Una madre imperfecta. Crítica

una madre imperfecta

De la mano de Sony Pictures se estrena en las salas españolas Una madre imperfecta, película cuyo título en español, una vez más, poco o nada tiene que ver con el que título original en inglés («The Meddler»). Se trata de una comedia dramática dirigida por la joven guionista neoyorkina Lorene Scafaria, que aborda la que sería su segunda película tras haber dirigido también con su propio guión en el año 2012  “Buscando un amigo para el fin del mundo”.

Una madre Imperfecta nos cuenta la historia de Marnie Minervini (Susan Sarandon) que dos años después de enviudar se traslada de Nueva Jersey a Los Ángeles para estar cerca de su hija Lori (Rose Byrne), una guionista de éxito aunque aún soltera. Marnie es una mujer de posibilidades económicas pero que no sabe muy bien a qué dedicar su tiempo. Como expresa el título original del filme, irá entrometiéndose demasiado en la vida de su hija al tiempo que decide llenar su vacío existencial haciéndose voluntaria para cuidar a una anciana en el Hospital o convirtiéndose en una especie de hada madrina protectora que va trabando amistad con el chico de una tienda de Apple, o con una amiga de Lori a la que ofrece sufragar su boda. Fortuitamente también conocerá a Rady Zipper (J.K. Simmons), un policía retirado por el que empezará a sentir cierta atracción.

Una madre imperfecta tiene un marcado carácter autobiográfico como reconoce la directora y guionista, que ha querido rendir un sentido homenaje a su propia madre. El personaje de la hija, interpretado por Rose Byrne, es una evidente transposición suya, incluso físicamente, de sus neurosis y experiencias vitales como profesional de éxito vástaga de una madre carismática y protectora que involuntariamente le obliga a debatirse continuamente entre la dependencia emocional y su necesidad de emancipación. En este sentido, el guión trasluce sinceridad y honestidad en todas sus escenas aunque quizás sea excesivamente complaciente con los personajes.

No obstante, a poco que reflexionemos después de su visionado lo cierto es que la película, aunque se deja ver, es agradable y produce sensaciones muy positivas pero no pasaría de ser una sencilla e intrascendente comedia dramática, casi un telefilme, de no ser por la exuberante interpretación y la fuerza atrayente de Susan Sarandon.

Nada menos que 70 años cumplirá el próximo 6 de octubre esta auténtica dama de la interpretación, aunque por su carácter, carisma y personalidad se diría que es mucho más joven. Desde que nos encandilara en aquella maravillosa escena limonera de “Atlantic City» o quizás antes cuando fue la heroína de “The Rocky Horror Picture Show” ya empezó a forjar la leyenda de excelente actriz, luego ensalzada por otros éxitos que culminaron con la joya femenina y feminista de los 90 que es “Thelma y Louise”. Situada desde entonces en el parnaso de las grandes actrices norteamericanas, su actividad profesional ha sido prolija, aunque un tanto irregular, si bien su presencia siempre ha sido elemento que ha contribuido a elevar el listón de los filmes en que ha intervenido.

Llegado la segunda década del siglo XXI esta señora no ha necesitado retoques estéticos para mantener una belleza fresca, aderezada por una actitud vital liberal, crítica y comprometida que trasluce en todas sus interpretaciones. Esta película no es menos, podemos decir incluso que parece un vehículo concebido para su lucimiento y muy probablemente este filme se recordará como uno de los mejores trabajos de su amplia trayectoria.

En la parte masculina, y con evidente química con la de Sarandon, debe admirarse también el trabajo del magnífico J. K. Simmons, otro soberbio actor en lo mejor de su carrera que tras su merecido Oscar por «Whiplash» continúa en una trayectoria emergente, cada vez más brillante y seguro. El trío protagonista lo completa la mencionada Rose Byrne, convincente y resuelta en su papel de neurótica profesional de éxito pero en la crisis vital de los 30-40, alter ego de la creadora del film.

A resaltar la estupenda BSO con una selección musical formidable, acorde con la oda al optimismo existencial en que evoluciona el filme que comprende maravillosos temas que van desde Frank Sinatra a Dolly Parton.

En definitiva, Una madre imperfecta es una comedia sentimental más encantadora y amable que divertida. No es una película de gags sino de diálogos, de aptitudes y de sensaciones que se deja ver gracias al saber hacer de su protagonista principal en una de los mejores papeles de su carrera. Aunque nuestras madres no sean viudas ricas, hiperactivas o aburridas, una buena opción para quienes quieran complacer a su progenitora es llevarla a ver esta película, seguramente lo agradecerá. Y por supuesto, de visión obligada para los admiradores de la refulgente Susan Sarandon.

https://www.youtube.com/watch?v=niRlyRGYRQk

 

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