World of Warcraft: Legion. Análisis PC

World of Warcraft: Legion

Hace más de diez años que Blizzard creó World of Warcraft, el famoso juego de rol multijugador masivo en línea. Aunque con este título no invento nada en el género, lo hizo llegar al gran público, llegando a contar con hasta doce millones de cuentas activas al mismo tiempo. Desde su lanzamiento han ido lanzando diferentes expansiones que ampliaban el contenido del juego con nuevas zonas como Rasganorte o Pandaria, y nuevos enemigos como Illidan o Alamuerte. Ahora, la compañía nos trae World of Warcraft: Legion, la sexta expansión que nos llevará a luchar otra vez contra la Legión Ardiente.

La Legión Ardiente ataca de nuevo

Después que los héroes de la Alianza y la Horda acabaran con los planes de la Horda de Hierro, y tras la derrota de Archimonde en la Ciudadela del Fuego Infernal con el consecuente fracaso en la invasión de demoníaca de la Legión Ardiente en Draenor. El brujo Gul’dan consigue llegar a Azeroth, acceder a la Tumba de Sargeras y reavivar la brecha que permite la entrada de los demonios de la Legión Ardiente a Azeroth. Durante miles de años este portal había sido sellado por unas reliquias titánicas llamadas los Pilares de la Creación, que por algún motivo han dejado de cumplir su misión. Antes de que sean capaces de invocar al titán oscuro Sargeras, los héroes de la Alianza y la Horda tendrán que encontrar la forma de cerrar el portal y acabar con los demonios de la Legión Ardiente.

Esta nueva expansión nos llevará a un nuevo continente, Las Islas Abruptas, donde se sitúa el epicentro de la invasión demoníaca. Estas islas, situadas cerca de la Vorágine, están llenas de maravillas ancestrales, frondosos bosques y ciudades de los elfos de la noche más antiguas que la civilización humana. En las Islas Abruptas, además del ejército de la Legión, nos encontraremos muchas nuevas criaturas enemigas como sátiros, drógbar y Kvaldir.

Nuestro camino al nivel 110

En cuanto comenzamos en esta nueva expansión, se nos mostrará una cinemática donde vemos como Khadgar y los demás líderes del Kirin Tor vuelven a trasladar (otra vez) la ciudad de Dalaran, esta vez al nuevo continente. Una vez en las Islas Abruptas, y como uno de los líderes de nuestra facción se nos presentará la ocasión de conseguir un arma acorde a nuestro estatus, nuestra Arma Artefacto. Como una de las principales novedades de Legion estas armas serán especiales que tendremos que ir mejorando a lo largo de toda la expansión. Cada especialización contará con su propio artefacto y entre este arsenal encontraremos algunas armas famosas de la historia de Warcraft, como la Crematoria para los Paladines Represión o el Martillo Maldito para los Chamanes Mejora, mientras que otras serán armas recién descubiertas o recién forjadas.

Podremos personalizar nuestro artefacto con distintas facultades y características consiguiendo Puntos de Artefacto y Reliquias. Los Puntos de Artefacto nos permitirán desbloquear distintos Rasgos, en un árbol de talentos que nos permite mejorar o desbloquear algunas habilidades. Por otro lado las Reliquias son objetos, que conseguiremos en misiones, mediante profesiones o en mazmorras o bandas, y servirán para aumentar el nivel de objeto de nuestra arma además de desbloquear algún rasgo en particular. Además de aumentar el poder de nuestro artefacto, también será posible cambiar su apariencia. Contaremos con 5 distintos aspectos que podremos desbloquear, cumpliendo distintos objetivos, y estos contaran a su vez con 4 colores diferentes.

Estas armas están pensadas para los jugadores que se centran en una sola especialización, premiando el trabajo diario. El desbloqueo de todas las habilidades no será trabajo fácil y nos motivará a conseguir día a día más poder de artefacto para llegar a conseguirlo.

Una vez conseguido nuestro artefacto, será el momento de empezar a subir de nivel a nuestro personaje. En esta nueva expansión, tendremos la posibilidad de ir a cualquiera de las cuatro zonas de leveo, ya que los enemigos se adaptaran a nuestro nivel. Aunque muchas de las misiones pecan de los mismos fallos que expansiones pasadas, por la excesiva repetición de las mismas tareas, como matar un numero de ciertos enemigos o hacer de mensajero. Pero aun así, el argumento contado durante las distintas tramas en nuestras misiones en las zonas es bastante impresionante. Sobre todo las misiones finales de cada zona, que nos muestran una cinemática, nos muestran algunos momentazos en la trama de esta expansión (desde aquí decir que Tormenheim nos ha encantado).

