Cuando un amante de los videojuegos se planta ante la segunda parte de un juegazo como Supreme Commander lo tiene que hacer desde la lejanía. En primer lugar, el original fue aclamado (más por la crítica que por el público eso sí), por introducir serias innovaciones en un género, el de la estrategia en tiempo real ó RTS, que se encontraba, al igual que hoy, saturado de juegos clónicos unos de otros. Otro punto a tener en cuenta es que el hecho de que su diseñador principal sea Chris Taylor (creador de las sagas Total Annihilation y Dungeon Siege, además del primer Supreme Commander), puede desembocar en que las expectativas sean demasiado altas. Pero bueno, vayamos al grano,… Aquí está analizada la versión PC del juego ¿Cumple Supreme Commander 2 las expectativas generadas después de la primera entrega? Sí y no.
Universo del juego y modo campaña
El juego te permite elegir entre tres facciones que luchan en una cruenta guerra civil donde los ejércitos de la UEF, los Iluminados y los Cybran intentan sobrevivir. Han pasado 25 años desde los acontecimientos del juego original y el asesinato del presidente de la coalición para la defensa colonial ha desatado una guerra que parece no tener fin.
Este es el comienzo del modo campaña donde se desarrollará una historia con bastante poca gracia la verdad. Los personajes son planos y demasiado estereotipados, sin profundidad dramática y ni visual ni literariamente sorpreden en ningún momento. Además, el modo campaña posee la cualidad de encerrar la jugabilidad de un juego donde la escala es primordial, recortando casi todos los elementos de interés del título y convirtiendo una saga con personalidad propia en un título absolutamente olvidable.
Multijugador y modo batalla
Aquí es donde Supreme Commander destaca sobre el resto. Todas las señas de identidad del juego original las puedes encontrar aquí: enormes batallas donde se crean frentes que avanzan y retroceden en tiempo real, centenares de unidades de cada bando luchando sin descanso, investigación in situ,… está todo lo bueno, pero menos.
Para hacer un juego más accesible y rápido, Gas Powered Games ha optado por llevar el juego a un terreno más tradicional que su predecesor. Las batallas conllevan un gran número de unidades, sí, pero menos que antes. Los mapas son grandes, sí, pero más pequeños que antes. El juego tiene una curva de aprendizaje durilla, sí, pero ahora es más accesible. También encontramos novedades en la investigación, ya que ahora disponemos de rutas de investigaciones, simples y sencillas y cuya aplicación es más directa en el campo de batalla, esto aumenta el dinamismo del juego, pero también le resta importancia al desarrollo de nuevas unidades y tecnologías. El acceso a las tecnologías se produce a través de puntos de experiencia que ganas construyendo edificios específicos para ello o destruyendo unidades enemigas.
El multijugador sigue siendo lo mejor de la saga y es que es uno de los muy pocos títulos donde puedes ver cómo los frentes de batalla se organizan en función de las fuerzas de cada jugador y cómo puedes ver a tu contrario retroceder cuando tú has mejorado la potencia de fuego de tus unidades. Además, la forma de conseguir recursos no puede ser más tradicional: sólo hay dos, masa y energía y los recoges en zonas específicas del mapa, lo que permite que te centres en lo importante, la estrategia de batalla.
Música y sonido
Nada destacable en este aspecto ni para bien ni para mal. Los sonidos de ambientación, unidades, etc son de calidad y están bien implementados, con detalles inmersivos como que se oiga en la lejanía los disparos de las baterías de los cruceros. La música es dinámica y se ajusta a cada momento de la partida: bajo volumen y relajación durante los momentos en que no hay batalla y música épica y volumen alto para cuando la batalla se vuelve encarnizada.
Gráficos
Tecnológicamente no ofrece nada que no hayas visto en otros títulos, si bien es cierto que lo que tiene lo sabe utilizar y muy bien. Por un lado el motor es muy escalable, con lo que puede correr en un buen número de equipos (el hecho de que exista una versión para Xbox 360 también limita el tamaño mínimo de las texturas y demás). Por otro lado, el diseño de unidades y efectos es realmente bueno, poniendo énfasis en la escala del conflicto y permitiendo la representación de unidades literalmente decenas de veces mayores unas que otras.
Además, cada ejército tiene un estilo gráfico propio bien definido. Por otro lado, y como comentábamos antes, los mapas no son tan grandes, lo que también ha permitido aumentar el nivel de detalle de los mismos. Además, el juego sigue contando con un gran zoom que permite ver los detalles de las unidades o ver el mapa completo casi desde la perspectiva de un satélite sin que por ello caiga el framerate.
Conclusiones
Estamos ante un buen juego, especialmente en el modo multijugador. Es cierto que si yo hubiera decidido sobre ello ni siquiera hubiera desarrollado la campaña individual ya que carece del menor interés tanto en su historia, como en su jugabilidad. Si jugaste al primero y te resultó demasiado difícil, esta es una buena oportunidad, tampoco debes dejarlo pasar si eres aficionado a los RTS y no probaste el original. Sigue siendo un juego con sabor propio dentro de un género donde es difícil ver algo con personalidad y eso siempre es de agradecer.
Lo mejor
– Un juego con personalidad propia dentro del género RTS.
– Las batallas multijugador, divertídisimas y diferentes cada vez.
– La escala del juego, que permite que tanto los que se especialicen como los que quieran jugar de manera más general combatan en igualdad de condiciones.
Lo pero
– La campaña individual, ni la toques.
– Algo más de profundidad le hubiera dado más recorrido al juego.
Puntuación: 7.5