Análisis de Cursed Mountain

Hemos podido jugar a Cursed Mountain, ese juego de terror y de escalada que nos ofrece Deep Silver para la Wii, y que prometía buenos gráficos, ambientación y una historia absorbente combinados con el uso del control de movimiento de la consola. A ver en qué ha quedado todo.

Historia
Encarnamos a Eric Simmons, un escalador que llega al Himalaya en busca de su hermano pequeño. Según vamos descubriendo ya está acostumbrado a sacarle las castañas del fuego a su hermano Frank, que es un poco descuidado y bala perdida. La trama se irá descubriendo poco a poco, a base de recoger libros a lo largo de la aventura que nos hablarán de la expedición de Frank, de profecías de importantes guías espirituales o de los sucesos que han ido viviendo los aldeanos de la zona. Y es que, como dice el título del juego, nos encontraremos con maldiciones, espíritus y demás parafernalia que tampoco os quiero reventar.
Han incluído mucha mitología budista, tanto textos como en ambientación, lo cual es lógico desarrollándose en el Himalaya. La verdad es que la historia está bien, da curiosidad ver qué ha pasado con el hermano y el protagonista tiene el suficiente carisma y te resulta cercano. Constantemente vamos escuchando sus pensamientos y divagaciones, nos narra detalles de su relación con su hermano o de como le afectan las cosas que se va encontrando a lo largo de la aventura.

Gráficos
Como siempre os remito a los vídeos y fotos que acompañan al artículo. Según mi parecer, el juego es muy bueno considerando las limitaciones de la consola. Si bien las localizaciones pueden ser un poco repetitivas, lo raro sería que no lo fueran, habida cuenta de la historia que nos narra. Bien acompañado además de efectos que nos ayuden a meternos en la aventura, la verdad es que muchas veces la constante niebla me resultó hasta molesta a la hora de encontrar el camino a seguir. Pero claro, la idea de una niebla es que moleste, así que muy bien.
Aparte las ilustraciones que nos muestran para avanzar la trama me han gustado bastante, me han parecido cuidadas y son otro punto a su favor.

Sonido
La música y los efectos están más que bien traídos. Sobre todo, estos últimos, con los lamentos y demás imaginería que realmente acompañan muy bien. Por otro lado he de destacar el doblaje, sobre todo del protagonista. Como veis en este apartado también se nota lo cuidado del producto.

Jugabilidad
El juego nos planta una cámara en tercera persona, cercana al personaje. Usaremos el Nunchaku para movernos y el Wiimote para apuntar a nuestros enemigos cuando hagamos uso de cierta habilidad especial que prefiero no desvelaros. Aparte de esto tendremos que agitar ambos objetos para escalar más rápido o para zafarnos de la presa de un fantasma que nos haya agarrado, amén de para algún evento que nos pedirá interacción. Y, para mi, la parte más irritante de todas: en muchos momentos tendremos que hacer determinados gestos con el Nunchako o el Wiimote. Cuando estos gestos implican movimiento lateral no hay problema, funcionan de forma correcta y satisfactoria. Pero hay un tipo de movimiento que implica reconocer la profundidad y, creedme, este no os lo detectará bien en muchas ocasiones, lo cual es frustrante.
El sistema de control, en general, funciona bien. Aunque es cierto que cuando caminamos hacia atrás parecemos más un coche girando que una persona, pero quizás es que soy un poco quisquilloso y a los demás ni lo notáis si yo no lo menciono. Personalmente encuentro un poco incómodo el hecho de apuntar y disparar con el Wiimote: ni es todo lo preciso que quisiera ni me resulta más cómodo que jugar tumbado desde la cama, pero quizás los que den más uso a la consola de Nintendo no encontrarán ningún problema en nada de esto.

Para mi gusto quizás haya un exceso de combates en vez de un uso más racional y efectista de los fantasmas. No es un juego que vaya a hacerte botar en el asiento, y es una pena, porque la ambientación acompaña para ello. Por otro lado, el tema de avanzar por un nivel hasta que no puedas avanzar y tener que volver por donde has venido, a ir a un sitio al que sabías que tarde o temprano entrarías pero no te han dejado y de repente, así por que sí, si puedes acceder a él… a mi me frustra. Me hace sentir un poco tonto, un poco engañado. Quizás te llevan demasiado de la mano en ese sentido: ahora ve aquí, ahora entra allá porque antes no podías y coge tal cosa, y vuelve al sitio que te bloqueaba.
Por otra parte es un juego que da sensación de lentitud, de pesadez. Incluso cuando usas el botón de correr, tampoco te parece que Eric vaya muy rápido. El control cuando apuntas con el Wiimote y quieres ir mirando, o girar en un combate, no es precisamente el de un juego de acción, probablemente de forma buscada.

Conclusiones
Cursed Mountain es un buen juego de Wii. Con unos valores de producción bien cuidados, una historia original y trabajada y mucho mimo puesto en el mismo, solo chirría en determinados aspectos del control y en una falta de momentos que den auténtico susto. Aunque sí compras este juego esperando un survival al uso, desde luego es una tara importante. Pero si eso no te importa y te gusta lo que has leído hasta ahora, me parece una compra más que digna.
Lo mejor:
– La historia.
– La ambientación.
Lo peor:
– Para ser un survival, no da miedo.
– Algunos fallos del control que pueden ser frustrantes.

Puntuación: 8

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