Jump Stars. Análisis PS4

Jump Stars

Los chicos de Jamit Games y Curve Digital resucitan algo que cada vez parece más muerto en consolas, la posibilidad de compartir un buen rato de juego con amigos sin necesidad de jugar en línea. Esto llega gracias a Jump Stars.

A competir

Jump Stars no ofrece otra cosa que una suma de minijuegos en los que tendremos que competir contra el resto de jugadores para lograr la máxima puntuación. En una primera fase, tendremos que competir en cuatro minijuegos elegidos al azar y conseguir sobrepasar la cifra de los 1500 puntos para acceder a la fase final.

Podríamos decir que esta primera fase sirve de poco más que de calentamiento ya que independientemente de lo bien que la hayamos completado, todos los jugadores tendrán la posibilidad de proclamarse campeones en la fase final del juego.

Todos los minijuegos que componen Jump Stars tienen una mecánica bastante sencilla e invitan a que hasta los jugadores más inexpertos puedan dominar rápidamente los controles y empezar a competir de tú a tú con el resto de jugadores.

Con unos controles en los que únicamente tendremos que desplazarnos lateralmente, saltar y empujar a nuestros contrincantes para llevarles a la derrota, Jump Stars genera unos momentos de competición increíbles de los que cualquiera puede formar parte.

Obviamente se trata de un título con un marcado componente social, aun así, echamos en falta la posibilidad de jugar contra una inteligencia artificial que nos permita conocer la variedad de minijuegos disponibles. En algunas ocasiones incluso jugar únicamente dos jugadores puede dejarnos la sensación de que le falta algo al juego.

¡Salimos en la tele!

Desde que arranca Jump Stars se nos presenta como un concurso de televisión que cuenta con su carismático presentador y en el que nuestro papel será el de concursantes. Con unos personajes con forma de cubo y que carecen de extremidades a los que, eso sí, podremos variar el aspecto antes de comenzar la competición, tendremos que saltar al escenario.

En cuanto al aspecto técnico del juego hay que reconocer que la sencillez de los controles facilita muchísimo que nuestro personaje responda sin ningún problema a las órdenes que le enviamos desde nuestro mando y no hemos notado ninguna caída en el framerate que suponga una molestia o que sirva de excusa para el jugador que no ha logrado superar un nivel.

En cuanto al sonido es bastante entretenido, sin demasiados fuegos artificiales, nos traslada a una atmósfera como de circo en la que se suceden situaciones hilarantes causadas por la competición, y en muchas ocasiones porque los jugadores están más pendientes de provocar el error de sus contrincantes que de obtener el mejor resultado. Además, aunque las voces se encuentran en inglés, todos los textos llegan perfectamente traducidos al castellano.

Nos quedamos con ganas de más

Uno de los aspectos que nos han dejado algo fríos es la cantidad de minijuegos ya que hemos echado en falta es un poco más de variedad. sobre todo por que en la tercera competición que inicias empiezas a encontrarte con juegos repetidos. A pesar de esto, los piques entre jugadores le dan ese punto de diversión que logra que desaparezca esa sensación de repetición.

En definitiva, no podemos decir que estemos ante el nuevo bombazo del género, como suele ser cada entrega de la saga Mario Party, pero es innegable que Jump Stars es un juego muy divertido y para todos los públicos que puede ofrecer grandes ratos de entretenimiento y seguro que algún que otro enfado entre los más competitivos. Por otro lado, hay que reconocer que la diversión aumenta cuantos más jugadores están dentro de la partida, ya que mientras las partidas de 4 jugadores suelen ser frenéticas, cuando únicamente hay dos jugadores en la pantalla termina siendo monótono.

Conclusión Jump Stars

Jump Stars ofrece una divertida experiencia multijugador que nos recuerda a las tardes en compañía con juegos como Buzz o Mario Party, pero al que todavía le faltan unas pequeñas pinceladas, sobre todo en su variedad de modos de juego y minijuegos, como para ser un título esencial en las reuniones sociales.

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