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El distribuidor inglés Maplin equipara el precio de Xbox One con el de PS4. [Actualizada]

La guerra de precios ha llegado aunque de momento solo a Reino Unido, el único reducto que poseía Xbox 360 en la pasada generación en Europa y que en esta generación ha sucumbido ante Playstation 4 de forma abrumadora. El motivo es que la pequeña (aunque agradecible a los bolsillos) rebaja que os comentamos hace unas semanas, no surte efecto ni en las islas anglosajonas ni en los mercados que se benefician de las importaciones en dicho lugar, concentrándose el montante europeo semanal, entre las 10.000 y 15.000 unidades que comparado con PS4, es entre 3 y 5 veces menos en toda Europa.

También es importante comentar, que alrededor de un tercio de las ventas europeas se realizan en Reino Unido y que de ese país se realizan múltiples importaciones. Por ello, Maplin UK facilita las cosas a los vendedores al distribuir la Xbox One al mismo precio con el que se distribuye PS4 permitiendo que todos los jugones puedan hacerse con la consola a 349,99 libras, lo mismo que una PS4.

Desde GameIt, les deseamos suerte a los de Redmond a ver si así consiguen elevar las ventas de su máquina pero también les invitamos a que hagan lo mismo en toda Europa y no se queden solo en UK.

Finalmente, Patcher (que hierra más que acierta), ya afirmaba hace unos días que ese movimiento empezaría a aparecer muy pronto (así que nuestra enhorabuena a su predicción), y además agregaba que iba a ser un «movimiento inútil» debido principalmente, a que Sony tiene la misma ventaja ahora que en su día con PS2 por lo que, no sólo igualará la oferta de Microsoft, sino que la subirá lanzando un órdago, lo que en palabras de Patcher podría significar que veamos próximamente a 349€ las Playstation 4. ¿Tendrá potra Patcher y acertará en esto también? Personalmente nos da igual pero… ¿a quién le amarga un delicioso dulce que además está rebajado? ¡Póngame una Xbox One o una PS4 por 349€ o menos si es posible!

[Actualización]

Según el diario The Telegraph, Maplin está en venta por entre 400 y 500 millones de libras, lo que sugiere que esta maniobra de la que se ha visto salpicada Xbox One, puede deberse más a una necesidad de liberar stock excedente que a una rebaja auténtica. Ya hemos vivido situaciones similares en el pasado como con WiiU.

Hubo un tiempo en que los antiguos soldados de la vieja escuela vagábamos sin rumbo entre los diferentes campos de batalla con el único objetivo de sobrevivir un día más, conscientes, que el único factor que separaba a camaradas de enemigos, era una mera cuestión de suerte. Así, nos curtimos en miles de batallas y en todas ellas aprendíamos algo nuevo incluso, cuando mirábamos las caras de terror que algunos cadáveres, postrados de cualquier manera, nos indicaban todo lo que habían perdido y lo que les hubiera gustado haber hecho si hubieran sobrevivido. Yo también soy uno de esos soldados, en particular el de un ejército que otrora fue uno de las más grandes, poderosos y por qué no decirlo, temible de la industria del videojuego. Sí, fui y sigo siendo un soldado del ejército imperial de SEGA, de hecho, todavía guardo con mucho orgullo, el informe azul y las condecoraciones. Todavía tengo grabada a fuego en mi memoria, todas y cada una de las barbaries que he visto o incluso he llegado a protagonizar en todas esas cruentas batallas, pero no tenía elección, sabía que cada soldado que cayese dejaba atrás a una familia pero también sabía que era absolutamente necesario para seguir con vida, de hecho, este mundillo es en realidad una encarnizada, constante y sangrienta guerra. Pero estoy aquí, y puedo contarlo, nadie puede reprocharme nada, soy un sobreviviente y por supuesto, pienso seguir dando guerra por mucho tiempo, al fin y al cabo, aunque los camaradas y los enemigos cambien, hay algo que nunca cambiará, y ese algo son los colores de la tierra que me vio nacer, ese azul intenso lleno de loopings que me lo ha dado todo y al que obviamente, se lo debo todo. Así que, seguiré jurando a mi gloriosa bandera AZUL mientras me quede un hálito de vida, seguiré luchando en otros mil campos de batalla más si hace falta y sobre todo, seguiré luciendo ese brillante uniforme azul que me lo ha dado todo y del que me siento muy orgulloso hasta el fin de mis días. Lo único que lamentaré si algún día, en alguno de esos campos de muerte dejo este mundo, será teñir mi amado uniforme azul de rojo.