[Análisis] Tchia, una carta de amor a Nueva Caledonia

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Awaceb es un pequeño estudio independiente originario de Nueva Caledonia, un grupo de islas situadas cerca de Australia. Para casi todo el mundo esta región del mundo es muy desconocida, por lo que la compañía ha querido darlo a conocer, y a sí mismos en el proceso. Así ha nacido Tchia, una carta de amor a Nueva Caledonia que no solamente nos presenta su cultura y a sus gentes, sino que también otros valores bastante importantes como la ecología y el respeto por la vida.

Tchia ha llegado recientemente a consolas y PC y lo ha hecho sin hacer demasiado ruido, pero con muchas ganas de sorprender. Tomando mecánicas de títulos como Zelda, este sandbox tiene una identidad propia, que no está exenta de fallos, pero que tiene mucho que ofrecer.

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Tchia, la protagonista con un extraño pasado


Como suele rezar el dicho, a estas alturas todo está inventado. Es por esto que tampoco sorprende demasiado que la historia de este juego suene a típica. Tchia es una pequeña que vive aislada del mundo, en una isla con su padre. Al poco de comenzar la aventura verá como un malvado acompañado de unos extraños seres de papel secuestran a su padre. Ella, que lo ve todo, la embarga una sensación extraña y descubre que dentro de ella habita un extraño poder.

Y hasta aquí podemos leer, por lo mejor es que descubras la historia por ti mismo. El problema que encontramos es que la mezcla de sandbox e historia no está del todo mal, pero tiene algunas desconexiones. Cuando debemos hacer alguna tarea la enorme libertad que nos ofrece Tchia puede hacer que nos olvidemos de todo. Si a eso le añadimos las extrañas capacidades de la protagonista, que son tan divertidas de utilizar que nos hacen olvidarnos de todo un poco más…

La historia principal del título de Awaceb se puede completar en unas 7-9 horas, contando con sus diversas misiones secundarias y un sinfín de actividades por realizar. Desde luego juego tenemos para rato y uno bien bonito en el que conocer la cultura de Nueva Caledonia y el drehu el idioma que cohabita con el francés en el título (los dos únicos doblajes disponibles).

Con sandbox como Zelda Breath of the Wild entre sus principales influencias


La libertad que goza el jugador en Tchia es algo que se puede ver desde el primer momento. Podremos coger o empujar prácticamente todo, subirnos a los árboles y utilizarlos como tirachinas gigantes, planear… Tras iniciar la historia principal y acabar la introducción, en el modo sandbox tendremos habilidades extras como la posesión, que nos permite poseer objetos y animales y ganar habilidades extras. Con esto encima de la mesa, es difícil aburrirse.

No solamente es que tengamos habilidades divertidas, está todo bastante bien equilibrado y no tendremos acciones que se utilicen un par de veces y ya. Sí que es cierto que hay objetos o animales que su habilidad es meramente decorativa (mención especial para el «soltar caca» de los pájaros), pero no deja de ser muy divertido utilizarlos durante la exploración.

Contamos con lugares específicos que nos servirán de referencia para poder localizar en el mapa todo lo interesante de la zona. Estos lugares se centran en que Tchia pegue un grito a lo murciélago y así saber dónde está todo. No deja de ser curioso.

Mención especial tenemos con el barco y con la propia protagonista. A medida que avancemos y vayamos descubriendo cofres y secretos, desbloqueamos decoraciones y ropa, algo que siempre ofrece personalización y variedad. Sin embargo, donde más puede caer el juego es en la desconexión que mencionábamos antes de la historia principal y, lo que es peor, un poco en la monotonía de estar haciendo un poco siempre lo mismo.

No es que el juego se aburrido ni mucho menos, pero hay que tener en cuenta que si nos desconectamos de la historia, algo que puede pasar con facilidad, es sencillo perdernos en su basto mundo. También hay algunas mecánicas que no acaban de encajar del todo como son los momentos «Rock Band» que nos encontramos a lo largo de la historia. Están bien, son divertidos por momentos, pero también pueden llegar a ser excesivamente largos.

Los compases finales de la historia tienen un ritmo realmente bueno y la historia termina de manera sorprendente. Es una lástima que por momentos nos pueda costar algo continuarla.

Un arte precioso y sencillo


El aspecto kawaii de Tchia puede chocar en algún momento con lo que ocurre en pantalla, y es que no es todo bonito y precioso. A pesar de que el juego nunca es sangriento, sí hay escenas que pueden ser un poco más difíciles de digerir. Esto crea un gran contraste con su impecable aspecto artístico que, a pesar de no tener demasiados detalles (los personajes son algo planos en algunos puntos de su anatomía), tiene un enorme trabajo por detrás en cuanto al paisaje y su forma.

Otro de los aspectos que tiene mucho trabajo detrás es la banda sonora. Con ritmos que nos ponen de buen humor al instante, estamos ante la rica herencia cultural de Nueva Caledonia, algo que nos ayuda a sumergirnos de inmediato en el juego. Además, cuenta con su propia playlist en Spotify por si queremos escucharla.

Por último destacar que solo está doblado al francés y al drehu, pero sí lo tenemos traducido a varios idiomas, entre ellos el español.

Conclusiones


Tchia es un juego emotivo, tremendamente sentimental y es que la mejor forma de describirlo es como una carta de amor. Nueva Caledonia tiene un magnífico representante en este título y es que no solamente está desarrollado por gente de la zona, sino que también se han empleado a sus habitantes para poner voz, música y hasta su idioma.

El juego no es una experiencia totalmente redonda, pero sus fallos vienen más de un gran proyecto afrontado por un estudio pequeño y con poco presupuesto que otra cosa. Es sorprendente lo que Awaceb ha conseguido construir con Tchia, y estamos seguros de que esto es solo el comienzo de una bonita aventura.

Conclusiones

Tchia

7.3 Puntuación

Tchia no es una experiencia totalmente redonda, pero sus fallos vienen más de un gran proyecto afrontado por un estudio pequeño y con poco presupuesto que otra cosa. Con una libertad enorme y una historia que te puede atrapar, el juego es muy recomendable. Es sorprendente lo que Awaceb ha conseguido construir con Tchia, y estamos seguros de que esto es solo el comienzo de una bonita aventura.

PROS

  • La representación de Nueva Caledonia, una maravilla
  • Haber utilizado a los habitantes de la zona para que participaran en el juego
  • Una verdadera aventura sandbox
  • Tanto el arte como la BSO del juego son una auténtica delicia

CONTRAS

  • Tanta libertad puede causar alguna desconexión con la historia principal
  • Pequeños fallos a nivel gráfico, derivados del poco presupuesto

Puntuaciones

  • Historia 7
  • Gameplay 6
  • Apartado técnico 8
  • Duración 8

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