No todo será levear

En nuestro camino al nivel máximo, el 110, el desarrollo por las zonas es bastante lineal. Seguiremos cadenas de misiones haciendo un recorrido guiado por distintas partes. Pero, una vez alcanzado el 110, tendremos acceso a una nueva zona, la ciudad élfica de Suramar, en donde el desarrollo de las misiones cambia. Para completar las distintas tramas que nos ofrece Suramar, necesitaremos explorar la zona para encontrar a los distintos personajes que nos ofrecen las misiones.

Además de las misiones normales, como una de las principales novedades de contenido al nivel máximo, contaremos con las Misiones de Mundo. Como una evolución de las diarias clásicas, en una parte del mapa en concreto nos aparecerá una tarea que tendremos que cumplir, desde acabar con un número de enemigos, con un Elite o alguna otra labor. Estas estarán disponibles solo durante un periodo de tiempo determinado que va desde las pocas horas hasta varios días. Completando misiones de mundo se nos recompensará con Poder de Artefacto, oro, piezas de equipamiento entre otras cosas.

Como nuestro personaje volverá a ser uno de los comandantes de nuestra facción en esta nueva Campaña en las Islas Abruptas, como en Warlords of Draenor comandamos nuestras tropas desde las Ciudadelas, en Legion lo haremos desde las Sedes de Clase. Ahora todos los miembros de una clase se juntaran en una nueva base en la que comandaremos a nuevos seguidores, algunos de ellos famosos. Al igual que pasaba en la pasada expansión, tendremos que mandar a nuestros seguidores a realizar distintas misiones que nos reportarán varias retribuciones, desde aumentos de experiencia para nuestro personaje o nuestros seguidores, hasta algunas recompensas especiales. Los seguidores serán mucho menos numerosos que en la Ciudadelas, pero contaremos con unas tropas extra que podemos reclutar gastando recursos. Estas tropas tendrán un uso limitado, de entre dos y tres misiones, una vez agotado tendremos que volver a reclutar con el consiguiente gasto. Además de los seguidores, en nuestra Sede de Clase podremos potenciar o modificar nuestro artefacto, además de investigar, a cambio de recursos, una serie de mejoras exclusivas para cada clase.

En cuanto a las mazmorras, en World of Warcraft: Legion encontramos nueve instancias nuevas. Aunque estas mazmorras no inventan nada que no se haya visto ya, tiene algunas como Fauce de Almas o Cámaras del Valor, que tienen un diseño bastante impresionante. En cuanto a dificultad, tenemos tres niveles de dificultad, normal, heroico y mítico, siendo las dos últimas exclusivas del nivel 110. Pese a su nombre, la dificultad de las mazmorras es bastante floja y salvo las versiones míticas no habrá ningún reto en completarlas.

El PvP en esta expansión ha sido totalmente renovado, para ofrecer una experiencia más iguala entre jugadores. Nuestro equipamiento no será tan determinante como hasta ahora y solo ofrecerá una corta mejora para unas estadísticas que estarán capadas a un nivel predeterminado, por lo que dependerá mucho más de la habilidad de los jugadores.

La mayor novedad en el apartado de JcJ es el nuevo sistema de honor. A medida que acabamos con objetivos jcj vamos recibiendo puntos que nos suben nuestro nivel de honor, hasta un máximo de 50. Subiendo estos niveles, además de conseguir otras recompensas, desbloquearemos los nuevos Talentos de Honor. Estos talentos nos darán nuevas habilidades, o modificaran alguna que ya teníamos, para usar contra otros jugadores. Una vez alcanzamos el nivel máximo, tendremos la posibilidad de volver al principio y tener que volver a subir, a cambio se nos recompensará con un título, nuevas apariencias para nuestro artefacto u otro tipo de compensación.

En Legion las profesiones contarán con 100 nuevos niveles con cientos de nuevas recetas y novedades. Una de las principales novedades es que las recetas contarán con rangos con los que podremos actualizarlas, haciéndolas más eficientes y poderosas que antes. Estos rangos también se aplican a las profesiones de recolección, mejorando el acopio de materiales. Además en esta nueva expansión contaremos con nuevas misiones relacionadas con las profesiones que nos darán un empujón para subir de rango las recetas.

