La Guerra del Planeta de los Simios. Crítica

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Han pasado 6 años desde que Hollywood apostó por mostrarnos el ORIGEN de uno de los clásicos más recordados y laureados de la ciencia ficción, El Planeta de los Simios, donde nos contaban cómo se llegó a ese mundo post-apocalíptico dominado por los simios. Después del puente argumental que supuso El Amanecer del Planeta de los Simios, Matt Reeves, vuelve a ocuparse de este proyecto, para cerrar esta trilogía protagonizada por César. Un simio que a consecuencia de un remedio contra el alzhéimer, nació con una inteligencia excepcional.

Tras los sucesos en el AMANECER, que narran el origen del enfrentamiento, entre simios y humanos y cómo estos últimos casi se extinguen por culpa del “virus de los simios” (un virus que vuelve inteligentes a los simios, pero es mortal para la raza humana), Matt Reeves continúa la historia donde la dejó, en esa GUERRA inminente entre los simios, liderados por César y el ejército que vimos en la post-créditos de la entrega anterior.

Por el título podemos esperar una batalla épica por la supervivencia, pero no es así. Matt Reeves quiere ir más allá del simple belicismo, mostrando a un César que vive perseguido por el fantasma de Koba, ese simio que se sublevó e inició este conflicto atacando a los humanos. Lo único que pretende es que humanos y simios convivan sin luchar, pero con el daño que hizo Koba no conseguirá ese ansiado perdón. César termina empujado a luchar por culpa de un Coronel que quiere exterminar a todos los simios de la faz del planeta.

Tras resumiros un poco la cronología de los acontecimientos, vamos a lo importante. ¿La Guerra del Planeta de los Simios, cumple? Sí, de hecho es un cierre magnífico a una trilogía que ha sabido mantener un buen nivel en todas sus entregas. Pero he de advertiros que podéis ir con una idea muy equivocada de cómo van a transcurrir los hechos.

Como he dicho antes va más allá del simple belicismo. No esperéis enfrentamientos continuos, ni batallas épicas por doquier, aunque las hay, no todas las guerras se libran en el campo de batalla. La radiografía que sufre el personaje de César: su tristeza, su ira, su lucha interna… permitirá a muchos llegar a empatizar con sus ideales, su manera de afrontar la situación. Este viaje que emprende permitirá conocer cómo es la situación más allá de la guerra en que se ha visto involucrado, él y todos los simios.

El trabajo de Andy Serkis, no sólo como César, sino como el responsable de la reconstrucción de los simios por ordenaros, me sigue pareciendo soberbio. Un trabajo digno de alabanza, donde se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. No es la primera vez que Serkis, cautiva con la tecnología de captura de movimientos, lleva años dejándonos con la boca abierta con su trabajo. Pero también nos ha demostrado que sabe actuar y no hay reto imposible para él.

Woody Harrelson, tiene sus momentos. Es cierto que intimida bastante con su mirada, pero no me terminó de convencer en algunas escenas. Su personaje, sino llega a ser el alto mando que intenta acabar con los simios, carecería de más trascendencia ya que esas acciones podría haberlas realizado cualquiera de los que vemos con uniforme dentro de la película.

Como en la entrega anterior, Michael Giacchino es el encargado de la banda sonora. No estamos ante uno de sus mejores trabajos y eso que sabemos el gran talento que tiene este compositor. Aun así, nos deja destellos de su brillantez como en la escena con la que arranca la película.

Ya ocurrió en el Origen y en el Amanecer, que nos dejaban guiños a la cinta original de 1968. La Guerra del Planeta de los Simios, no iba a ser menos. Durante la película va dejando algún nombre, alguna explicación que hace referencia al clásico protagonizado por Charlton Heston. Estar atentos, no están escondidos.

Conclusiones de La guerra del planeta de los simios

Matt Reeves logra cerrar una trilogía muy bien equilibrada, no es perfecta, pero deja un buen sabor de boca la cual nos deja grandes escenas, no sólo en el ámbito del combate, sino en la naturaleza de ambas especies. Un mensaje claro y al mismo tiempo una bofetada en la cara, sin dejar a un lado los mensajes que ya dejaron las dos entregas anteriores, ya que las recalcan. Disfrutar de este cierre, porque ya ha entrado en la historia del cine, no sólo como películas de ciencia ficción, sino como una buena trilogía.

APES TOGETHER, STRONG!!!

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