Malos tiempos para «Golden Axe»,impresiones, ps3

¿Quién no recuerda la mítica coin-op de SEGA de finales de los ochenta?, ¿Quién no jugó a las fantásticas versiones de Master System o Mega Drive? Cuantas monedas llegamos a gastar en esas recreativas…

Lejos de considerarlo como algo negativo, el hecho de recuperar y modernizar recreativas clásicas para las consolas de nueva generación y con gráficos en alta definición es motivo de euforia y alegría para los fans de cualquier saga, pero visto los resultados de este nuevo «Golden Axe Beast Rider» puede dejar a más de uno «helado», por decir algo suave.

Secret level, desarrolladores del juego, han perdido una oportunidad de oro para realzar una de las recreativas más míticas que uno recuerda, a los pocos minutos de jugar a este nuevo «Golde Axe» te das cuenta de que lo único que queda de aquella maravilla és el nombre de la protagonista (Tyris Flare) y poco más.

Dentro del cúmulo de despropósitos que componen al título, tenemos que poner especial incapié en la jugabilidad que és, de largo, de lo peorcito que hemos probado en mucho tiempo. Con la absurda idea de quitar el multijugador del original se añadió un sistema terrorífico de bloqueos y contraataques que a medida que avanzamos y van saliendo más enemigos y más duros, esta mecánica se viene abajo arrastrando con ella a todo el juego que se convierte en una auténtica pesadilla injugable. Las famosas bestias de monta son especialmente incómodas de controlar y sus gráficos dejan mucho que desear, desaprovechando las capacidades de las nuevas consolas y hechando un tufo a «Heavenly Sword», pero en malo, que atufa.

En definitiva, en eslaultima no queremos suspender a nadie, pero este «Golden Axe Beast Rider» és un claro ejemplo de lo que NO hay que hacer con los míticos videojuegos de antaño donde nos gastabamos la paga de toda una semana en una partida, bueno, en cientos de ellas. Así que la verdad no sabría a quién recomendarlo, a los fans de la saga seguro que no y a los que no conozcan la saga menos aún porque no tiene nada que ver con los antiguos, por contra, al padre despistado que le quiera hacer un regalo a su hijo para navidad tampoco, porque el niño odiará al padre para el resto de sus días.

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