Project Highrise. Análisis PC

Ya está aquí el lanzamiento de Project Highrise, el nuevo juego de los estadounidenses SomaSim Games: un simulador de construcción y gestión de rascacielos que pretende convertirse en el heredero, 22 años después, del mítico SimTower.

Antes de comenzar el análisis del juego, una aclaración: días atrás, publicamos en Game IT unas extensas primeras impresiones de Project Highrise, las cuales fueron escritas sobre la versión final del título. Por ello, en este análisis sólo destacaremos los puntos más interesantes del juego; si queréis profundizar un poco más en ciertos detalles, no dudéis en echarle un ojo, o dos, a nuestro anterior artículo.

Una endiablada verticalidad

Como adelantábamos en nuestras primeras impresiones del juego, la verticalidad es el rasgo más destacado de Project Highrise. Uno de los grandes placeres del juego es ver cómo nuestro rascacielos va creciendo, piso a piso, en busca del cielo o hacia abajo, vía sótanos. El título de SomaSim Games nos permite levantar un total de 40 plantas sobre el nivel de la calle, y 20 bajo tierra.

Sin embargo, un edificio vacío no nos servirá de nada, por lo que una de las tareas fundamentales del jugador será ocupar los espacios con tiendas, oficinas, viviendas… Las opciones están agrupadas en distintas categorías, que a su vez tienen varias subcategorías a elegir, muchas de las cuales habrá que ir desbloqueando según se avance en la partida. La elección de unas sobre otras, sin embargo, no será sólo cosmética: la oficina de un diseñador gráfico tendrá unas necesidades distintas a la oficina de unos abogados y, desde luego, unas exigencias muy diferentes a las que un lujoso dúplex o un restaurante de comida rápida. Ahí es donde entrarán en juego los servicios que podemos contratar para nuestro rascacielos, unos servicios tan variados como copistería, reparación de ordenadores, sastrería, cuidado de perros, catering, limusinas…

Los suministros serán otro aspecto a tener en cuenta por el jugador, algo habitual en este tipo de simuladores. Para el buen funcionamiento del edificio tendremos que administrar correctamente cinco recursos —electricidad, teléfono, agua, gas y televisión por cable— a través de contadores, medidores y transformadores cuya potencia será vital para que nuestros inquilinos puedan vivir y trabajar en el rascacielos. ¡No es buena idea dejar un hogar sin electricidad, o sin teléfono a una oficina! Desde luego, el very good price http://www.gulfportpharmacy.com sistema de satisfacción integrado en Project Highrise no tardará en recordarte cualquier desliz en esta dirección.

La letra pequeña del contrato

Una de las características más interesantes del título que nos ocupa es, sin duda, la inclusión de los contratos: unas “misiones” que debemos cumplir para ganar dinero, influencia y/o interés. Estos retos —construir un número concreto de viviendas, superar una cifra de beneficios, etc— mejoran notablemente la experiencia del jugador, dado que la sensación de tener un objetivo puede alejarnos del hastío de la repetición.

Respecto a los puntos de interés e influencia que ya hemos citado, nos permitirán contratar campañas de publicidad (en el caso del interés) para obtener bonificaciones temporales, y para tener acceso a decoradores de interiores, cabildos políticos y gestores de edificios (en el caso de la influencia). Pero no termina la cosa ahí, pues para convertir nuestro rascacielos en una auténtica maravilla, también tendremos la opción de decorarlo con obras de arte y otros elementos ornamentales.

Finalmente, desde el punto de vista técnico, Project Highrise posee un apartado gráfico muy sencillo, pero no por ello poco detallado. Su apartado sonoro, por otra parte, recordará a más de un jugador a un hilo musical.

Conclusiones de Project Highrise

Como decíamos en nuestras primeras impresiones, Project Highrise es un buen simulador, tanto para los seguidores de la simulación de gestión y construcción como para aquellos que quieran iniciarse en el género. Sencillo, intuitivo y agradable, es complicado no recomendar el título de SomaSim Games.

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