Cuando Microsoft anunció que parte del equipo de Rare estaba empezando a trabajar en un juego de piratas he de decir que me emocioné. Es lógico, una de las compañías bandera de antaño parecía querer renacer de sus cenizas y dejar atrás ese tiempo en el ostracismo trabajando en el fallido Kinect y en los avatares de Xbox.
La cosa es que después de ese anuncio el proyecto parecía haberse quedado en tierra de nadie. En sucesivas ferias del E3 se mostraron teasers pero ningún trailer que nos diese pista de a qué íbamos a jugar. La cancelación de ScaleBound, la accidentada política de exclusivos de Microsoft… todo parecía apuntar que Sea of Thieves se iba a quedar en amago de buen juego y que ni mucho menos hablaríamos de algo memorable. Entonces, en la feria pasada del E3, la compañía americana decidió sacar la pólvora y disparar el cañón del hype. El gameplay mostrado parecía bastante divertido y el apartado gráfico acompañaba mostrando un océano casi real y una paleta de colores viva… ¿Podría ser verdad eso de que Rare volvería a lo grande con un juego de piratas?
Pues la respuesta, chicos y chicas, parece ser SÍ.
Tras haber dedicado bastante tiempo a esta última beta cerrada nuestras impresiones no han podido ser más esperanzadoras. Horas de juego e incluso un directo en el canal corroboran que Sea of Thieves nos ha hecho pasar muy buenos ratos este fin de semana, incluso sorprendiendo a los más escépticos.
El juego de piratas de Rare parece haberse erigido sobre unos fuertes cimientos que contienen una jugabilidad fresca y divertida además de contar con un apartado gráfico que luce de maravilla. A nivel técnico hemos reportado ciertos errores: ralentizaciones, fallos de conexión e incluso nos hemos encontrado con algún que otro bug, pero por el contrario tenemos un juego que llega con un apartado artístico y visual soprendentemente bueno y estable que nos ha dejado algunas capturas de pantalla sencillamente preciosas.
El océano, el viento, la luz… Sea of Thieves ha mostrado un nivel muy alto durante este pequeño período de beta cerrada eludiendo su falta de contenido para ofrecernos una experiencia base que de verdad ilusiona. El modelado de personajes y NPCs tira más hacia la caricatura que al realismo, siendo una vuelta a aquellos modelados tan característicos de Rare que nos recuerdan aquellos maravillosos tiempos en la vieja 64 bits de Nintendo. El apartado sonoro tampoco se queda atrás, con efectos de sonido y música (dependiendo de nuestro estado a la hora de tocar el instrumento) que ayudan a crear esa pequeña ventana a la vida en alta mar desde nuestra pantalla. Todo en Sea of Thieves parece sumar a un mundo y a una experiencia que quiere sumergirnos de lleno en la vida corsario.
Jugablemente la línea continua por este camino. Básicamente lo que tenemos es un juego de acción y navegación en mundo abierto con un fortísimo componente cooperativo. No diré que es una experiencia imposible de disfrutar en solitario, pero desde luego hacerlo nos hará perdernos muchísimas de las cosas que pueden hacer realmente grande a este juego.
Para empezar deberemos escoger entre 3 tipos de embarcación dependiendo de cómo queramos jugar: embarcación pequeña (un jugador), mediana (dos jugadores) y grande (4 jugadores).
Como dato negativo, debemos recalcar que la conexión y el matchmaking durante este fin de semana en PC ha sido nefasto. Mostrando serias dificultades para encontrar un lobby en el que poder para jugar a cuatro y siendo totalmente imposible entrar en el modo de dos jugadores (barco mediano). Los problemas de conexión han sido generalizados: momentos en los que era imposible empezar una partida y partidas en las que una vez dentro no se metería nadie más (hecho que repercute a la hora de poder cruzarnos con otros bucaneros).
La cosa en Sea of Thieves es sencilla (de momento). Somos miembros de una tripulación y nuestra misión es viajar por el mapa y sus diferentes islas en busca de tesoros. Para hacerlo hay que obtener misiones en el “Outpost” e ir en busca del cofre que nos marca la misión.
