragon’s Crown es de rejugabilidad.

La historia principal nos llevará por 10 niveles que, a su vez se dividirán en dos caminos que nos enfrentarán a jefes finales distintos. Además, a lo largo del juego encontraremos en torno a 50 misiones secundarias e incluso eventos propios de cada zona que, según como los pasemos, cambiarán de una u otra forma la ruta.

Todo está cuidadosamente diseñado para eliminar el tedio, y es que es todo un logro conseguir que el jugador tenga una motivación real para repetir niveles, bien sea para descubrir los secretos, farmear mejor equipo, o simplemente terminar el 100%.

Como suele ser bastante habitual en este tipo de juegos, todos los niveles están unidos por un mundo central en el que encontraremos la tienda, en la que podremos comprar objetos, armas, runas de mejora o incluso reparar nuestros bienes que se irán desgastando con el paso de la aventura. Eso sí, este no es el único punto RPG, si no que tendremos los ya clásicos puntos de habilidad que, como su propio nombre indica, nos permitirán mejorar a nuestro personaje, o incluso a nuestro grupo.

En el primero encontramos diferentes niveles de mejora –hasta 10- para nuestros ataques y combos (o incluso habilidades nuevas), mientras que en el plano común podemos ver mejoras de salud, recuperar energía recogiendo monedas… La única restricción aquí es que todas las habilidades tienen un nivel mínimo requerido, es decir, hasta que no alcancemos ese nivel no podremos activar la mejora.

Una remasterización escasa

Sin ningún género de dudas, Dragon’s Crown es un juego realmente bueno y digno de estar en nuestras colecciones. Sin embargo, la cuestión que nos atañe no es esa, sino la necesidad de adquirir esta remasterización si ya tenemos la versión de PS3 o PS Vita.

Pues bien, las novedades que añade el juego de Vanillaware se antojan bastante limitadas, y es que estas no van más allá del apartado gráfico y sonoro. Lo primero nos permitirá jugar en 4K si disponemos de una PS4 Pro o 1080p si tenemos la edición básica. Esto luce bastante, pero no es un cambio tan grande como para volver a pasar por caja.

Por otro lado, la BSO ha recibido una revisión total, pudiendo disponer de una versión moderna de la misma, o bien escoger la clásica del juego original.

Una última novedad, y no por ello menos importante, es la traducción de los textos al español. La versión original llegó únicamente en inglés, pero en este Dragon’s Crown Pro contamos con una perfecta localización, facilitando la tarea a aquellos con más dificultades con el idioma de Shakespeare.

Conclusiones Dragon’s Crown Pro

Como suele ocurrir en muchas remasterizaciones, Dragon’s Crown Pro plantea el debate sobre la necesidad de su lanzamiento y la justificación de volver a pagar por un juego con tan pocas mejoras.

En nuestra opinión, esta revisión de Vanillaware es una compra obligada si no lo has jugado en la anterior generación, y es que estamos ante un juego divertido, complejo, rejugable y variado. Sin duda una auténtica joya de los beat ‘m up RPG de corte medieval.

Ahora bien, si ya lo has jugado en PS3 o PS Vita, poder disfrutar de él en 4K y con una BSO “renovada”, no parece suficiente, por muy bien que se vea, para volver a gastar el dinero, y es que más allá de esto no obtendrás nada nuevo.

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