The OA, nueva serie de ficción para Netflix. Crítica

Tras pasar siete años desaparecida, misteriosamente la joven Pariré Johnson reaparece, desorientada, sin recordar a su familia adoptiva, y lo que es más importante, con la vista restaurada, ya que cuando desapareció era invidente. Ante esta situación sus vecinos se muestran cautelosos sobre cómo reaccionar con ella, ya que lo que para muchos se muestra como un milagro, para otros les hace definirla como peligrosa. Así brevemente podríamos resumir la sinopsis de la premisa sobre la que se asienta una de las últimas propuestas de ficción de la plataforma online Netflix, The OA.

La serie, que llegó a finales de diciembre a nuestras pantallas, fue uno de los proyectos más tapados del canal norteamericano, cuyo tráiler no se dio a conocer hasta cinco días antes de la emisión en abierto de la temporada.

Se trata de uno de los ejemplos más transgresores en cuanto a formato de composición que se han visto para la pequeña pantalla en los últimos años, bebiendo de otros referentes clásicos de ficción con corte fantástico como Twin Peaks, o propuestas más recientes de la misma cadena como Sense8 o Stranger Things, comparte con esta misma las múltiples teorías que se están generando de ella en diversos foros.

La serie creada por Brit Marling y Zal Batmanglij, los dos ya habían trabajado anteriormente como tandem actriz-director en la película de intriga El este. tiene el mérito de no dejar indiferente. Así, entre las personas con las que he podido hablar de la misma, se cuentan por igual seguidores como detractores, su estilo narrativo poco convencional, hace que te enamores de ella o la aborrezcas desde su primer capítulo.

Pocas series me han dejado tan sorprendido. Con una introducción que ocupa más de tres tercios de la duración de su primer episodio, hasta que ya irrumpe con fuerza su presentación a través de una partitura musical que engancha con una composición central a la que solo acude en los momentos álgidos de la trama. Volviendo a aparecer en un desenlace que no deja indiferente a nadie y que podría catalogarse como de los más impactantes de las ficciones del 2016.

Yo me encuentro entre los primeros mencionados, ya que cada nuevo capítulo era enfocado de forma diferente y con una técnica narrativa diferente, con diferentes formatos de duración que oscilan entre los 30 minutos de algún capítulo, a los 70 que abarca su primer episodio. Dentro de la misma The OA, podemos encontrar varias series en una, desde el drama, pasando por el thriller psicológico, para concluir con el subgénero de la investigación extrasensorial.

Así en los roles principales de la serie, a parte de la mencionada Mailing como el personaje de Johnson, encontramos a otros viejos conocidos de la pequeña pantalla como Scott Wilson (The Walking Dead) o Alice Krige (Tyrant o Deadwood) como los abnegados y comprensivos padres adoptivos de la reaparecida después de tantos años. Además de un espléndido Jason Isaacs (El patriota), como un científico del que no desvelaré las características de su personaje, pero que tiene una importancia fundamental en el desarrollo de la serie.

Es una serie que hace al espectador reflexionar sobre el aprendizaje más allá de las barreras físicas y del poder de la comunicación, que claramente fue ideado como un serial continuo, de ahí el cambio de duración en su metraje o el corte abrupto de algunos episodios. Es de ese tipo de historias de las que disfrutas cuanto menos has leído de ella, por lo cual mi sinopsis de la trama solo se ha enfocado en la premisa inicial que publicó Netflix para promocionarla.

Así pues, por mi parte, no digo nada más solo que la disfrutéis como yo mismo hice, cuya primera temporada (aún se desconoce si habrá continuación) la devoré en tan solo dos días con las pertinentes pausas para atender mis necesidades básicas, ya que su trama me absorbió de tal manera que necesitaba averiguar cuanto antes los secretos detrás de su personaje protagonista.