En esta expansión subir las profesiones nos dará mucho más trabajo que en las anteriores. Para ir aprendiendo las distintas recetas, necesitaremos seguir distintas cadenas de misiones que nos mandarán por todas las Islas Abruptas. Con estas misiones se nos recompensarán con recetas que podremos ir mejorando. Además para llegar a conseguir todas las recetas de nuestra profesión, aparte de gastar bastante dinero, tendremos que hacer otros trabajos para conseguirlo, como Misiones de Mundo.

Entre todos los nuevos objetos que necesitaremos, destacan dos sobre todo por su importancia, el obliterum y la sangre de Sargeras. El obliterum lo obtendremos destruyendo equipo fabricado en nuestra forja de obliterum en Dalaran y nos servirá para mejorar el nivel de objeto de la armadura fabricada hasta el nivel 850, subiendo de cinco en cinco puntos. Por otro lado la sangre de Sargeras será un componente para muchas recetas importantes mientras la obtendremos recolectando, desencantando y como recompensas de misiones y mazmorras.

Comienza la caza de demonios

Por último, pero no por eso menos importante, y sin duda una de las mayores atracciones de esta nueva expansión es la nueva clase jugable, los Cazadores de Demonio. Esta nueva clase está formada por los Illidari, los que un día fueran los vengativos discípulos del temible Illidan Tempestira. Después de que la Legion Ardiente se llevará el cuerpo de su maestro, estos unirán sus fuerzas a la Alianza y a la Horda en su lucha contra los demonios.

Esta nueva clase cuenta con únicamente dos especializaciones, Caos y Venganza. Caos es una especialización que con el rol de daño y se centra en la agilidad, la magia del caos y las gujas de guerra. Mientras que Venganza es la especialización de tanqueo y utiliza el dolor como recurso para infligir daño a sus enemigos.

Aunque los Cazadores de Demonio se caracterizan por su característica ceguera, esta clase cuenta con una increíble percepción que les permite detectar enemigos incluso ocultos. Además esta clase puede dar rienda suelta a sus demonios interiores para transformarse en criaturas infernales que potencian su especialización, ofreciendo velocidad y daño la especialización Caos y aumentando la vida y la defensa de Venganza. Pero si una característica define a los cazadores de Demonio, es sin duda la movilidad de la clase. Estos cuentan con doble salto, además de la posibilidad de desplegar sus alas para planear.

Artísticamente compensado

Aunque en esta nueva entrega se han realizado algunas mejoras en el apartado gráfico, como ya viene siendo normal en World of Warcraft en los últimos años, nos encontramos con un título bastante desfasado técnicamente. Los doce años que lleva al título a sus espaldas se ven reflejados en texturas y modelados además de algún que otro fallo. A pesar de esto, Blizzard lo compensa con su increíble diseño artístico. Las nuevas localizaciones tienen un diseño que le va perfectamente a la historia que nos cuenta cada una. La ambientación nórdica de Tormenheim, los frondosos bosques de Val’sharah o la increíble ciudad élfica de Suramar, además de ambientar a la perfección, nos deja bellas estampas a cada paso que vamos dando.

En cuanto al apartado sonoro de Legion, como nos viene acostumbrando Blizzard, está a muy buen nivel. La banda sonora apoya perfectamente la ambientación, ofreciendo un variado de temas para cada situación. Además el título cuenta con un muy buen doblaje, tanto la versión original en inglés como la versión en español.

Conclusión de World of Warcraft: Legion

World of Warcraft: Legion es una expansión que deja muy buenas sensaciones. Pese a lo reciclado que podía parecer, tiene una buena historia, la cual estamos bastante intrigados en ver en qué acaba. Además el leveo se hace bastante entretenido y, sobre todo, cuenta con una buena cantidad de contenido para el máximo nivel. El apartado técnico, como siempre, está completamente desfasado y dista mucho de los nuevos MMO que se están lanzando recientemente, aun así, artísticamente se compensa y tanto el diseño como la banda sonora son muy buenos. Aunque que tendremos que esperar cómo evoluciona el contenido de la misma, Legion tiene potencial para convertirse en una de las mejores expansiones del juego.

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