Gunpowder. Análisis iOS

Hoy os traemos una de esas propuestas tan simples como adictivas, uno de esos juegos que nos encanta jugar y disfrutar sin quebraderos de cabeza, de esos que invitan a echar unas partidas rápidas sin comernos el coco. Desde Rogue Rocket Games nos llega Gunpowder, un título que llega en exclusiva para iPad y que nos pondrá en la piel de un peculiar Robin Hood mexicano cuya única arma para cumplir su cometido será la pólvora.

¡Ándale Robin!

Nuestra historia comienza en un lugar del Salvaje Oeste, donde nos pondremos en la piel de Incendio, un sencillo ciudadano que un día encuentra accidentalmente un curioso libro, el cual no es otro que el mítico Robin Hood.  A partir de aquí, viendo las injusticias a las que Boss Grimshaw está cometiendo contra su pueblo, decide emular al arquero británico y robar al rico para dárselo a los pobres.

Nuestro protagonista no usará el arco y las flechas para acometer su misión, sino que sus únicas armas serán la pólvora y los barriles explosivos, teniendo que combinar ambos para destrozar el cofre de nuestro enemigo y recaudar el mayor dinero posible durante los 125 niveles distintos de los que se compone el título.

Una explosión de monedas

Gunpowder es uno de esos juegos que están hechos por y para dispositivos portátiles, y en este caso incluso agradecemos que sea exclusivo de tablet (iPad en este caso) para poderlo disfrutar en el tamaño que se merece.

La jugabilidad es muy sencilla, y únicamente tendremos que realizar dos acciones para completar los puzles que son el fundamento del título. La primera consiste en colocar los barriles necesarios para llegar desde la hoguera, donde prenderemos la llama, hasta el cofre donde se haya el oro de Grimshaw. La segunda no es otra que crear un reguero de pólvora que sea capaz de expandir el fuego provocando una serie de explosiones en cadena con la que además del mencionado cofre, también tendremos que reventar las huchas en forma de cerdito si queremos completar cada pantalla al 100%. Estamos ante una mecánica muy fácil, pero no por ello el título estará carente complejidad.

La dificultad de Gunpowder comienza a notarse después del primero de los cinco diarios en los que se dividen todos los niveles. Los 25 primeros serán una especie de tutorial en el que básicamente se nos dirá qué tenemos que hacer y así ir aprendiendo de cara el futuro. Es a partir del segundo diario donde comenzamos a sentir el reto que supone este juego, debido al gran número de posibilidades que nos plantean y sobre todo a que ya tendremos que empezar a jugar realmente a contrarreloj.

En todo momento podremos cumplir objetivos opcionales como ahorrar en pólvora, pasar el nivel antes de un determinado tiempo o romper todos los cerditos. Como es evidente, esto será muy fácil al principio, pero según avanzamos tendremos que centrarnos en acabar como sea, y dejar lo secundario para segundos o terceros intentos con nuestro plan ya meditado.

En resumen, este Gunpowder mezcla la estrategia con el ensayo y error, haciéndonos que tracemos un mapa mental en nuestra cabeza y que en ocasiones decidamos utilizar algún intento en probar “qué pasa sí pongo esto aquí…”, teniendo que reiniciar el nivel una y otra vez viendo como se producen “cortocircuitos” en nuestros caminos.

Recordándonos a los Looney Tunes

Es inevitable que nada más iniciar el juego comience a venirnos a la cabeza los míticos Looney Tunes, y más concretamente al mítico coyote y su archienemigo el correcaminos. Estamos ante un diseño cartoon curioso pero que no destaca demasiado, y es que todo el juego se basa en una vista isométrica en la que apenas destaca el detalle. Visualmente es divertido, al menos en la medida que lo podemos apreciar.

El apartado sonoro es puro México. En todo momento escucharemos melodías que nos evocarán a los míticos mariachis. Durante un rato es entretenido, pero según vamos avanzando, o si simplemente nos atascamos, corremos el riesgo de acabar hasta las narices de escuchar una y otra vez el mismo sonido.

Los textos que tiene el juego están íntegramente en español, aunque realmente no importa demasiado, ya que la poca letra que tiene apenas influye en la comprensión de los menús.

Conclusión

Gunpowder es uno de esos títulos que han logrado captar la esencia adictiva que reina hoy en día en el mercado móvil. Juegos como Angry Birds o Flappy Bird han conseguido atraer a millones de jugadores gracias a una mecánica sencilla y para todos los públicos.

Rogue Rocket Games trae un juego resultón capaz de viciarnos y tenernos entretenidos durante horas, aunque es muy posible que según pasen los niveles acabe resultándonos tan frustrante que lo aparquemos hasta la próxima. De todas formas, si contamos con un mínimo de paciencia debemos de darle a una oportunidad a un título realmente divertido y que nos ofrece muchos niveles para gozarlo, y únicamente a un precio de 4,99€.

[yframe url=’https://www.youtube.com/watch?v=4QJp913UR2M’]

Lo mejor:

Lo peor:

Salir de la versión móvil