A priori parece la típica actividad de recadero, pero entonces es cuando nos damos cuenta de que no tenemos ni idea de lo que nos espera. Para empezar (y hablaré de nuestra experiencia a cuatro jugadores) hay que recalcar lo bien que se ha trabajado el concepto del barco y su movimiento. Llevar un barco no es cuestión de acelerar-frenar y disparar cañones, se trata de una labor de equipo en la que los cuatro grumetes deben cumplir diferentes funciones y aportar para poder movernos del sitio. No tenemos mapa, por lo que uno de los tripulantes deberá vigilar desde el camarote la posición de nuestro barco y la de nuestro destino. Encontrar nuestro destino en el mapa tampoco es automático, por lo que si se nos da un mapa del tesoro deberemos buscar la isla que coincida con la de la pista y marcarla manualmente. Una vez estemos preparados levaremos el ancla, acción que dependiendo de cuantos tripulantes hagan se completará con mayor o menor celeridad. Una vez hecho esto tocará que una persona en el timón y otras en las velas se pongan de acuerdo en como girar y hacerlo con cuidado (no queremos hundir la nave antes de tiempo). Ser conscientes de hacia donde sopla el viento, planear la ruta y solventar los problemas que surjan durante la travesía forman parte de la experiencia que Sea of Thieves quiere que vivamos.
Una vez en alta mar y con nuestros amigos a bordo comenzará la aventura. Beber ron hasta echarlo todo por la borda, tocar el acordeón, vigilar desde lo alto y avisar con la campana de que otro navío se acerca a nosotros. La cantidad de situaciones graciosas y divertidas que se generan a raíz de la libertad que nos ofrece el gameplay invitan a pensar cuantas cosas se podrían añadir, cuantas mecánicas se podrían implementar.
Una vez llegados a nuestro destino echaremos ancla, buscaremos el tesoro y lo desenterraremos (no sin antes lidiar con algunas hordas de esqueletos y tiburones) para después dejarlo en el barco y llevarlo de vuelta al Outpost.
Básicamente esto es lo que se nos ha permitido hacer en la beta, y desde luego nos ha parecido poco y bastante repetitivo, pero en ningún caso parece que sea esto lo que haremos en Sea of Thieves el día de mañana. La aventura no es llegar al destino, la aventura es el viaje.
Abordar a otros navíos y robar sus tesoros, evitar hundirnos en plena tormenta, resolver acertijos y encontrar tesoros ocultos… La aventura es emergente y las posibilidades parecen inmensas dentro de este colorido mundo y la verdad que las risas que nos hemos echado con esta beta no tienen precio.
Ahora mismo es un juego tremendamente incompleto, con una base sólida y un apartado artístico de escándalo, pero escasísimo de contenido. No llega con robar a otros, se nota que el juego quiere hacernos explorar pero ahora mismo no tiene ni espacio ni chicha para impulsarnos a hacerlo continuamente. En todas las islas tendremos esqueletos por enemigos y el único peligro real parecía respirarse cuando aparecía otra tripulación dispuesta a dejarnos con las manos vacías.
Fue una beta cerrada y es de presuponer que no hemos visto más que un cuarto de lo que esta experiencia es capaz de ofrecer. Tras la sorpresa tan tremenda que ha causado en la redacción creemos que es un juego con muchísimo potencial pero del que todavía nos quedan por destapar demasiadas incógnitas.
Un servidor estable, un mejor matchmaking, más contenido, más desbloqueables y misiones diferentes, jefes finales, personalización… Muchas peticiones a Rare que no sabremos si tendrán respuesta.
Lo que si nos queda claro es que quizás este Sea of Thieves sea lo que necesita Xbox para volver a ser lo que fue en la pasada generación, para volver a ganar el respeto y mercado que tuvo y dejar atrás ese eterno debate sobre la falta de exclusivos que les ha perseguido estos últimos años.
Rare parece querer volver pisando fuerte y Microsoft parece haber encontrado ese juego del que todo el mundo habla y que solo ellos pueden ofrecer en sus sistemas. Sería una pena que tanto hype cayese en saco roto (no sería la primera ni la última vez), pero después de lo visto en esta beta,del reciente anuncio de que podremos jugar títulos de lanzamiento con en el Game Pass e incluso del “éxito” de Xbox One X en ventas, todo parece apuntar a que Microsoft empieza a encarrilarse de nuevo.
Si os han quedado ganas de saber como funciona el título aquí tenéis un enlace en el que podréis disfrutar del directo emitido el pasado sábado en el canal: