Etherium. Análisis PC

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Durante los últimos años hemos visto cómo en la industria de los videojuegos se han tirado abajo grandes barreras con géneros que parecían estar destinados a la desaparición, en parte gracias a los nuevos modelos de negocio como el crowdfunding, con las aventuras gráficas como un gran ejemplo, y en parte por las nuevas apuestas de las distribuidoras como es Focus Home Interactive y, en este caso, Tindalos Interactive y su RTS Etherium.

Cuando hablamos del género nos vienen a la cabeza gratos recuerdos gracias a Blizzard y su StarCraft, o franquicias del pasado como Command & Conquer. A pesar de los tiempos que corren la vuelta a las raíces y los orígenes está cada vez más en boca de todos y la compañía gala ha querido hacer un RTS con los máximos exponentes del género, llegando a perderse un poco entre tanta característica y perdiendo lo que todo juego debería tener: su propia identidad.

Una historia que brilla por su ausencia

No os vamos a engañar, en Etherium no vamos a encontrar una historia sacada de una película de ciencia ficción ni mucho menos. Lo que llega a nosotros es ni más ni menos que una escaramuza protagonizada por tres razas en pleno espacio y que luchan por un preciado recurso llamado Eterio, un material producido por una raza extradimensional que colocan en unos huevos depositados en seis planetas distintos en un ciclo que se repite cada mil años. Nuestro trabajo será escoger por qué facción lucharemos y el que consiga un mayor número de planetas ganará en este modo llamado conquista.

Pero aquí es donde nos encontramos el primer punto extraño en un RTS y es que esta primera parte del desarrollo del juego se realizará con un sistema de estrategia por turnos, donde tendremos que elegir qué planeta atacaremos primero, cómo utilizaremos nuestros puntos de desarrollo, qué artefactos (en forma de cartas) y cuándo los usaremos… Toda una nueva línea de planteamiento que puede resultar algo lenta para aquellos jugadores que esperaban una estrategia en tiempo real desde el principio.

Una vez las contiendas estén planteadas, tendremos que bajar al planeta en cuestión y llevar a cabo una lucha como mandan los cánones de los RTS, con todo lo que ello conlleva.

Diversión con fecha de caducidad

Etherium tiene un planteamiento divertido pero con un par de grandes peros. Tindalos ha conseguido escoger sabiamente qué facetas de antiguos títulos del género querían añadir a su RTS, aunque quizás la puesta en escena no luce todo lo bien que debiera dado, en parte, a la guerra entre tres facciones. Es algo habitual en esta clase de juegos que haya tres razas, diferenciadas entre sí pero que en el fondo se parecen bastante, aunque aquí el problema que nos encontramos es que, como es una guerra a tres bandas, una de las facciones siempre va a ser la que pase desapercibida y pueda hacerse con el control de todo. Cada vez que conquistemos un planeta conseguiremos recursos, puntos de desarrollo para nuestros árboles de tecnología y una serie de ventajas que puedan ser decisivas. Esto se traduce en que, cuando dos razas luchan, la tercera campa a sus anchas, haciendo casi imposible que sea derrotada una vez las dos primeras han terminado su confrontación.

Cada escenario de batalla está dividido en sectores que tendremos que ir conquistando para poder expandirnos en lugares ya predeterminados, por lo que la construcción de estructuras está bastante acotada. Una vez asentadas las bases la IA llegar a ser bastante predecible e incluso llega a ser cansina, obligándonos a defendernos durante mucho tiempo hasta que nuestra tecnología avance lo suficiente como para poder pasar al ataque. Además también veremos mercenarios en los mapas que podremos «comprar» gracias a la diplomacia o aplastar como si fuera un enemigo más. A esto hay que añadirle que cada planeta tiene su propio clima, siendo un factor a tener en cuenta ya que puede causar daños a nuestras unidades o empeorar la visibilidad, algo que puede ser determinante.

Aunque todo esto puede resultar algo desalentador, lo cierto es que cuando lo vemos para lo que realmente ha sido pensado mejora y mucho. Un tres contra tres siempre tendrá cierto desequilibrio, especialmente cuando estamos hablando de la IA, pero en cuanto nos sumergimos en el multijugador el concepto cambia, y mucho. La estrategia será una parte fundamental del título, tanto en su versión por turnos como en las escaramuzas RTS, por lo que en contiendas de 1vs1 o de 2vs2 podemos encontrar mucha diversión.

Atención al detalle

Uno de los aspectos que más nos han llamado la atención de este Etherium ha sido su apartado gráfico, que ciertamente nos ha dejado con muy buen sabor de boca. Los mapas están bastante bien diseñado así como las unidades y estructuras, diferenciando muy bien a las facciones entre sí a simple vista. Los aspectos climatológicos también juegan un papel fundamental visualmente hablando, nutriendo a los planetas de su propia personalidad, aunque por desgracia a veces nos encontremos ante escenarios que ya hemos visitado con anterioridad.

En cuanto al apartado sonoro lo cierto es que no hay mucho que destacar, cumple con su función a la perfección sin demasiados alardes, dejando una pequeña mención especial para aquellos jugadores que quieren los títulos en español, algo que aquí no será un problema ya que Tindalos se ha preocupado de localizar, al menos textualmente hablando, el juego a nuestro idioma.

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Conclusión de Etherium

Una vez más llega un RTS en una época en el que el género se encuentra en horas bajas, dejándonos con una buena impresión general aunque quizás demasiado enfocada al multijugador. Una mezcla algo extraña entre estrategia por turnos y en tiempo real que puede agradar a la mayoría de los usuarios, pero que nos ha dejado un poco con ganas de mar en lo que a la campaña se refiere, prácticamente inexistente.

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