Total War Warhammer 2. Análisis PC

total war warhammer 2 game it

Desde que Creative Assembly anunciara el lanzamiento de Total War Warhammer, un movimiento algo arriesgado teniendo en cuenta que la franquicia siempre se había fijado en las campañas realistas de la historia, no fueron pocos los que dudaron que podrían llevar a cabo esta empresa sin encontrar numerosos problemas. Tras el lanzamiento hace un par de años de la primera entrega de la que esperan sea una trilogía, muchos críticos han tenido que cerrar su boca ante la avalancha de buenas palabras que los fans de las franquicias tanto de Total War como Warhammer han vertido sobre él. Este 2017 llegó hasta nosotros Total War Warhammer 2, la continuación de la primera entrega y que generaba ciertas dudas, ya que es bastante habitual que cuando una compañía tiene un gran éxito se acomode con posteriores lanzamientos y ofrezca, a precio de juego nuevo, lo que bien podría ser una expansión. Creative Assembly nos ha demostrado que esto no es así y que hay mucho que contar con esta segunda parte.

Cuatro facciones, un objetivo: el Gran Vórtice

Creative Assembly ha decidido apostar por muchas cosas nuevas, y entre otras encontramos cuatro nuevas razas que estarán a nuestra disposición: Altos elfos, Elfos oscuros, Skavens y Hombres lagarto, llevando la lucha a Ulthuan, Lustria, Naggaroth y las Tierras del Sur. Todas ellas tienen un punto en común y es el Gran Vórtice, una formación que actúa como filtro para impedir que los demonios del Caos entren en el mundo.

Todo cambiará en el momento en el que aparece el Cometa de dos colas, y es que desde ese momento se iniciará una cruenta guerra por conseguir controlar el Gran Vórtice ya que la profecía del cambio llegará hasta las cuatro facciones. Para poder conseguir controlar el Gran Vórtice necesitaremos realizar cinco rituales, necesitando para ello recursos que variarán dependiendo de la raza con la que juguemos.

Esto abre toda una cruenta lucha entre las distintas facciones que además tendrán que luchar contra las hordas del Caos, quienes intentarán parar a cada una de las facciones que intente realizar uno de estos cinco rituales para tomar posesión del Gran Vórtice. De esta manera, Total War Warhammer 2 nos ofrece una importancia mucho mayor a la campaña y la historia que en esta se desarrolla, algo que hasta ahora habíamos visto en menor medida y que se agradece mucho.

Muchos cambios pero con un mismo corazón

Si por algo destacan los títulos de estrategia suele ser por su profundidad y la cantidad de mecánicas que tenemos que aprender y manejar si queremos sobrevivir a las batallas que tendremos. Creative Assembly decidió cambiar más bien poco lo que son las batallas, dejando gran parte de la jugabilidad intacta en cuanto a la parte RTS y amoldándola a los nuevos conjuros y habilidades que las cuatro razas ponen a nuestra disposición. De hecho, el multijugador es exactamente lo mismo que hemos podido ver en la anterior entrega.

Como decíamos, en Total War Warhammer 2 cuatro son las facciones que tendremos en nuestras manos, y puede que aquí se sitúe uno de los puntos que nos ha parecido más flojos y es que, a pesar de que sus unidades y tácticas están bastante bien diferenciadas, con los Altos elfos siendo grandes diplomáticos, los Elfos oscuros pensados para conquistar… lo cierto es que las campañas son bastante parecidas de jugar al tener exactamente el mismo objetivo en común, diferenciándose solamente en los recursos que necesitaremos y, posiblemente, la razón por la que queramos conquistar el Gran Vórtice.

En nuestras fases de campaña tendremos que escoger la mayor parte de las decisiones a llevar a cabo y es que podremos optar por la exploración, la conquista, la diplomacia… Además también tendremos la posibilidad de realizar misiones secundarias como las ruinas y los naufragios, pequeños elementos narrativos en los que tendremos que escoger una serie de opciones y que nos otorgarán artefactos, tesoros o, si lo hacemos mal, maldiciones. Pero no solamente eso, sino que también hay misiones ofrecidas por nuestros líderes (dos por facción), las cuales otorgará habilidades o equipo épico, perfecto para aumentar sus habilidades y poder.

Estos personajes, ocho en total, irán desarrollando dichas habilidades con nuestras decisiones y es que, de manera dinámica, aumentarán sus estadísticas o conseguirán nuevas dependiendo de dónde los situemos. Si atacan muchas veces a una misma raza, si los derrotan muchas veces o si ganan muchas batallas en poco tiempo… todo un mundo de posibilidades que le otorga muchos extras a la estrategia.

Para poder llevar a cabo los rituales necesarios para conseguir dominar el Gran Vórtice debemos no solamente conseguir los recursos necesarios, sino también utilizar tres ciudades, las cuales deberemos defender ya que su pérdida significará el fallo del ritual con la pérdida de recursos y turnos de acción. Las otras facciones no se quedarán mirando y no solamente harán sus propios rituales, sino que también intentará frenarnos y atacará en el momento en el que puedan hacernos mayor daño, amén de las hordas del Caos con sus demonios que también intentará impedir que abramos dichos portales.

En definitiva tendremos un enorme componente marcada por la estrategia, la cual deberemos dominar en multitud de campos ya que cuanto mayor sea nuestra ejército y más ciudades y tropas tengamos a nuestra disposición, más tendremos que movernos y afrontar distintos ámbitos para poder alzarnos con la victoria.

Un mundo bonito de ver pero sin alardes

Cuando hablamos de un juego como Total War Warhammer 2 hay que tener en cuenta que no el estudio no solamente debe buscar la mejor calidad gráfica, también ha de encontrar el equilibrio perfecto ya que en determinadas situaciones nos vamos a encontrar una gran cantidad de unidades en el campo de batalla, algo que puede causar que hasta el mejor de los ordenadores necesite un respiro si lo hacen todo demasiado potente.

Teniendo esto en cuenta el trabajo realizado por Creative Assembly es de lo más interesante, construyendo un mundo vivo y con un desarrollo artístico impecable que mejora en bastantes puntos lo que vimos en la entrega anterior, especialmente en las animaciones. Dicho esto también se ve que no vamos a estar ante el mejor apartado gráfico de un mundo de fantasía, y es que tampoco nos va a hacer falta para disfrutar de ello. La optimización ha sido de lo más interesante, no siendo necesario un ordenador muy potente para poder verlo con la mejor calidad.

En cuanto a su apartado sonoro en Total War Warhammer 2 vemos un trabajo muy bien realizado, con una banda sonora potente y épica, como debe llegar un juego inspirado en la épica fantástica, así como una multitud de sonidos que nos ayudarán a diferenciar unidades y conjuros.

Conclusiones de Total War Warhammer 2

Creative Assembly y Koch Media (distribuidora del juego en España), nos traen un nuevo título de estrategia que no solamente nos trae la buena base del primer juego de la franquicia, sino que van más allá y mejora en algunos aspectos de una manera de lo más interesante. No todo es perfecto y vemos algunos detalles que pueden restar algo a la experiencia, como la similitud que hay entre las cuatro campañas, pero la experiencia se torna en general de lo más interesante, especialmente si somos amantes del género de estrategia.

Política sobre notas en Game It.
Salir de la versión móvil