[Análisis] Stonefly, naturaleza y mecánica en sintonía

Como sabréis, existen historias de amor; historias de terror; unas para descubrir el mundo; otras para algo mayor: un descubrimiento propio. El mal llamado auto-descubrimiento donde nos presentan a un protagonista. Nosotros como jugadores solemos tener empatía por estos personajes protagonistas que tienen un objetivo con ellos mismos: uno que les haga echar el vuelo hacia una exploración interna y propiamente dicha, ególatra. Sin embargo esto no es necesariamente algo negativo.

El hecho de presentarnos una trama así requiere de mucha planificación para que la historia del personaje principal y los que lo rodean se desarrolle correctamente. Esto resulta ser una ardua tarea para la parte encargada del guion y el argumento del juego. En definitiva, todo lo que abarca la trama siempre se debe tratar con suma delicadeza para que no acabe siendo un fiasco en toda regla. Y es que Stonefly, un juego de aventuras más tranquilo que activo con un estilo de juego de recolección y combates es uno de estos casos.

Más allá del auto-descubrimiento

La historia de Stonefly adolece de una falta de profundidad y cohesión que puede afectar la experiencia del jugador de manera significativa. A pesar de la premisa intrigante de seguir a Annika Stonefly en su búsqueda de la reliquia robada de su padre, la narrativa no logra desarrollar adecuadamente este concepto inicial. Los eventos se sienten desconectados en ocasiones, y la motivación de los personajes principales a menudo queda difusa o se presenta de manera superficial. Es más, el personaje principal, Annika Stonefly, nunca termina de desarrollarse por completo, quedando su viaje de auto-descubrimiento un poco en el olvido.

¿Dónde quedó el desarrollo de personajes?

La falta de desarrollo de los personajes secundarios también contribuye a la debilidad de la historia. Aunque se presentan algunos personajes a lo largo del juego como el padre de la protagonista, sus motivaciones y trasfondos no se exploran en profundidad, lo que dificulta que el jugador se conecte emocionalmente con ellos. Además, las interacciones entre Annika y estos personajes a menudo carecen de la química necesaria para crear relaciones significativas, lo que resulta en diálogos que pueden sentirse forzados, irrelevantes o poco auténticos.

Otro aspecto problemático de la historia es su falta de originalidad y sorpresa. Los giros argumentales son predecibles en su mayoría, lo que disminuye la capacidad del juego para mantener al jugador interesado y comprometido con la trama. La falta de innovación en la narrativa también contribuye a una sensación de déjà vu, donde los elementos de la historia parecen estar tomados prestados de otras obras sin agregar nada nuevo o emocionante.

Moviéndonos con mechas por la maleza

A pesar de las deficiencias en su historia, Stonefly compensa con su sólida jugabilidad. La jugabilidad de este título es uno de sus aspectos más destacados, ofreciendo una buena experiencia a los jugadores desde el primer momento. El corazón del juego radica en el pilotaje de mecha-bugs, que proporciona una sensación de libertad y aventura en los vastos entornos tridimensionales y llenos de naturaleza del juego. El vuelo es fluido y ágil, permitiendo a los jugadores explorar exuberantes bosques, cañones y ruinas antiguas con facilidad y elegancia. La mecánica de vuelo es intuitiva y satisfactoria, lo que permite a los jugadores sumergirse completamente en el mundo del juego desde el principio.

La personalización nunca ha de faltar

Además del pilotaje de mechas, la construcción y personalización del mech-bug es un aspecto destacado de la jugabilidad. Es más, tenemos la libertad de diseñar nuestro propio mech-bug, adaptándolo a nuestro estilo de juego y estrategia preferidos. Esta característica añade una capa adicional de profundidad y personalización, permitiéndonos experimentar con diferentes configuraciones y tácticas para enfrentarnos a los desafíos que se nos presentan.

La variedad de misiones y actividades secundarias también contribuye a la riqueza de la jugabilidad de Stonefly. Desde batallas contra criaturas del bosque hasta desafiantes acertijos ambientales, siempre hay algo nuevo y emocionante por descubrir en el mundo del juego. Por si fuera poco, la progresión del juego se siente natural y satisfactoria, lo que nos ha motivado a seguir explorando y mejorando las habilidades del mecha-bug a lo largo de la historia.

Un apartado artístico precioso como la misma Madre Naturaleza

Los gráficos de Stonefly son una de sus características más destacadas, presentando un mundo visualmente impresionante que combina elementos naturales y artesanales de manera única y evocadora. Los entornos del juego están bellamente detallados, desde exuberantes bosques hasta antiguas ruinas, cada uno diseñado con un cuidado meticuloso para crear una experiencia visualmente envolvente. La atención al detalle se extiende a cada rincón del mundo del juego, desde las hojas ondulantes de los árboles hasta los sutiles reflejos de la luz en el agua, lo que añade una capa adicional de inmersión a la experiencia de juego.

La dirección artística de Stonefly es excepcional, con un estilo distintivo que se destaca entre la multitud de juegos contemporáneos. La combinación de elementos naturales, como hojas, ramas y flores, con elementos artesanales, como engranajes, cables y piezas metálicas, crea una estética visualmente única que es un placer contemplar en cada momento del juego. Esta fusión de lo orgánico y lo mecánico ayuda a establecer la atmósfera única de Stonefly y contribuye en gran medida a su sentido de maravilla y descubrimiento.

Y la música de Stonefly no se queda atrás

En cuanto a la música, la banda sonora del juego está llena de quietud, ofreciendo una mezcla ecléctica de estilos que complementa perfectamente la estética visual del juego. Desde melodías atmosféricas y etéreas que acompañan la exploración tranquila hasta ritmos más enérgicos y emocionantes que resaltan los momentos de acción y combate, la banda sonora de Stonefly es una parte integral de la experiencia del juego. Cada pista está hábilmente compuesta y orquestada para evocar una amplia gama de emociones y estados de ánimo, lo que añade una capa adicional de profundidad y riqueza a la experiencia del jugador.

Además de la banda sonora, los efectos de sonido de Stonefly también son notables, con cada golpe, zumbido y zumbido diseñado para sumergir aún más al jugador en el mundo del juego. Los sonidos de la naturaleza, como el canto de los pájaros y el susurro del viento, se combinan con los sonidos mecánicos de los mechas y las criaturas del bosque para crear una experiencia auditiva envolvente y que nos ha acabado convenciendo.

Conclusiones de Stonefly

A pesar de sus defectos en la historia, Stonefly sigue siendo una experiencia de juego digna de consideración. Su sólida jugabilidad, combinada con su diseño visual y musical, lo convierte en un título que vale la pena explorar para aquellos que buscan una aventura única y estimulante. Sin embargo, aquellos que valoran una narrativa profunda y significativa pueden encontrar la experiencia un tanto decepcionante. Incluso hemos de hacer un pequeño énfasis en que, como toda obra, Stonefly es un recordatorio de que incluso los juegos con fallos pueden tener aspectos que los hacen destacar y merecer ser jugados.

Recordad también que Stonefly, desarrollado por Flight School Studio y publicado por Tesura Games ya está disponible para PlayStation 4, Xbox One y PC en tiendas digitales.

Otros artículos de interés

Os invitamos a explorar nuestras reseñas de Tekken 8, Final Fantasy VII Rebirth, Promenade, As Dusk Falls ó The Legend of Legacy HD Remastered, en el que os contamos nuestra experiencia jugando de primera manos estos título