La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en caldo de debate y polémica. Durante los últimos meses, hemos visto a muchos usuarios crear contenidos de toda clase gracias a ella, incluso algunas empresas han experimentado con su uso a la hora de elaborar diseños. Pero, ¿realmente es una tecnología que haya llegado para eliminar la labor humana? ¿Puede suponer un cambio revolucionario dentro de la industria del videojuego? La realidad es que IA y Gaming llevan ya años caminando de la mano, y permitiéndonos disfrutar de unas experiencias cada vez más completas y divertidas, además de avanzadas.
¿Cómo está cambiando la IA el videojuego? Presente y futuro
La Inteligencia Artificial esta mucho más presente de lo que parece en la industria del videojuego. Aunque hablar de IA invita a pensar en soluciones que sustituyen el trabajo humano, generalmente diseñando ilustraciones o gráficos, lo cierto es que sus aplicaciones reales llevan ya tiempo en marcha, convirtiéndose en herramientas indispensables para desarrolladores.
Uno de los ejemplos más claros de esto lo tenemos con NVIDIA. El fabricante de tarjetas gráficas lleva ya varios años desarrollando una solución conocida como DLSS que, con cada nueva versión que lanza al mercado, no solo permite ejecutar juegos con un mejor rendimiento, sino también con una calidad gráfica realmente impensable hace tan solo un lustro. Lo mejor de todo es que esta tecnología está sirviendo para que el hardware actual ofrezca mucho más sin necesidad de recurrir a la fuerza bruta, y todo se lo debe al rescalado y al trazado de rayos optimizados mediante IA.
También podemos hablar del comportamiento de los juegos procedurales, que generan escenarios y enemigos de forma que parece aleatoria, pero siempre siguiendo una lógica que se va amoldando cada vez más a la forma de jugar de los usuarios. Otra situación muy extendida que hemos visto en juegos actuales y muy famosos, sobre todo dentro del panorama indie, y que habría sido impensable hace una década por las limitaciones de entonces. Se experimentó con esta posibilidad, sí, pero los resultados eran mucho peores que los actuales porque conceptos como el Machine Learning o la Inteligencia Artificial todavía estaban en pañales.
Hay muchos más ámbitos en los que podemos ver a la IA fusionándose con el gaming en general, desde la generación de recursos para juegos triple A recién lanzados como el famoso Starfield, hasta el cálculo de cuotas y probabilidades en las apuestas deportivas, tal y como se puede ver en cualquier bróker en Asia y apuestas. Sus posibilidades son casi infinitas cuando hablamos de juegos y tecnología.
¿Y hacia dónde se dirige? Actualmente, es casi imposible tener claro el camino que va a seguir. Los modelos se siguen entrenando para usos muy concretos, como la generación de contenidos en texto, la creación y edición de imágenes o vídeo o incluso la lectura de ficheros. En realidad, todo esto ya puede ser de utilidad en la industria del videojuego, permitiendo agilizar procesos a los desarrolladores.
¿Sus próximos pasos? Seguramente ayuden a conseguir juegos mucho más creíbles y con más posibilidades, diálogos reactivos, contenidos autogenerativos o incluso mejores tecnologías gráficas que nos acerquen un poco más a ese hiperrealismo que se lleva buscando desde hace tanto en el sector. En gameit estaremos al pie del cañón para informaros de todos los avances que se den en este campo.