Mommy de Xavier Dolan

mommy game it

Nunca me había enfrentado al cine de Xavier Dolan. Había leído o escuchado cosas sobre el niño prodigio del cine aquel «Enfant Terrible» que gustan llamarlo por ahí, había dirigido su primera película con 19 años y había ganado tres premios en el Festival de Cannes; pero a pesar de esto nunca me había enfrentado a un visionado de alguna de sus películas y tenía bastantes ganas de ver esta «Mommy«. Sinceramente, mi instinto y aquellas voces de internet no se equivocaban; ya que esta es la obra de una persona que sabe lo que se hace y además, añado, una persona con gran sensibilidad que nos regala un momento en el tiempo que te absorbe sin remedio.

Risas, incertidumbre, mas risas, llanto, preocupación, empatía ¿Os suena verdad?,  son las claves que identifican a las grandes obras. Aquellas que entremezclan un torbellino de sensaciones y de preguntas. A veces con una respuesta lógica, cerebral. A veces con una respuesta poética, a la manera de los sentimientos, con contradicciones y/o  magia, llenas de deseo.

Todo lo anterior implica a muchas películas, muchas grandes películas; sin embargo vamos a ver qué es lo que hace especial a esta en concreto.

Lo grande de Mommy

«Mommy» no solo  guarda una historia íntima sobre tres personas: un hijo, una madre y su vecina. En ella también nos aguardan algunas sorpresas formales (aquellas referentes a aspectos cinematográficos como la iluminación, el color, la fotografía o el plano). Todo se aborda de una forma visual como en el buen cine artesano. El tipo de cine que se preocupa del lenguaje, los conceptos que se quieren transmitir, la sensación de estar encerrado en una sociedad que no va a darte la mano (si acaso una patada en el culo). Una situación de pánico o de emergencia , una situación difícil de la que no puedes escapar y que irremediablemente tienes que intentar solucionar. Habla de un momento, un fragmento de vida y de como convergen estas tres lineas vitales.

Por estar los tres encerrados , cada uno a su manera, es por lo que se encuentran estos personajes. Su encuentro nos va a ofrecer grandes momentos  y diálogos en un guión que sorprende por su representación de la vida maternal ( Xavier Dolan tiene 24 años). Nos va a enfrentar a muchas preguntas y  si logramos conectar,  nos llevará al dialogo interno y a enriquecer nuestra vida como toda buena obra de arte. Aviso para los corazones sensibles, la película es un continuo «olla a punto de explotar». Su corazón frenético no da lugar al descanso, fiel reflejo de la situación  en la que se encuentran madre e hijo.

Todo lo anterior está apoyado, en algunos de los mejores momentos de la película, por una banda sonora donde se entremezclan temas de Oasis, Celine Dion y Lana del Rey…casi nada.

¿Obra maestra?

Mirad, tengo claro algo. Si cuando termina una película salgo a la calle y todo tiene otro color, si ando atontado intentado discernir en mi mente lo que he visto en una pantalla; incluso si más tarde me vienen planos de la misma y su belleza nunca se consume, si no logro olvidar la experiencia  y pasa a formar parte de mí…  es una obra que puedo considerar como maestra. Una obra maestra que se que  influenciará otras aspectos en mi vida. «Mommy» puede que sea una de estas obras y en mi caso el tiempo lo dirá; lo más que os puedo decir ahora mismo es que la veáis, que os dejéis llevar por lo que os esta contando Xavier Dolan .

Como en toda conversación, seréis vosotros al final los que decidiréis si ha valido la pena o no, si ha sido una de esas  conversaciones profundas que vivisteis  con una persona que consideráis especial o, si por el contrario, lo que veis os desconcierta y lo notáis distante. Si no os interesa en lo mas mínimo…incluso os duerme. Porque todo puede ser.

Conclusiones

Me quedo para el recuerdo con muchos momentos, aunque se ha introducido con especial fuerza en mi memoria uno en concreto. Es un momento que por su carga emocional y su forma de mostrarlo me ha pillado desprevenido, me ha llegado a lo más profundo y me ha recordado porque amo esta forma de arte. En este se hallan implicados  un carrito de la compra, unos coches y la alegría de nuestros protagonistas. No diré mucho más, solo que el momento que inicia toda esa alegría, la apertura de su mundo, lo cambia todo. Les libera de sus cargas mentales y sus problemas ¿o es a la inversa?

Y es que en algunos momentos se les permite la libertad. Vivir el momento, sin un mañana o un ayer, sin nada más que las risas y lágrimas.

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