Por fín Namco Bandai ha tomado la decisión que tenía que tomar, tras cogerle el testigo a BottleRocket serán los primeros los encargados esta vez de , tras 17 años en el dique seco, de abrir de nuevo las puertas de la mansión West y de poder disfrutar todos una vez mas de Rick, su máscara y los litros de sangre que va dejando por allá donde pasa, vuelve el Splatterhouse más acojonante que nunca.
Supongo que los más veteranos recordáis la saga perfectamente, Rick dejaba al Mad World de la Wii como una hermanita de la caridad a su lado, en sus tres entragas anteriores, la original de Coin-up del 1988 y las dos fantásticas versiones en los años 1992 y 93 respectivamente de nuestra querida Mega Drive. Pués para la segunda mitad de año, en septiembre, tiene previsto hacer la reaparición un nuevo capítulo para las dos grandes.
El juego mantendrá su estructura intacta pero se adaptará a la nueva generación, dicho así la acción y el gore serán sus reseñas primordiales, podremos machacar, aplastar, desmembrar, agarrar la pierna del enemigo y usarla de arma, no faltará la sierra para rebanar a todo el que nos salga.
Tal como decíamos el juego estará adaptado a los nuevos y famosos Hack & Slash que rompen moldes hoy en día, como God of War o Bayonetta, por lo que sus desarrolladores dicen que tendrá un 20% de puzzles y el resto de acción desenfrenada. Los jefes finales serán impresionantes y tendrán sus momentos de QTE. La banda sonora también promete y es que el look metalero que tenía Rick en los 90′ no ha variado, tendremos músicas de puro death metal para la ocasión y no baratilla, se baraja que la compañía incluya temas de grupos licenciados.
Como nota de color, y de mucho color, un detallazo vamos, el juego incluirá las tres partes anteriores para ser debloqueables y así poderlas difrutar una vez más con todos sus píxels. No se vosotros pero yo ya estoy contando los días que faltan para que salga, ya os iremos informando a medida que tengamos más detalles de este regreso tan querido por todos los hardcoregamers, seguro que lo prohiben en Suiza.